sábado, 7 de enero de 2017

Guerra contra la Subversión: Aniversario del inicio del Operativo Independencia

Un día como hoy pero de 1975 se iniciaba la guerra contra la guerrilla marxista en la selva de Tucumán. 
Por Nicolás Márquez - Prensa Republicana




En el fragor de la dramática guerra civil acaecida en la Argentina en los años 70´, un tema tan esencial como poco explorado (y en torno del cual giró la contienda), fue el intento por parte del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo)- la organización guerrillera mejor preparada y más aguerrida del continente- de llevar la guerra a la selva de Tucumán con el propósito de dominar la provincia, expandir su imperio a las provincias del norte, segregar una porción del territorio argentino e intentar conseguir el aval de la comunidad internacional para que fuera reconocido Estado Independiente, y desde allí, bajar a Buenos Aires y hacer un golpe de Estado revolucionario de filiación castro-comunista.


Formación del ERP en plena selva tucumana lista para entrar en combate. El ERP llegó a contar con 7200 terroristas entrenados para matar por la revolución comunista en la Argentina.1

Miles de terroristas del ERP al mando del emblemático guerrillero Mario Roberto Santucho, se lanzaron al ataque contra la democracia en búsqueda de ese objetivo. Para tal fin, a partir de mayo de 1974 (tercera presidencia de Perón) los castristas locales montaron numerosos campamentos guerrilleros en la selva de Tucumán secundados por un formidable aparato de retaguardia tanto en zonas urbanas de esa Provincia como en las provincias aledañas. Atacaron numerosos cuarteles, guarniciones militares y dependencias policiales en todo el país, con el propósito de conseguir armamentos y reforzar la Compañía de Monte en la Cuna de la Independencia. Crearon sofisticadas fábricas de armas, imprentas clandestinas, asesinaron familias enteras (niños incluidos) y llevaron adelante un plan sistemático de secuestros a empresarios y militares (muchos de ellos seguidos de muerte), para canjearlos por dinero o negociarlos por guerrilleros detenidos por las fuerzas legales.


Terroristas del ERP en sus fábricas clandestinas, preparando bombas y granadas para asesinar a sus víctimas. Entre ellas, hubo numerosos niños.1

Por entonces, la experiencia cubana, el ejemplo del Che Guevara y otros episodios ideológicamente afines, fueron el faro que marcó la senda de la guerrilla local. Pero sin dudas, fue la guerra de Vietnam la que atravesó y marcó por completo al ERP y la virtual guerra de secesión que vivió la Argentina entre 1974 y 1977. El Che Guevara había ordenado a sus feligreses “crear dos, tres, cien Vietnam” y encender la pradera revolucionaria en el conosur. Santucho y sus miles de combatientes leían permanentemente a los doctrinarios vietnamitas, estudiaban sus estrategias, se entrenaban en función de ellas; a Buenos Aires la llamaban “Saigón”. Su objetivo era cumplir el papel del Vietcong (ejército irregular que peleó contra las tropas americanas en Vietnam) y para tal fin, escogieron la zona geográfica más parecida posible a la existente en Vietnam. Ahora la selva vietnamita sería reemplazada por la de Tucumán (que era más cerrada y espesa) y los cañaverales de azúcar ocuparían el lugar de los arrozales. Sendos ámbitos eran ideales para “pegar y esconderse” tal el dogma de la “guerra de guerrillas”. Asimismo, la gran densidad de población y la pobreza imperante en Tucumán, les permitiría (según ellos creían) ganarse el apoyo masivo de la gente.



Conferencia de prensa clandestina del ERP. En la imagen, se puede ver a los terroristas encapuchados y secundados por un estandarte del asesino serial Ernesto Che Guevara: su guía y referencia a imitar.
El ERP no estaba sólo: peleó con tropas de refuerzo de guerrillas provenientes del MIR de Chile, del ELN de Bolivia, de Tupamaros del Uruguay y de otros países. El entrenamiento y adoctrinamiento fue proporcionado por el estado totalitario de Cuba y fue el único campo de batalla donde el ERP realizó tareas de guerra conjuntas con Montoneros.


No había día en que los diarios no informaran acerca de los atentados terroristas tanto a unidades militares como a instituciones civiles.

En tanto, el gobierno nacional, en medio de una situación pre-anárquica en un país en grave riesgo de ser segregado, tras varios fracasos y bajas tenía previsto en lanzar una drástica respuesta militar de guerra prolongada y para tal fin, el día 5 de enero de 1975 (del que hoy se cumplen exactamente 41 años), se envió a un avión del Ejército al corazón de la selva para efectuar tareas de reconocimiento, pero la nave nunca regresó: dicho avión fue derribado por el ERP a través de un fusil lanzamisiles de origen ruso y murieron 13 oficiales[1].

 La noticia fue catastrófica para el Gobierno, quien seguidamente apuró el lanzamiento semanas después del “Operativo Independencia”, ordenándole a las Fuerzas Armadas entrar en guerra y aniquilar a través de operaciones de combate el accionar de los elementos subversivos obrantes en Tucumán.


Uno de los tantos aviones atacados por el terrorismo en Tucumán. En la foto, un C-130 de Gendarmería totalmente destruido durante la guerra revolucionaria que durante los últimos doce  años se quiso silenciar.

Durante los primeros tiempos, dicho Operativo fue encabezado por el General Acdel Vilas. No es casualidad que dadas las condiciones de una guerra que por imposición del bando atacante siguiera a pie juntillas la experiencia vietnamita, meses después fuera convocado a comandar el Operativo el General Antonio Domingo Bussi, quien fuera entrenado precisamente en Vietnam en 1968. Nunca se imaginaría Bussi que casi un lustro después, todo lo allí aprendido debería aplicarlo en su país, ahora no como aprendiz y espectador, sino como protagonista y conductor. Tanto sea por el lado de la guerrilla como por el de las fuerzas legales, el emblema de Vietnam sobrevolaba Tucumán (el corazón de la guerra revolucionaria) y por añadidura el resto del país.


El Gral. Antonio Domingo Bussi revistando sus tropas, las cuales tras dos años de combates lograron aniquilar el terrorismo en Tucumán.

Los documentos, los dramáticos testimonios, el fanatismo ideológico, la estructura sectaria del ERP, los combates, los objetivos, el nexo con tropas guerrilleras extranjeras, la vida en los campamentos terroristas, el apoyo de Montoneros, el Operativo Independencia, la respuesta militar, la lucha por ganar el consenso de la población, los enfrentamientos terrestres, aéreos y todos los detalles de esta dramática guerra, constituyen el objeto de análisis de un libro que yo publicara hace ocho años, y que ahora relanzamos en edición limitada para interés del lector.



“EL VIETNAM ARGENTINO – LA GUERRILLA MARXISTA EN TUCUMÁN” de Nicolás Márquez.




[1] Notas: en el avión derribado murieron  Gral. De Brigada Enrique Eugenio Salgado, Gral. De Brigada Ricardo Agustín Muñoz, Cnel. Eduardo Wilfredo Cano, Tte Cnel. Oscar Rubén Bevione, Tte. Cnel. Pompilio Shilardi, Tte. Cnel. Pedro Santiago Petrecca, Mayor Roberto Dante Biscardi, Mayor Pedro Antonio Zelaya, Mayor Héctor Abel Sanchez, Mayor Aldo Emilio Pepa, Capitán Roberto Carlos Aguilera, Tte. Primero Carlos Eduardo Correa y Sargento Primero Aldo Ramón Linares

viernes, 6 de enero de 2017

China: UK sabía que la masacre de Tiananmen iba a pasar

El Reino Unido sabía que China estaba planeando una masacre en la Plaza de Tiananmen dos semanas antes de que sucediera



Un hombre chino bloquea los tanques militares en la avenida Changan, cerca de la plaza Tiananmen en Pekín, el 5 de junio de 1989. (AP Photo / Jeff Widener)


Por Zheping Huang - Quartz


"Doscientos muertos podrían traer 20 años de paz a China", dijo el ex líder chino Deng Xiaoping en documentos recientemente desclasificados. Sus palabras fueron pronunciadas semanas antes de la sangrienta represión militar contra manifestantes estudiantes en la Plaza de Tiananmen de Pekín el 4 de junio de 1989.
El Archivo Nacional del Reino Unido publicó el 30 de diciembre un gran número de archivos gubernamentales secretos de 1989 y 1990. Más de dos docenas de documentos (pdf) fechados entre el 20 de mayo y el 21 de julio de 1989 revelaron la comprensión de la administración Margaret Thatcher del clima político en China En la víspera de la represión. La embajada del Reino Unido en Pekín sabía, dos semanas antes del 4 de junio, que el Ejército Popular de Liberación se preparaba para matar a centenares, si no a miles, de estudiantes protestantes que se habían reunido en la plaza principal de Beijing durante semanas.




El 20 de mayo de 1989, un mes después de que los estudiantes comenzaron a ocupar la Plaza Tiananmen pidiendo una reforma democrática en el Partido Comunista, Deng declaró la ley marcial y desplegó 300.000 soldados en Beijing. El mismo día, Sir Alan Ewen Donald, embajador de Gran Bretaña en China, envió a Downing Street un telegrama sobre su almuerzo con el sinólogo estadounidense Stuart Schram.
"El profesor Stuart Schram me confió que uno de sus contactos chinos le había dicho que en los últimos días Deng Xiaoping comentó que" doscientos muertos podrían traer 20 años de paz a China ", escribió Donald. "La implicación era claramente que el sacrificio de un número de vidas de los manifestantes ahora estabilizaría la situación actual y compraría el tiempo necesitado para terminar la reforma de China."
Donald continuó diciendo que se enteró del Pentágono la misma noche que las autoridades chinas habían decidido "no hay manera de evitar el derramamiento de sangre", por lo que recordaron a los empleados del hospital estatal a sus lugares de trabajo e instruyeron a las tropas a "hacer lo necesario Para anular la situación ".
Posteriormente confirmó con la fuerza aérea estadounidense que la información es "muy fiable".
La masacre de la plaza de Tiananmen, también conocida como incidente del 4 de junio, es uno de los momentos más oscuros de la historia china moderna. Desde entonces no han ocurrido levantamientos en una escala similar en China. El Partido Comunista impide estrictamente a la gente mencionar el incidente y suprime cualquier conmemoración a las víctimas. Hoy en día, muchos jóvenes ciudadanos chinos ni siquiera saben -o sencillamente no les importa- el incidente.
Los documentos desclasificados también revelaron la postura de Lee Kuan Yew, fundador de Singapur, sobre la represión. Durante una reunión con el embajador Donald en julio de 1989, Lee dijo que estaba perplejo por qué los estudiantes manifestantes decidieron aumentar sus demandas generales de reforma política para atacar directamente a Deng, lo que llamó "un acto de locura".
Lee también predijo que una represión militar era la única opción de Deng para poner fin a la resistencia de los estudiantes, algo que "sentía en sus huesos como un chino".

jueves, 5 de enero de 2017

Frente Nórdico: La Royal Navy fracasa en el Ártico

El Raid sobre Kirkenes y Petsamo 

La incursión en Kirkenes y Petsamo tuvo lugar el 30 de julio de 1941 durante la Segunda Guerra Mundial. El Arma Aérea de la Marina Real lanzó este ataque fallido de los portaaviones HMS Victorious y HMS Furious para causar daños a los buques mercantes de Alemania y Finlandia, y para mostrar el apoyo a su nuevo aliado, la Unión Soviética. 

Orígenes 
Durante la Guerra Civil Rusa, Finlandia declaró su independencia de la Unión Soviética con el puerto al norte de Petsamo en virtud del Tratado de Tartu (1920). En la Guerra de Invierno, la Unión Soviética ocupó Petsamo. En el acuerdo de paz que siguió, sólo la parte finlandesa de la Península Rybachy (para los finlandeses se denomina Kalastajan saarento) fue cedida a la Unión Soviética (321 km² / 124 km²), aunque la Unión Soviética había ocupado todo Petsamo durante la Guerra de Invierno. En 1941, durante la Guerra de Continuación, Petsamo fue utilizado por la Alemania nazi como un área de estacionamiento para el ataque hacia Murmansk. 
Kirkenes en Noruega, era neutral en el comienzo de la guerra, pero fue invadida y ocupada por Alemania


Ubicación de Kirkenes y Petsamo 

La guerra oficialmente estalló entre Gran Bretaña y la Alemania nazi, el 3 de septiembre de 1939. En diciembre, Joseph Stalin decidió invadir Finlandia y, a pesar de que poner una defensa a ultranza, Finlandia tuvo que ceder parte del territorio después de que accedió a firmar un armisticio en febrero de 1940. Posteriormente, Dinamarca y Noruega fueron invadidas en abril de 1940, y Francia fue derrotada en mayo. 
En junio de 1940, Gran Bretaña fue el único país europeo en pie contra Adolf Hitler. Sin embargo, después de la derrota en la Batalla de Gran Bretaña, Alemania enfocado hacia el este e invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941 y Finlandia luchó como un co-beligerante, en lo que se conoce la Guerra de Continuación. 


HMS Victorious 

La Operación Barbarroja puso en peligro la supervivencia de la Unión Soviética. Los británicos decidieron que la mejor manera de mostrar su apoyo a su nuevo aliado sería atacar los puertos ocupados por el Eje: la utilización de aviones procedentes de los buques que anteriormente se ha demostrado eficaz en Taranto y en contra del acorazado Bismarck. 

El ataque 
La fuerza de ataque consistía de las dos portaaviones, dos cruceros [2], el HMS Devonshire y Suffolk, y seis destructores dejó Scapa Flow de Fjord Seidis en Islandia el 23 de julio de 1941. [3] Ellos llegaron dos días después, repostaron y navegaron al día siguiente de Noruega. [3] El ataque iba a ser un ataque sorpresa pero, ya que había luz durante 24 horas al día en esa época del año, la sorpresa fue casi imposible y se perdió cuando la fuerza de ataque fue descubierto por los aviones poco antes del lanzamiento del ataque. [3] 


Fairey Swordfish 

El buque Furious atacó Petsamo con el lanzamiento de nueve Fairey Albacore del 817 Escuadrón, nueve Fairey Swordfish del 812 Escuadrón y seis Fairey Fulmars armados con bombas [4] a partir de 800 Escuadrón. [3] Al final, el puerto estaba casi completamente vacía y los asaltantes afirmaron hundimiento sólo un pequeño vapor y la destrucción de varios embarcaderos. [3] Un Albacore y un Fulmar se perdieron debido a la acción enemiga y un Fulmarmás se perdió debido a un fallo de motor antes del ataque. [5] 
La incursión en Kirkenes fue un desastre. [6] La Luftwaffe habían sido alertada y tenían sus cazas Bf 109 y Bf 110 en el aire y esperaron. [6] El Victorious puso en marcha dos sub-vuelos constando de un total de 12 Albacore de 827 Escuadrón, ocho Albacore de 828 Escuadrón, y nueve Fulmars del 809 Escuadrón. [3] [6] El Fulmars no pudieron reunirse con los escuadrones de Albacore, que se quedaron sin protección de cazas. [7] El Albacore tenía que volar para atacar sobre el montañas y los fiordos en vez de atacar desde el mar. [8] Sólo había cuatro buques de carga en el puerto. [9] El avión lanzó sus torpedos rápidamente para alejarse de fuego antiaéreo, y hundió un gran buque de 2.000 toneladas (2.000 t ) y dejaron a otro barco en llamas y causando daños menores en tierra. [3] Un Bf 109, dos Bf 110s y un Ju 87 [10] fueron reclamados como derribados [1] por la pérdida de 11 Albacore y dos Fulmares con otros ocho Albacores dañados. [3] Los registros incompletos de pérdidas alemanas confirman la pérdida de al menos un Bf 110 frente a un Fulmar y un Ju 87 frente a un Albacora [11]. 


Fairey Albacore 

Secuelas 
El ataque fue un fracaso. A diferencia del ataque a Tarento, no tuvo ningún impacto en el curso de la guerra. Un número de aeronaves que se perdieron y aún más difícil de sustituir las tripulaciones fueron muertas. 

Notas al pie 

1. [I] Las referencias difieren en el número de aeronaves afirmó. Estados Sturtivant un Bf 109 y dos Bf 110, la flota de Air Arm Archivo estados página web dos Bf 109 y un Bf 110. Tovey proporciona las cifras oficiales en la página 3172, y la cantidad que a un Bf 109, dos Bf 110s y un Ju 87. 

Enlaces externos 
Tovey, THE CARRIER BORNE AIRCRAFT ATTACK ON KIRKENES AND PETSAMO. 

Referencias 
1. Tovey, Sir John C., Despatch on carrier-borne aircraft attack on Kirkenes (Norway) and Petsamo (Finland) 1941 July 22-Aug.7, p.3175 - 3176 
2. Tovey, p.3170, paragraph 1. 
3. Sturtivant, Ray (1990). British Naval Aviation: The Fleet Air Arm 1917-1990. London: Arms & Armour Press Ltd. p. 86. ISBN 0853689385. 
4. Tovey, Appendix 1, paragraph 14. 
5. Sturtivant, Ray. The Swordfish Story. London: Cassell & Co., 1993 (2nd Revised edition 2000). ISBN 0-304-35711-1., p.40 
6. Fleet Air Arm Archive 1939-45 FAA attack on Petsamo to assist its ally the Soviet Union, July 1941 
7. Tovey, Appendix 2, paragraphs 2 and 3. 
8. Tovey, Appendix 2, paragraph 6. 
9. Tovey, paragraph 30. 
10. Tovey, p.3172 
11. Nordic Aviation During WW2 

Wikipedia.en

miércoles, 4 de enero de 2017

Biografía: Un libro muestra a un Hitler menos loco

Un Hitler más normal

Una biografía sobre la vida del Führer, desde su nacimiento hasta 1939, reabre el debate sobre el ascenso de los líderes populistas


Luis Doncel - El País



Hitler, con uniforme militar en 1915. 


Han pasado 71 años desde su suicidio en Berlín, y el interés por Adolf Hitler no decae. Al contrario, su figura despierta cada cierto tiempo nuevas oleadas de atención. Y todo apunta a que asistimos a una.

En la biografía que publicó en 2013, el autor alemán Volker Ullrich (Celle, 1943) quiso ahondar en la personalidad del protagonista. Frente a otras obras centradas en el contexto político y social, él miró a los ojos del gran genocida. El libro fue recibido con reparos por los críticos alemanes: no veían novedades sustanciales y, sobre todo, dudaban de la conveniencia de presentar un Hitler demasiado cercano. ¿Hasta dónde se puede humanizar al monstruo? Mejor recepción ha tenido este año la versión inglesa. The New York Times la alabó como una “fascinante parábola shakesperiana”. Sin mencionar su nombre, la reseña del Times sugería paralelismos con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Ullrich también detecta parecidos entre ambos.

Desde su casa de Hamburgo, este periodista que dirigió durante 20 años la sección de historia del semanario Die Zeit insiste en la importancia de volver sobre la personalidad de Hitler. “Sin él, no se tomaba ninguna decisión importante en el Tercer Reich”. Y asegura que estos días, cuando en todo el mundo triunfan líderes autoritarios y carismáticos, interesa aún más responder a la pregunta fundamental: ¿cómo pudo ocurrir?

¿Por qué pensó que el mundo necesitaba otra biografía de Hitler? “La escribí desde el convencimiento de que este tipo de políticos está de vuelta. Son los que saben cómo movilizar los miedos y esperanzas de la gente en épocas de crisis. Eso lo entendió Hitler como nadie durante la República de Weimar. Se presentó como el mesías que devolvería la grandeza a Alemania”, asegura.

Ullrich no aspira a ofrecer una imagen novedosa de la que quizás sea la persona más escudriñada del siglo XX. Pero sí trata de añadir matices; y deshacer algunos tópicos. Como la idea de que el líder nazi no tenía vida más allá de la política. “Historiadores como Joachim Fest e Ian Kershaw cayeron víctimas de la escenificación que Hitler hizo de sí mismo como alguien que renuncia a sus necesidades y se entrega a la misión histórica de servir al pueblo alemán. En realidad, tenía una vida privada muy rica. Pero oculta”. Cada época ha tenido su biografía de Hitler. En los años cincuenta apareció la de Alan Bullock, que lo presentaba como un oportunista sediento de poder sin ideología. Dos décadas más tarde, Fest ahondaría más en su psicología. Y, por fin, Kershaw dibujaría en los años noventa un impresionante retrato en el que añadía el sustrato social que explica el éxito del tirano.
La crítica alemana recibió el libro con reparos por ofrecer una imagen muy cercana de su protagonista
Es indudable que Hitler se benefició del menosprecio de sus coetáneos. Pero no solo fueron ellos. Ullrich acusa a otros historiadores del mismo error. “Mucha gente se pregunta cómo una persona inculta y mediocre pudo llegar tan alto. La premisa es que era alguien del montón. Y no es así. Tenía cualidades insólitas. No solo la demagogia y la facilidad para hablar ante las masas. También poseía un gran talento como actor. Podía presentarse de forma totalmente distinta en función de las circunstancias”. Sus dotes camaleónicas le permitían hablar “como un sabio estadista en el Reichstag; como un hombre moderado ante los empresarios; o frente a las mujeres como el padre bienhumorado que ama a los niños”.

Aquí llegan las semejanzas —y diferencias— con Trump. Entre las primeras, Ullrich señala un “carácter egocéntrico con tendencia a mezclar la mentira con la realidad”, la promesa de volver a hacer grandes sus respectivos países o la capacidad de ambos de valerse de los medios de comunicación. “Aunque veo más sofisticado y táctico a Hitler”, añade. Las diferencias también son enormes. En primer lugar, Hitler nunca obtuvo la mayoría absoluta en unas elecciones democráticas (fue designado canciller por el presidente de la República en enero de 1933 tras haber sido su partido el más votado con el 33% de los votos, pero lejos de la mayoría absoluta en el Parlamento). En segundo lugar, el NSDAP era un partido totalmente centrado en su Führer. “Trump lanza proclamas xenófobas y machistas. Pero no sabemos si lo piensa de verdad o es solo retórica electoral. Esa duda también surgió con la llegada de Hitler al poder. Se pensaba que el cargo le moderaría. Al principio de su mandato se presentó como un hombre de paz, aunque ya entonces pensara en la guerra”.

El primer volumen, titulado simplemente Ascenso, termina en 1939, con el 50º cumpleaños del tirano. El periodista trabaja ahora en la narración de los seis años posteriores. Ullrich describe la “naturaleza dual” de Hitler, que aunaba energía criminal con una personalidad amable, incluso atractiva. ¿Le diagnosticaría un psiquiatra alguna dolencia mental? “Era más normal de lo que desearíamos. En sus crímenes, fue absolutamente excepcional. Pero como hombre, en sus gustos y costumbres, no se salió demasiado de la norma. Sería muy cómodo quitarse a Hitler de encima describiéndolo como un sociópata criminal. El peligro es que así no podremos entender cómo logró un poder de atracción tan monstruoso entre los alemanes”.

Una opinión parecida tenía Leni Riefenstahl, la directora de cine de cabecera del Tercer Reich. “Ni puedo ni quiero olvidar ni perdonar las cosas terribles que ocurrieron en su nombre. Pero tampoco quiero olvidar el enorme efecto que causaba en la gente. Esto haría las cosas demasiado fáciles para nosotros”, escribió en los años setenta la mujer que supo plasmar como nadie los ideales de belleza del nazismo. Esta impresión positiva también llegó a diplomáticos europeos y personas ajenas a su círculo, a los que asombraba como un anfitrión encantador y culto. Sin formación académica, pero lector empedernido —otro aspecto que lo separa de Trump— tenía una memoria extraordinaria.

Ullrich descarta como totalmente indocumentadas las especulaciones sobre la supuesta homosexualidad o los problemas en los genitales del Führer. Aquí, una vez más, la normalidad es la regla. Aunque parezca que hasta los 30 no tuvo relaciones sexuales, lo que dio pie, como cuenta el libro, a que sus compañeros en la I Guerra Mundial se burlaran de su virginidad. “Entonces no era extraño lo que hoy nos parece un desarrollo sexual tardío. Cuando volvió a Múnich tras la guerra se puso al día muy rápido. Y desde finales de los años veinte tuvo una relación de lo más normal con Eva Braun. Ni perverso ni sádico”, concluye.
El autor considera que Hitler y Trump comparten “un carácter egocéntrico” con tendencia a la mentira
Pese al alud de datos e informaciones sobre su vida, Hitler permanece en esta biografía como un enigma. “Tenía muy pocos amigos en los que confiara. Siempre mostró mucha distancia con la gente. Y además tenemos muy pocos documentos personales. Podemos acercarnos a su misterio, pero nunca lo descifraremos”.

La pregunta fundamental sigue sin respuesta. ¿Cómo pudo ocurrir? “Hitler se benefició de una constelación única de crisis que aprovechó de forma inteligente y sin escrúpulos”, escribe Ullrich. Pero esto no explica cómo un país rico y culto lo permitió. “Tuvo una relación simbiótica con el pueblo alemán. Nunca habría llegado al poder si no hubiera explotado ideas profundamente arraigadas en la tradición cultural del país: nacionalismo extremo, profundo antisemitismo, resentimiento contra el parlamentarismo y la democracia… Alemania era caldo de cultivo para este tipo de políticos carismáticos”, concluye.

martes, 3 de enero de 2017

SGM: Nazis tal vez capturaron de casualidad a Ana Frank

Los nazis pudieron descubrir a Ana Frank por casualidad y no por una traición
Un nuevo estudio apunta que la menor judía y su familia no fueron delatados sino localizados por agentes que investigaban el estraperlo

ISABEL FERRER - El País


Ana Frank. AP QUALITY

El escondite de Ana Frank y su familia en el trastero de una casa de los canales de Ámsterdam fue descubierto por los nazis el 4 de agosto de 1944. Aunque sin confirmación oficial, se presumía hasta hoy que les traicionó un informador pagado por los ocupantes. Sin embargo, una nueva investigación efectuada por la Fundación que gestiona la casa-museo dedicada en la ciudad a la joven autora del famoso Diario, apunta a una casualidad, y no a una delación, como origen de la tragedia. Según el investigador Gertjan Broek, los agentes que entraron en el número 263 de la calle Prinsengracht, en el centro antiguo de la ciudad, “iban detrás del tráfico de cartillas de racionamiento y la contratación ilegal de trabajadores”. Además, incide en que el policía holandés que participó en el arresto, Gezinus Gringhuis, "estaba asignado al departamento de delitos económicos, no a la búsqueda de judíos ocultos”.

Broek apuntala su teoría con sendos detalles. Dice que una vez dentro del edificio que servía de tapadera a la familia Frank y a otras cuatro personas, los gendarmes tardaron dos horas en salir; "demasiado tiempo si sabían que había judíos ocultos”, sostiene. A principios de 1944, fueron arrestados dos traficantes de bonos de comida que habían trabajado en ese mismo número. La propia Ana se hizo eco del suceso en su Diario, donde escribió que después resultó muy difícil conseguir alimentos. Lo más probable, sigue Broek, es que durante el registro del inmueble acabaran encontrando la estantería que tapaba las escaleras de acceso al trastero. Arriba, ocho personas perseguidas llevaban dos años juntas tratando de evitar al invasor.

Tras ser descubiertos, fueron enviados a los campos de concentración. Sólo regresó Otto Frank, el padre de Ana. La adolescente, su madre, Edith, la hermana mayor, Margot, el matrimonio Van Pels con su hijo, Peter, y el dentista Fritz Pfeffer, perecieron entre 1944 y 1945.


Monumento a Ana y Margot Frank en Bergen-Belsen. SEAN GALLUP GETTY

El estudioso señala, además, que la posible llamada de un supuesto soplón a los gendarmes mientras estos registraban el edificio es poco probable. “En 1944 muchas conexiones telefónicas habían sido cortadas, y los números de los servicios secretos no estaban al alcance de cualquiera”, dice. Entre los posibles chivatos señalados por otros escritores figura Tonny Ahlers, miembro del Movimiento Nacional Socialista de Holanda. Es el sospechoso número uno para Carol Ann Lee, biógrafa de Otto Frank. Otra de las posibles delatoras es Nelly Gies, hermana de Miep, la amiga de la familia de Ana que les ayudó. A Nelly no le gustaba que Miep escondiera judíos, pero todos ellos fueron interrogados después de la II Guerra Mundial sin que pudieran formularse acusaciones firmes.

La casa-museo de Ana Frank subraya que su nuevo estudio no pretende cegar la vía de la presunta denuncia, aunque apunta que después de varias décadas de búsqueda por ese lado, no se ha obtenido respuesta, tal y como ha dicho Ronald Leopold, director de la Fundación. Al centrarse en la entrada de la policía, y en el relato mismo de Ana Frank sobre los días anteriores, pretenden “animar a otros investigadores a rastrear nuevas pistas para poder contar toda la historia de Ana Frank”.

Confinadas en el campo de Bergen-Belsen (norte de Alemania), Ana y Margot murieron con pocos días de diferencia, posiblemente hacia febrero de 1945, y fueron enterradas en una fosa común. El 15 de abril de ese año, los soldados británicos aliados liberaron el campo, quemado luego para contener una epidemia de tifus.

lunes, 2 de enero de 2017

Biografía: ¿Diésel fue asesinado o se suicidó?

¿Suicidio o asesinato? El enigma de la muerte del inventor del motor diésel
Rudolf Diésel fue el ingeniero alemán que inventó el motor de alto rendimiento que lleva su apellido. Su muerte, en la vísperas de la Primera Guerra Mundial, está cubierta por un manto de misterio. Conjeturas y conspiraciones sobre el final de un hombre avanzado a su época. ¿Quién lo mató y por qué?
Por Milton Del Moral - Infobae



Se crió en Alemania, pero había nacido en París el 18 de marzo de 1858. Murió a los 55 años el 29 de septiembre de 1913 en el Canal de la Mancha

Rudolf Christian Karl Diesel se suicidó. O lo mataron. La historia tiene enigmas sin resolver. La acumulación de presentes inoportunos multiplican la superstición y debilitan lo verosímil. El inventor de los motores bautizados con su apellido murió por su gesta, por su épica, por su propia cronología. La incógnita opera sobre las sombras de una muerte teñida de misterios y conspiraciones; y difumina el origen de la motorización moderna.

La noche del 29 de septiembre de 1913 era fría y tormentosa. El mar estaba inquieto. Diésel viajaba a bordo del SS Dresden, un ferry que cruzaba el Canal de la Mancha, que había partido de Bélgica, con destino a Inglaterra. Había terminado de cenar. Su ropa de dormir estaba en la cama de su cabina. Eligió no ponérsela. Caminó sobre la cubierta del barco. Se quitó el abrigo. Lo dejó cuidadosamente sobre una baranda. Y se tiró sobre las arremolinadas aguas negras.

O lo tiraron.


Antes de embarcar le había entregado un bolso a su esposa con todo su dinero junto a una serie de documentos que delataban la crisis financiera que lo ahorcaba. Una instrucción sugería abrirlo en una semana. Su esposa nada sospechaba. Rudolf Diésel fue el ingeniero alemán que había inventado el motor de combustión de alto rendimiento. Una idea rupturista, paradigmática y próspera que, sin embargo, lo había catapultado a la bancarrota. Los recursos aplicados a la optimización del producto -aún ineficiente y falible-, los primeros clientes insatisfechos que lo demandaron, la inversión obstinada estaban ahogándolo. La metáfora de su final. Había muerto en el mar un alemán endeudado mientras viajaba a Londres por negocios en vísperas de la Primera Guerra Mundial.


Las teorías de su suicidio son tan fuertes como las conspiraciones de asesinato

Relativizando las teorías de un suicidio, sobre tal razonamiento se consolida la primera hipótesis del asesinato. Un diario de época publicó su muerte con un titular especulativo: "Inventor arrojado al mar para evitar venta de patentes al gobierno británico". Su producto había interrumpido una coyuntura oportuna para la popularización de una nueva variable de motorización.

Las economías industrializadas utilizaban, por entonces, vapor para mover sus trenes y activar sus fábricas. El transporte urbano dependía de los caballos. Una gripe equina paralizó en esos años las actividades comerciales en los Estados Unidos. Antes una dotación de cien mil caballos había cubierto las calles con quince kilos de excremento y cuatro litros de orina por día. El diésel o un motor eficiente, asequible, dósil y fiable podía ser la solución.

Bajo ese contexto cultural, el motor diésel fue adquiriendo interés. Era más noble en comparación con los motores de combustibles, porque además de ser más económicos de refinar, liberaban menos gases disminuyendo los riesgos de explosiones. Un componente sugerente para el transporte militar, que preferiría que sus bombas no explotaran accidentalmente. Los submarinos franceses, por ejemplo, se propulsaban con motores diésel en 1904. Es el sustento de la primera conspiración sobre la muerte de Rudolf Diésel. La divulgación -la presentación del producto a capitales ingleses- de un invento revolucionario de cuna alemana en los albores de la Gran Guerra podría suponer la desaparición del responsable.


Rudolf Diésel murió muchos años antes de que su motor se volviera popular (iStock)

La segunda conjetura del asesinato confabula contra la industria del petróleo. Para comprender el marco, es menester recopilar la obra póstuma de los motores diésel. En los años veinte, los primeros camiones adoptaron esta nueva motorización. Los trenes, en los años treinta. Para antes de la década del cuarenta, un cuarto del comercio marítimo global era propulsado por motores del ingeniero fallecido. El científico checo Vaclav Smil lo considera uno de los principales promotores del mundo moderno: "Si la globalización hubiera sido impulsada por vapor en vez de diésel, el comercio habría crecido mucho más despacio". El economista irlandés Brian Arthur asocia el éxito del motor de combustión interna al concepto de "la dependencia de la ruta tomada": un fenómeno cíclico que se dedica a reforzar en retrospectiva el plan inicial. Por más que el vapor era tan viable como el petróleo en 1913, la influencia expansiva de la industria petrolera dirigió la inversión y el esfuerzo a evolucionar el motor de combustión interna.

La teoría de "la dependencia de la ruta tomada" explica por qué hoy los vehículos utilizan combustible. Quizá, si los negocios no movieran el rumbo de la humanidad, si el vapor hubiese tenido los mismos beneficios que el petróleo, la historia sería distinta. O sería como Rudolf Diésel lo hubiera deseado: que la rueda de la economía global se moviera por vegetales. Y aquí yace la segunda hipótesis de su asesinato. Aunque el diésel sea emparentado con el combustible -acreedor de una imagen negativa por su responsabilidad en la emisión de gases contaminantes-, el inventor que le dio su apellido al motor lo diseñó para que pueda alimentarse de infinidad de componentes de combustión.


Ingeniero e inventor del motor de combustión diésel: aún su muerte está cubierta de misterio

Diésel fue un acérrimo defensor de su tecnología alternativa. Sus motores podían ser alimentados por polvo de carbón o aceites vegetales, entre otros elementos compatibles. En la Feria Mundial de París de 1900, exhibió un modelo que operaba con aceite de maní. Un año antes de su muerte había presagiado que los aceites vegetales se iban a convertir en una fuente de combustible tan poderosa como el petróleo. Aquella sentencia pudo haber sido también una predicción de su carta de defunción. Otro diario sensacionalista tituló en aquella época la segunda teoría de conspiración: "Inventor asesinado por agentes de grandes compañías petroleras".

El biodiésel resucitó varias décadas después. Ya en otro contexto sociopolítico. Rudolf Diésel vivió en un tiempo y espacio donde adivinar la eficiencia de motores alternativos que contribuyeran al desarrollo de economías agrícolas pobres era desatinado o -al menos- peligroso.

Se suicidó por asfixia económica o lo mataron acusado de traición a su patria o a manos de la temerosa industria petrolera. Su cuerpo apareció una semana después, flotando al lado del barco. No le hicieron la autopsia por su grado de descomposición. Ni siquiera fue llevado a bordo. Sólo se quedaron con su billetera, su navaja y el estuche de sus gafas, pertenencias que luego su hijo identificó. El mar se había apoderado del cuerpo y la verdad.

domingo, 1 de enero de 2017

¿Estamos ante la previa a otra PGM?

El mundo de hoy parece siniestro como lo hizo antes de la Primera Guerra Mundial
Por Ana Swanson - The Washington Post



Una reacción negativa a la globalización parece estar ganando fuerza en todo el mundo. Los políticos estadounidenses, tanto de derecha como de izquierda, han pedido que se frenen los acuerdos de libre comercio que dicen beneficiar a los extranjeros oa la élite mundial. El presidente electo, Donald Trump, ha defendido los aranceles sobre las importaciones y los límites de la inmigración, y sugirió retirarse de las alianzas internacionales y los acuerdos comerciales. Mientras tanto, los gobiernos populistas y nacionalistas han ganado terreno en Europa y Asia, y los votantes en Gran Bretaña han optado por retirarse de la Unión Europea.

Para algunos, parece ominosamente como otro momento de la historia, el período que condujo a la Primera Guerra Mundial, que marcó el final de una expansión de varios decenios en los lazos globales que muchos llaman la primera era de la globalización.

En un informe reciente, Josh Feinman, el principal economista mundial de Deutsche Asset Management, dice que el mundo podría ver un sustancial retroceso a la globalización en las próximas décadas. Después de todo, escribe, ya lo hemos visto antes, en los años de caos y aislacionismo que abarcaban la Primera y Segunda Guerra Mundial y la Gran Depresión.

"La primera gran ola de globalización, en el medio siglo antes de la Primera Guerra Mundial, provocó una reacción popular también, y finalmente se vino abajo en los cataclismos de 1914 a 1945", dice Feinman.

Otros economistas han propuesto teorías similares en el pasado. Branko Milanovic, Dani Rodrik, Niall Ferguson, Fred Bergsten y otros han argumentado que la globalización es un proceso cíclico que se acelera y se reduce a lo largo de décadas, ya que la integración global, naturalmente, da lugar a una reacción negativa. Al igual que Feinman, muchos ven el período que conduce a la Primera Guerra Mundial como un ejemplo ilustrativo.

Desde mediados del siglo XIX hasta 1914, los avances como los buques de vapor, el telégrafo, el teléfono y los canales de Suez y Panamá redujeron drásticamente las distancias y aumentaron la comunicación y el mundo experimentó un período de rápida globalización.

Aproximadamente 60 millones de europeos dejaron países de bajos salarios en Europa para tierras ricas en recursos en Estados Unidos, Canadá, Argentina, Australia y otros países, dice Feinman. Los países también bajaron sus barreras a los bienes importados y abrazaron el comercio. Como muestra este gráfico del informe de Feinman, las exportaciones de mercancías aumentaron como proporción de la economía, evidencia de la globalización




Estos cambios difunden los beneficios de la Revolución Industrial en todo el mundo, dice Feinman. Pero en algunos lugares, especialmente en los países más ricos, también empeoraron la desigualdad. El comercio enriqueció a algunas personas, pero dejó a otros atrás, provocando disturbios y una reacción política.

Como escribe Feinman, los países introdujeron gradualmente más barreras comerciales y restricciones a la inmigración. Con el apoyo de los trabajadores estadounidenses, Estados Unidos aprobó en 1921 una ley que imponía cuotas estrictas a los inmigrantes, especialmente a aquellos que eran pobres o de fuera del norte de Europa. Con las guerras mundiales y la Gran Depresión, la globalización se derrumbó y los movimientos nacionalistas y el aislacionismo económico reinaron durante décadas.

En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el péndulo giró en la otra dirección. Estados Unidos lideró el mundo en la creación y expansión de organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, precursor de la Organización Mundial del Comercio - instituciones que los creadores creían podrían ayudar a hacer imposible otra guerra mundial . Desde entonces, el mundo ha experimentado lo que muchos piensan como la segunda gran ola de globalización.

Hay muchas diferencias entre estas épocas de globalización y reducción, dice Feinman. Las Guerras Mundiales y la Gran Depresión no fueron sólo un rechazo a la globalización, y ese rechazo de la globalización fue tanto un resultado de esos eventos como de su causa, escribe.

Sin embargo, hay algunos paralelismos fuertes, dice Feinman. "La globalización moderna ha sido impulsada por algunas de las mismas fuerzas que impulsaron la época anterior a la Primera Guerra Mundial: las nuevas tecnologías, un sistema económico mundial abierto, libre y basado en reglas, sostenido por la potencia líder del día y un período de generalidad Paz entre los principales países ".

Hoy en día, el libre flujo de capital y comercio excede lo que era en la era anterior a la Primera Guerra Mundial. Y la proporción de estadounidenses nacidos en el extranjero y la proporción de riqueza de los estadounidenses más ricos -un indicador de desigualdad- han vuelto a los niveles anteriores a la Primera Guerra Mundial, después de sumergirse a mediados del siglo XX, como muestran los dos gráficos siguientes .





Al igual que antes de la Primera Guerra Mundial, la segunda gran ola de globalización condujo a un aumento de la inmigración y al aumento de la desigualdad en algunos países, lo que probablemente ayudó a desencadenar la reacción actual.

Feinman dice que la globalización está lejos de ser el único responsable del malestar económico que algunos en los Estados Unidos y en todo el mundo experimentan. Además de la globalización, la tecnología, los cambios sociales y las políticas gubernamentales han sido fundamentales para determinar quién se beneficia y quién pierde la integración económica mundial en las últimas décadas.

Pero la globalización también ha dañado a algunos trabajadores menos cualificados al exponerlos a la competencia. Además, la globalización puede ser un chivo expiatorio político más fácil, dice Feinman: Es más fácil para los políticos culpar a los países extranjeros por sus problemas que la tecnología, ya que la tecnología se ve a menudo en una luz positiva.

Económicamente, estamos viendo señales de que la globalización puede estar cambiando a una velocidad inferior.

En septiembre, la OMC proyectó que el crecimiento del comercio mundial caería al 1,7 por ciento en 2016, el ritmo más lento desde la crisis financiera de 2009. La proporción de la población de Estados Unidos que nace en el extranjero se ha desacelerado. Y el mundo está viendo más barreras comerciales y una desaceleración dramática en la elaboración de nuevos pactos comerciales.

En este punto, la amenaza a la globalización es sobre todo un riesgo más bien que una realidad, dice Feinman, y los "cabezas más fríos bien pueden prevalecer." La economía global sigue siendo notable integrada, y la nueva tecnología está atando a gente alrededor del mundo más de cerca que nunca antes de. Sin embargo, como demuestra la historia, este proceso puede ser revertido.