miércoles, 10 de diciembre de 2014

El minuto eterno y la excusa de la derrota de la Armada Invencible

El minuto eterno en Plymouth: el día que la Armada Invencible pudo vencer a Inglaterra
CÉSAR CERVERA 
ABC


El desastre militar pudo haberse evitado si el Duque de Medina-Sidonia hubiera accedido a la petición de la vieja guardia de su predecesor, Álvaro de Bazán, para atacar al grueso de la flota inglesa, atrapado en el puerto de esta ciudad
Derrota de la Armada Invencible, pintura de Philippe-Jacques de Loutherbourg

Una leyenda inglesa cuenta que Francis Drake, vicealmirante de la flota inglesa, se encontraba jugando a los bolos en la localidad de Plymouth cuando fue avisado de la llegada de la flota que Felipe II había mandado contra la Reina Isabel I. «Tenemos tiempo de acabar la partida. Luego venceremos a los españoles», afirmó el corsario antes de arrojar la siguiente bola. Un episodio inverosímil que el historiador naval Agustín Rodríguez González asemeja al clásico «mito fundacional» –en su libro «Drake y la Invencible»– para esconder una verdad vergonzosa: el secreto peor guardado de Europa sorprendió al grueso de la escuadra inglesa en puerto y sin la artillería preparada. El Duque de Medina-Sidonia, el comandante español, decidió no atacar y seguir de largo en contra de la opinión de la vieja guardia de oficiales que había servido con su predecesor, el célebre Álvaro de Bazán. Para muchos historiadores, la suerte de la que después fue bautizada, con intención burlesca, como «la Armada Invencible» quedó sellada ese día.

Debido a los sucesivos retrasos en los preparativos y a la sangría de gastos que estaba suponiendo la Empresa Inglesa, Felipe II designó un sustituto a principios de 1588 para el almirante Álvaro de Bazán, quizás el marino más prestigioso del siglo XVI y el hombre que estaba al cargo de la armada congregada en Lisboa. Enfermo de tifus y con sus facultades mentalmente mermadas, Bazán falleció el 9 de febrero de 1588, ahorrando al monarca la deshonra de destituir a uno de los héroes de la batalla de Lepanto. Su sustituto fue Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga, VII duque de Medina-Sidonia, no sin antes tratar de rehuir la responsabilidad por todos los medios.

¿Por qué el Rey eligió a Medina-Sidonia?

Medina-Sidonia consideraba que no era el hombre idóneo para conducir la escuadra a las Islas Británicas, puesto que sus conocimiento militares, sobre todo a nivel marítimo, se reducían a una escaramuza al sur de Portugal durante la conquista de este reino. Sin embargo, Felipe II insistió en su decisión y el duque no tuvo otro remedio que desplazarse a Lisboa. Allí el trabajo organizativo del noble castellano –las tareas administrativas eran su mayor talento– dieron rápidamente sus frutos y en pocos meses la flota empezó a tomar forma. De los 104 barcos y 10.000 efectivos disponibles en febrero, se pasó a 130 barcos y 19.000 soldados en mayo. El milagro administrativo, no en vano, había sido posible con el dinero que el duque había puesto de su propio bolsillo.

El objetivo era que la flota se «diera la mano» con los Tercios de Flandes

El hombre elegido por Felipe II se había mostrado diligente hasta ese momento. Precisamente hasta que la flota partió y llegaron las primeras acciones militares. Al atardecer del 31 de mayo de 1588, el último de los barcos de la «Armada Felicísima» abandonó Lisboa en dirección a los Países Bajos, donde Medina-Sidonia debía «darse la mano» con los Tercios de Flandes y trasportar a los soldados a Inglaterra.
Tras un duro viaje donde los barcos tuvieron que reagruparse varias veces, el 29 de julio la escuadra que dirigía Medina-Sidonia se internó en aguas inglesas. A esas alturas, tras dos años de preparativos, los planes de Felipe II eran plenamente conocidos por toda Europa. Como medidas defensivas, Isabel I había organizado un sistema de vigías para avistar la llegada de los barcos españoles al instante y había autorizado a su almirante Lord Howard y al corsario Francis Drake a aprovechar la confusión para contraatacar directamente en España. Sin embargo, la meteorología castigó a la flota inglesa y la obligó a retornar a Inglaterra poco después de su salida, en concreto al puerto de Plymouth, justo unos días antes de la llegada de Medina-Sidonia a ese mismo lugar.

Lejos de la célebre anécdota de Drake jugando a los bolos, el corsario y sus hombres se encontraban reparando y aprovisionando sus barcos tras el fracasado intento por llegar a España, cuando el marino Thomas Fleming trajo la terrible noticia: la flota española estaba a la salida del puerto. Para su fortuna, la falta de perpectiva de Medina-Sidonia iba a salvar a los ingleses del desastre.

La decisión que condenó a «la Felicísima»

A primera hora del 29 julio, el duque convocó un consejo de guerra en el buque insignia de la Armada, «el San Martín», donde algunos oficiales como Miguel de Oquendo, Pedro de Valdés y Juan Martínez de Recalde –la vieja guardia de Álvaro de Bazán– propusieron atacar a Drake en el puerto, como había hecho él en Cádiz un año antes, lo que posiblemente habría supuesto una victoria abultada para los españoles, puesto que el viento en contra impedía que escapara ningún buque. Sin embargo, Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga decidió, bajo la influencia de Diego Flores de Valdés, ceñirse a los planes de Felipe II y dirigirse a Flandes sin mediar combate con los británicos. Cabe mencionar que el marino Diego Flores de Valdés, que más adelante sería responsable de otros episodios negativos en la desastrosa campaña, tenía el mando del barco donde iba el duque y hacía las veces de su consejero naval. Juan Martínez de Recalde –segundo de la escuadra– dirigía su propio galeón, «el Santiago», lo que hacía muy complicada la comunicación entre ambos almirantes.

Oquendo y Recalde, la vieja guardia de Bazán, propusieron atacar a Drake en el puerto
Para muchos historiadores, aquella oportunidad perdida de destruir la flota inglesa sentenció la suerte de la «Felicísima», que recuperó el rol de pesado convoy de trasporte de tropas que Felipe II le había otorgado erróneamente. Una misión que ni las comunicaciones de la época –los Tercios de Flandes no estuvieron preparados a tiempo– ni los ágiles barcos enemigos iban a permitir llevar a cabo.
Los ingleses no pudieron hundir prácticamente ninguno de los galeones españoles, auténticos castillos flotantes, pero Medina-Sidonia no alcanzó a «darse la mano» con los ejércitos hispánicos en los Países Bajos y se vio forzado a bordear las Islas Británicas. Los arañazos alcanzados por los buques ingleses y las tempestades fueron transformando los barcos en ruinas flotantes. La defectuosa cartografía portada por los españoles fue el golpe de gracia para una travesía a ciegas por las escarpadas costas de Escocia y de Irlanda. Allí ocurrió la auténtica catástrofe.

martes, 9 de diciembre de 2014

Francia: La comuna de París

El levantamiento de Primavera

Una descripción detallada de la destrucción sin sentido de la Comuna de París
The Economist



Masacre: La vida y muerte de la Comuna de París de 1871. Por John Merriman. Basic Books; 324 páginas; $ 29.99. Yale University Press; £ 20. Compre de Amazon.com, Amazon.co.uk

El aplastamiento de la Comuna de París sigue siendo difícil de comprender. Más de dos días en mayo de 1871, 130.000 soldados del ejército regular francés entró en París para suprimir un gobierno de la ciudad improvisada que se hace llamar La Comuna. Los historiadores todavía discuten las cifras, sino siete días después, el ejército había matado tal vez 10.000 defensores, ayudantes desarmados y transeúntes desafortunados. Los prisioneros fueron fusilados sin más. De 36.000 personas detenidas, alrededor de 10.000 fueron ejecutados, encarcelados o deportados.

En "Masacre", John Merriman un historiador de la Universidad de Yale, combina dos tareas narrativas con el arte considerable: una visión general de los antecedentes enredado y primeros planos vivos desde la calle. El colapso de los ejércitos de Francia en una guerra mal elegido con Prusia un año antes había acabado autoritario Segundo Imperio de Napoleón III. Ciudades francesas radicales compitieron con un campo conservador para el control de una nueva república frágil. Para sellar la victoria, los alemanes sitiaron la capital. Como los suministros de alimentos empezaron a escasear en enero de 1871, los franceses demandado por términos. Los votantes cansados de la guerra eligieron un gobierno de derecha bajo Adolphe Thiers, otorgándole un mandato vigente a aceptar una paz alemana dura.

La Comuna surgió de la sensación entre los parisinos que habían sido traicionados. Candidatos radicales habían barrido sus escaños parlamentarios. Sobre todo en los barrios más pobres al este, repulsión en la paz, los sueños de la lucha en la ira y en el levantamiento de una moratoria de las deudas de guerra se mezclaban con las esperanzas de los derechos democráticos y la reforma social.

Cuando, el 18 de marzo, Thiers buscó un intento de recuperar el control en París de una milicia radicalizada, unidades del ejército regular pusieron del lado de la milicia. En cierto pánico, Thiers recordó el ejército y el gobierno de Versailles. La autoridad del Estado de haber sido retirado de la capital, París eligió una comuna autónoma de alrededor de 90 miembros, aunque unos 20 de distritos más ricos rechazaron sus asientos. Lo radical de París vio como la autonomía, Versalles conservadores consideran como revolución. Qué Versalles fue la restauración del orden político, la Comuna tomó por la lucha de clases por los ricos.

La Comuna no era ni socialista ni proletaria. Sus miembros eran en su mayoría artesanos autónomos o profesionales menores. Charla anarquista y utópica sonó en clubes políticos. La Comuna sí quería autonomía cívica y para eliminar los agravios que perjudican a los artesanos y las pequeñas empresas. Duró 72 días, poco tiempo para lograr cualquier cosa, aunque lo suficiente para que Thiers para reagruparse y aplastar una insurgencia espontánea su gobierno había hecho mucho por lograr.

Sr. Merriman hace un buen trabajo de mostrar la Comuna de cerca, así como plano general. Usando las palabras de los presentes, que cuenta la historia desde la calle, día a día, y, en la semaine sanglante sí, casi hora por hora. Los rumores vuelan, las decisiones se toman a ciegas y revocadas después de que se han llevado a cabo. Horrores ocurren en una esquina de la calle. No muy lejos de un cómodo notas parisinos lo que comió para el almuerzo.

Como sombrío cuento del señor Merriman de la última semana se desarrolla, el salvajismo del gobierno parece cada vez más desquiciado. El resultado militar nunca estuvo en duda. Los comuneros fueron superados en número más de ocho a uno. Aplastar la Comuna no restauró la monarquía o descarrilar la república. Dentro de una década, los condenados fueron amnistiados. A partir de 1880 sobre los objetivos liberales y democráticas de la Comuna fueron aceptadas política republicana. La masacre aparece en esa luz casi sin sentido y, salvo en la memoria partidista, sin efectos duraderos.

El miedo y la ira, en fin, parece que han hecho cargo. Derechista votantes, el gobierno y la prensa pintaban una caricatura espeluznante de la gente común y luego cree su propia invención. Las tropas fueron dados periódicos vilipendiar parisinos como traidores y degenerados. Imágenes histéricas vivían en los libros que tratan de la masacre como el castigo de los crímenes de Communard oficiales de averías, el asesinato de rehenes clericales, la quema de símbolos de París. Aunque doloroso, esos excesos palidecían en comparación con las represalias.

El relato del señor Merriman crece enredada a veces, dejando a los lectores a encontrar su camino a través de los matorrales. El gran mérito de "masacre" es centrar la atención en la enormidad de la indignación moral perpetrado por un Estado moderno y una sociedad supuestamente civilizada contra sus propios ciudadanos. En el recuento del señor Merriman, la Comuna de París es un recordatorio de que los peores villanías son posibles una vez que han deshumanizado a tu oponente.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Vida civil: La Fanta Nazi

El curioso origen del refresco Fanta
POR ALFRED LÓPEZ



Detrás del origen del refresco Fanta hay una curiosa historia que nos traslada a la Alemania Nazi de 1941.

La compañía Coca-Cola en Alemania operaba de manera autónoma desde 1929 en territorio germano. Allí era, y sigue siendo, conocida como Coca-Cola GmbH.

Durante la Segunda Guerra Mundial Alemania sufrió el bloqueo aliado, lo que llevó a no poder recibir el sirope (cuya fórmula era secreta) para producir el famoso refresco de cola. Max Keith, uno de los directivos de la empresa, tuvo que ingeniárselas para crear un nuevo refresco que hiciera las delicias de los consumidores.

Evidentemente no podía hacer otra bebida de cola, ya que entraría en directa competencia con la que ellos comercializaban a través de la franquicia y que esperaban seguir fabricando una vez que acabase el bloqueo.

Max Keith pensó en una bebida refrescante a base de zumo de fruta y el primer sabor por el que se apostó era el de naranja. Que una bebida de frutas estuviera carbonatada era un concepto innovador, lo que hacía prever que sería todo un éxito.

Ahora solo faltaba encontrar un nombre efectivo al nuevo producto, así que se instó, a través de un concurso, a todos los trabajadores de la empresa a que aportasen ideas para bautizar al refresco e invitaba a todos a dejar volar su fantasía en busca de un nombre adecuado.

Joe Knipp, uno de los operarios de la fábrica, al escuchar la propuesta y la palabra fantasía (fantasie en alemán) tuvo la rápida ocurrencia de proponer el nombre de Fanta.
 

domingo, 7 de diciembre de 2014

Comunismo: Los campos de concentración de mujeres en Bulgaria

Así torturaban y asesinaban los comunistas a las mujeres en los campos de concentración
Tenían prohibido ir al baño, trabajaban durante 18 horas o les obligaban a correr cargando piedras enormes, entre otras muchas atrocidades.


En esta localidad de Lovech fueron asesinados cientos de presos | R.Yordanov

RADOSLAV YORDANOV - Libertad Digital

Hace una semana se cumplieron los primeros 100 años de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, fecha en la que millones de personas demandan la igualdad y elogian la figura de las mujeres en la sociedad.

En los países comunistas durante la segunda mitad del siglo pasado, la propaganda del régimen destacaba en este día el importante papel que había desempeñado la mujer en la construcción de la sociedad socialista, y su supuesta liberación de las "ataduras del hombre y la propiedad privada de las sociedades burguesas".

Sin embargo, fue precisamente en los países del bloque comunista , donde las mujeres perdieron todos sus derechos y libertades. En la Bulgaria comunista, por ejemplo, miles de mujeres fueron enviadas a campos de concentración por razones como estas: "quiere divorciarse de su marido", "se viste de forma provocativa y moderna", "escucha música imperialista" o "espera en los puertos marineros estadounidenses para escapar con ellos", etc.

Las inhumanas condiciones de la cárcel de Lovech


Hace 70 años los comunistas llegaron al poder en el país balcánico de forma violenta, y en unos pocos meses asesinaron a miles de personas contrarias a las ideas de la izquierda. Fue también en 1944, cuando el régimen dictatorial comunista creó los primeros campos de concentración para consolidar su poder eliminando los "elementos reaccionarios". Entre 1944 y 1962 había en Bulgaria más de 90 campos de concentración, y en una decena de ellos también encarcelaron a mujeres.

El campo de concentración más duro fue el de Lovech, más conocido como "la cárcel de la muerte". Nikola Dafinov, uno de los supervivientes del aquel terror, contó a Libertad Digital que en Lovech había más de 150 mujeres, que trabajaban en la cantera junto con los hombres. "Murieron al menos 50 mujeres, bien porque les asesinaban por no cumplir la norma diaria, bien porque sus cuerpos no aguantaban las cargas."

Cada día las mujeres tenían que cavar 5 metros cúbicos de tierra para que los hombres encarcelados pudieran sacar piedras. Su comida diaria consistía en sólo 400 gramos de pan y un poco de sopa o agua. Uno de los torturadores, Petar Gogov, reconoció durante un juicio en 1990 que las condiciones en la cárcel eran insoportables. "Muchos presos murieron por la fatiga y el cansancio. La jornada laboral era muy dura. Recuerdo que las mujeres tenían que cavar cinco metros cúbicos de tierra y trasladarla luego a 30 metros de distancia. Era una norma imposible para cualquier mujer."

Además, las encarceladas tenían prohibido ir al baño durante las noches, por lo que tuvieron que utilizar dos cubos. Las mujeres, que sobrevivieron al terror de Lovech, recuerdan también que los vigilantes las obligaban a correr llevando enormes piedras o con carretillas llenas de tierra. Cuando ya no podían aguantar, los comunistas las pegaban y torturaban.

Encarcelada y torturada por intentar divorciarse


Una de estas mujeres fue Raina Gueorguieva que fue encarcelada en el campo de concentración de Lovech por haber intentado divorciarse de su marido. "A los policías comunistas de la cárcel les encantaba levantarnos las faldas y golpearnos. Se divertían mucho cuando nos obligaban a correr llevando piedras enormes. Muchas perdimos la conciencia".

A pesar de que fue golpeada con crueldad en numerosas ocasiones, el peor momento de la joven Raina fue cuando tuvo que presenciar el brutal asesinato de otra mujer encarcelada, que se llamaba Dina Pitzina. "Un día llegó a la cárcel una mujer que tenía sobrepeso y que no podía cumplir con la norma diaria de cavar 5 metros cúbicos de tierra. Entonces, una de las vigilantes llamó a Gazdov para decirle que esta mujer no quería trabajar. Entonces él dijo que había "que eliminarla". Después de recibir la orden, una de las vigilantes empezó a golpearla con una vara, y luego metió la vara en su boca y empujaron hasta que a la pobre mujer se le salieron los intestinos. Los vigilantes dejaron su cuerpo desnudo en la barraca donde dormíamos hasta que al día siguiente se le ordenó a algunos presos enterrarla.

"Nosotros decidimos si vives o mueres"


Otra superviviente del terror comunista en Lovech, Lyliana Popova, fue encarcelada por intentar escapar a la República Federal de Alemania. "Al llegar a este campo de concentración, lo primero que vi fue como el policía Gazdov pegó una paliza a una mujer llamada Yodka. La golpeó varias veces en los pechos con una vara. La mujer no dejó de vomitar sangre durante toda la noche".

Popova recuerda con dolor que cuando llevaba apenas unos días en el campo intentó suicidarse al saltar de la cantera más grande. "Los vigilantes me detuvieron. Ni siquiera me permitieron suicidarme. Me dijeron que sólo ellos tenían derecho a decidir si yo iba a vivir o no. A causa de este accidente, decidieron castigarme al golpearme por todo el cuerpo."

Después de la caída del régimen en 1989, Popova contaría al periodista Hristo Hristov un incidente que también tuvo lugar en el campo de concentración de Lovech, y que nunca podrá olvidar."En la cárcel de Lovech conocí a una mujer, que se llamaba Radka. Era una mujer muy bajita e inofensiva, pesaba 35 kilos como mucho. Un día intentó escapar, pero los vigilantes la detuvieron y la dejaron para que se la comieran los perros. De la pobre mujer no quedó nada" recordaba Popova.

Encarcelados por robar una bicicleta


Al campo de concentración de Lovech también fueron enviados varios miembros de una misma familia como en el caso de los Bushevi. Ivanka y Boris Bushevi se habían casado en 1958, pero sólo tres años más tarde fueron enviados al campo de concentración de Lovech. La razón de su encarcelamiento fue el hecho de que Boris Bushev había robado una bicicleta. Ivanka sobrevivió al terror comunista de Lovech, mientras que su marido fue asesinado.

Busheva recuerda atemorizada que una vigilante llamada Totka Nesheva las golpeaba todos los días sin razón alguna. "Un día Nesheva me ordenó que pegara a otra encarcelada, una mujer joven, y que la metiera una vara en su vagina hasta asesinarla. Me negué a hacerlo, por lo que dos vigilantes me pegaron con una correa durante horas.".

No obstante, la pesadilla de Ivanka Busheva sólo acababa de empezar. "Una segunda vez me torturaron y pegaron con crueldad porque ayudé a Nadia Ivkova, de Sofía. La habían pegado tanto que todos la dimos por muerta. Yo limpié sus heridas, y cuando Gazdov y Gogov se enteraron de ello, decidieron castigarme al pegarme con una enorme correa".

El campo de concentración de Skravena


Cuando la cárcel de Lovech fue clausurada, muchas mujeres fueron trasladas a un campo de concentración exclusivamente para mujeres. Pocas mujeres sobrevivieron para contar sus trágicas historias en Skravena. Historiadores y fiscales coinciden en que todavía falta mucho por conocerse sobre las atrocidades comunistas en los campos de concentración y lamentan que muchos de los archivos fueran destruidos.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Araucanos llegaron después de 1820 a Argentina

MAPUCHES

Señor Director:

"He leído el artículo de E. Himitian, «La comunidad mapuche pidió la restitución de tierras». Corresponde aclarar, con respecto a los reclamos del llamado Foro de Pueblos Originarios, que a diferencia de los kollas de Salta y Jujuy (170.000 personas), de los chiriguanos del Bermejo, de los mbyá de Misiones -unos 3000-, de los guaycurú (tobas, mocovíes, pilagá), unos 82.000, de los matacos (wichi, chulupíes y chorotes), también 82.000, y de nuestros tehuelches (unos 2500), los mapuches no son originariamente argentinos.

"La Araucania, en Chile, abarcaba, desde el río Bío Bío al Norte, hasta el Tolten al Sur. Los mapuches, cruzando la cordillera, atacaron y vencieron a nuestros indígenas, tehuelches y pehuenches, araucanizando nuestras pampas, imponiendo su lengua mapa dungu y arrojando a nuestros naturales al sur del río Negro y este de Buenos Aires. Esta invasión comenzó en el siglo XVIII, se concretó tras la guerra a muerte en Chile (1819/1824) y su dominación duró hasta la campaña del general Roca. Cuando Villegas realizó su campaña en Neuquén, los chilenos, que ya habían terminado la Guerra del Pacífico, atacaron la Araucanía (1883), venciendo a los mapuches y tomando posesión de sus tierras.

"Me causa asombro, cuando me entero de los reclamos mapuches, que nuestras autoridades no les aclaren que no son un pueblo originario de nuestra tierra."





La Nación

viernes, 5 de diciembre de 2014

SGM: El baseball arruina la Operación Greif

El béisbol resultó el peor enemigo de la «Wehrmacht» en las Ardenas
ALBERTO IGNACIO ARILLA - ABC


Los comandos de Skorzeny que, vestidos con uniformes de Estados Unidos y hablando inglés, debían sembrar el caos tras las líneas enemigas antes de la ofensiva, pudieron ser descubiertos y arrestados por no saber contestar sencillas preguntas sobre el popular deporte norteamericano

Una veintena de los comandos de Skorzeny fueron fusilados bajo la acusación de espionaje por vestir uniforme enemigo. Se les descubrió por no poder contestar unas sencillas preguntas sobre el popular deporte americano del béisbolLa ofensiva desatada en Las Ardenas a mediados de diciembre de 1944 resultó el último intento de Hitler de imponerse a los aliados en el frente occidental. Sus mejores unidades blindadas debían avanzar rápidamente hacia el mar, ocupando Bruselas y Amberes, de manera que al norte de esa línea quedaran embolsados varios ejércitos ingleses y americanos, en una operación hasta cierto punto similar a la desarrollada en 1940 y que supuso la total derrota de franceses, belgas e ingleses.

La Operación Wacht am Rhein (Guardia del Rin) debía ir precedida por la denominada Operación Greif (Grifo), consistente en infiltrar tras las líneas enemigas cerca de un centenar de alemanes camuflados como soldados americanos con el objetivo de causar el mayor caos posible en la zona, dando órdenes o noticias falsas, desviando unidades y alterando todos los indicativos de los cruces de carreteras. Además de los soldados, estas fuerzas disponían de vehículos y carros de combate en su mayoría tomados al enemigo, pero otros de la amplia panoplia de blindados alemanes debidamente camuflados.

Bajo las órdenes de Otto Skorzeny, a quien el Führer en persona había encargado la puesta en marcha de este plan, los escogidos entre los militares alemanes por su mejor conocimiento del inglés se prepararon concienzudamente a lo largo de cerca de dos meses para representar lo mejor posible su papel. Y su inicial actuación fue un éxito, hasta el punto de que los mandos militares norteamericanos pronto advirtieron que semejante caos en sus líneas del frente no podía ser casual, cayendo pronto en la cuenta de lo que estaba sucediendo… Y rápidamente utilizaron un pequeño truco para descubrir a los infiltrados: hacer preguntas sobre el béisbol y los últimos resultados de la liga de ese deporte a cualquier soldado o grupo de soldados que no pudiera ser reconocido por un oficial superior y de confianza.

Desde ese momento, la Operación Greif resultó un fracaso. Al menos una veintena de los comandos de Skorzeny fuero descubiertos, arrestados, juzgados por espionaje (por llevar uniforme enemigo) y fusilados. El resto huyó hacia las líneas alemanas, mientras los americanos restablecían un mínimo orden entre sus unidades. Las divisiones panzer que entraron en acción después de los infiltrados de Skorzeny tuvieron un éxito inicial, pero menos de una decena de días más tarde, sin haber alcanzado ni tan siquiera las riberas del Mosa, la ofensiva se detuvo.

jueves, 4 de diciembre de 2014

SGM: La derecha japonesa quiere hacer olvidar a las mujeres de confort

Reescribiendo la guerra, la derecha japonesa ataca un periódico
Por MARTIN FACKLERDEC -  The New York Times


Takashi Uemura, ex periodista, está siendo atacado por sus reportajes sobre "mujeres de confort". Crédito Ko Sasaki para The New York Times


SAPPORO, Japón - Takashi Uemura tenía 33 años cuando escribió el artículo que haría su carrera. A continuación, un periodista de investigación de The Asahi Shimbun, el segundo periódico más grande de Japón, examinó si el Ejército Imperial había obligado a las mujeres a trabajar en burdeles militares durante la Segunda Guerra Mundial. Su informe, bajo el título "Recordar todavía trae lágrimas", fue uno de los primeros en contar la historia de un ex "mujer de confort" de Corea.

Avanzando rápido un cuarto de siglo, y lo que el artículo ha hecho al Sr. Uemura, ahora de 56, y retirado del periodismo, un objetivo de la derecha político de Japón. Los tabloides tildarlo de traidor por difundir "mentiras coreanas" que, según ellos eran parte de una campaña de desprestigio dirigida a ajustar cuentas con el Japón. Las amenazas de violencia, el Sr. Uemura dice, le han costado un trabajo de enseñanza universitaria y pronto podría robarle un segundo. Los ultranacionalistas han llegado incluso a estar detrás de sus hijos, con la publicación de mensajes de Internet instando a la gente a llevar a su hija adolescente a un suicidio.

Las amenazas son parte de un amplio asalto vitriólica por parte de los medios de comunicación y políticos de derecha aquí en el Asahi, que ha sido durante mucho tiempo el periódico que los conservadores japoneses les encanta odiar. La batalla es también la más reciente andanada en una disputa de larga discusión acalorada sobre la culpabilidad del Japón por su comportamiento durante la guerra que ha estallado bajo el gobierno de derecha del primer ministro, Shinzo Abe.

Esta última campaña, sin embargo, ha ido más allá de todo Japón de la posguerra ha visto antes, con los políticos nacionalistas, incluido el Sr. Abe mismo (primer ministro japonés), desatando un torrente de insultos que ha intimidado a uno de los últimos bastiones de influencia política progresiva en Japón. También ha envalentonado a los revisionistas que piden un replanteamiento de la disculpa del gobierno de 1.993 para la coacción durante la guerra de las mujeres a ejercer la prostitución.

"Están utilizando la intimidación como una forma de negar la historia", dijo el Sr. Uemura, quien habló con una urgencia rogando y llegó a una entrevista en esta ciudad norteña con pilas de papeles para defenderse. "Nos quieren intimidar en silencio."

"La guerra contra el Asahi," como comentaristas han llamado, comenzó en agosto, cuando el periódico hizo una reverencia a la crítica pública y se retractó de al menos una docena de artículos publicados en la década de 1980 y principios de los 90. Esos artículos citaron un ex soldado, Seiji Yoshida, quien afirmó haber ayudado a las mujeres coreanas para secuestrar a los burdeles militares. Sr. Yoshida fue desacreditado hace dos décadas, pero la derecha japonesa se abalanzó sobre el gesto del Asahi y llamó a un boicot para conducir los 135 años de edad, el diario de negocios.

En declaraciones a un comité parlamentario en octubre, el Sr. Abe dijo "Información errónea del Asahi ha hecho que muchas personas heridas, la tristeza, el dolor y la ira. Se hirió a la imagen de Japón ".

Con las elecciones de este mes, los analistas dicen que los conservadores están tratando de entorpecer el principal periódico de izquierda, de centro de la nación. El Asahi ha apoyado durante mucho tiempo una mayor expiación por el militarismo de guerra de Japón y se ha opuesto el Sr. Abe en otros temas. Pero se encuentra aislado cada vez más como la oposición liberal de la nación sigue en desorden después de una aplastante derrota en las urnas hace dos años.

Sr. Abe y sus aliados políticos también se han aprovechado de los problemas del Asahi como una oportunidad largamente esperada para ir tras el partido más grande: la vista ahora internacionalmente aceptado que los militares japoneses coaccionado a decenas de miles de coreanos y otras mujeres extranjeras a la esclavitud sexual durante la guerra.

La mayoría de los principales historiadores están de acuerdo en que el Ejército Imperial trató a las mujeres en los territorios conquistados como botín de la batalla, el redondeo de ellos para trabajar en un sistema de burdeles militares ejecutar conocidos como centros de solaz que se extendían desde China hasta el Pacífico Sur. Muchos fueron engañados con ofertas de empleo en las fábricas y los hospitales y luego forzadas a mantener relaciones sexuales a los soldados imperiales en los centros de solaz. En el sudeste de Asia, existe evidencia de que los soldados japoneses simplemente secuestraron a las mujeres a trabajar en los burdeles.

Entre las mujeres que hayan dado a conocer a decir que fueron forzadas a tener relaciones sexuales con los soldados son chinos, coreanos y filipinos, así como las mujeres holandeses capturados en Indonesia, entonces una colonia holandesa.

Hay poca evidencia de que los militares japoneses secuestrados o participó directamente en atrapar las mujeres en Corea, que había sido una colonia japonesa desde hace décadas, cuando comenzó la guerra, aunque las mujeres y los activistas que los apoyan dicen que las mujeres a menudo eran engañados y obligados a trabajar en contra de su voluntad.

Los revisionistas, sin embargo, se han aprovechado de la falta de evidencia de secuestros negar que algunas mujeres estaban cautivos en la esclavitud sexual y para argumentar que las mujeres de solaz eran simplemente campamento siguiente prostitutas a hacer buen dinero.

Para los estudiosos del tema mujeres de solaz, la sorpresa no fue la conclusión del Asahi que el señor Yoshida había mentido - el periódico reconoció en 1997 que no podía verificar su cuenta - pero que esperó tanto tiempo para emitir una retractación formal. Los empleados de The Asahi dijo que finalmente actuó porque los miembros del gobierno de Abe habían estado utilizando los artículos de criticar a sus reporteros, y esperaba a despuntar los ataques mediante el establecimiento de las cosas en claro.

En cambio, el movimiento provocó una tormenta de denuncias y se entregó a los revisionistas una nueva apertura para promover su versión de la historia. Ellos también están presionando a un reclamo que ha dejado a los expertos extranjeros rascándose la cabeza con incredulidad: que solo El Asahi es el culpable de convencer al mundo de que las mujeres de solaz eran víctimas de coerción.

Aunque decenas de mujeres se han presentado con el testimonio de sus pruebas, el derecho japonés sostiene que fue la presentación de informes del Asahi que dio lugar a la condena internacional de Japón, incluyendo una resolución de 2007 por los Estados Unidos Cámara de Representantes llamado en Japón a disculparse por "uno de los mayores casos de trata de personas en el siglo 20 ".

Para los conservadores, humillándose El Asahi es también una manera de avanzar en su agenda desde hace mucho tiempo de borrar representaciones de Japón imperial que consideran demasiado negativo y, finalmente, volcar la disculpa 1993 para consolar a las mujeres, según los analistas. Muchos en la derecha han argumentado que el comportamiento de Japón no era peor que la de otros combatientes de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo el bombardeo de civiles japoneses de los Estados Unidos.

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"La admisión del Asahi es una oportunidad para que la derecha revisionista que decir: 'Ver! Les dijimos que sí! '", Dijo Koichi Nakano, un politólogo de la Universidad de Sophia en Tokio. "Abe ve esto como su oportunidad de ir después de un problema histórico que él cree que ha herido el honor nacional de Japón."

El competidor conservador del Asahi, The Yomiuri Shimbun, el periódico de mayor circulación en el mundo, ha capitalizado en los problemas de su rival mediante la distribución de folletos que resaltan los errores del Asahi en la información sobre las mujeres de consuelo. Desde agosto, la circulación diaria del Asahi se ha reducido en 230.797 para llegar a cerca de siete millones de lectores, según la Oficina de Auditoría de Circulaciones de Japón.

Los tabloides de derecha han ido más lejos, señalando el Sr. Uemura como un "fabricante de mujeres de confort" a pesar de que su artículo no se encontraba entre los que El Asahi retiró.

El Sr. Uemura dijo The Asahi había sido demasiado miedo para defenderlo, o incluso a sí mismo. En septiembre, los altos ejecutivos del periódico se disculpó por la televisión y dispararon el editor en jefe.

"Abe está utilizando problemas del Asahi para intimidar a otros medios de comunicación a la autocensura", dijo Jiro Yamaguchi, un politólogo que ayudó a organizar una petición para apoyar al Sr. Uemura. "Esta es una nueva forma de macartismo".

Gakuen University Hokusei, una pequeña universidad cristiana donde el Sr. Uemura conferencias sobre la cultura y la historia local, dijo que estaba revisando su contrato debido a amenazas de bomba por los ultranacionalistas. En una tarde reciente, algunos de los partidarios del Sr. Uemura se reunieron para escuchar un sermón de advertencia en contra de repetir los errores de los años oscuros antes de la guerra, cuando la nación pisoteada disidencia.

El Sr. Uemura no asistió, explicando que él ahora era reacio a aparecer en público. "Este es el camino de la derecha de amenazar a otros periodistas en el silencio", dijo. "Ellos no quieren sufrir la misma suerte que tengo."

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El Gral Prado, 47 años después del matar al cubano Guevara

El hombre que mató al Che, 47 años después
El final de Ernesto Guevara. Un soldado del ejército boliviano recibió la orden de ejecutarlo. Y dejó todo contado por escrito. Día atrás, un diario español dio con él en Santa Cruz de la Sierra.




El diario español El Mundo publicó este domingo una entrevista con el hombre que supuestamente mató al Che Guevara el 9 de octubre de 1967 en la localidad de La Higuera, en el sudoeste de Bolivia.

Dos periodistas de ese diario viajaron hasta Santa Cruz de la Sierra para hablar con Mario Terán Salazar, al que identifican con el soldado que disparó contra Guevara, capturado el día anterior por el Ejército de Bolivia cuando intentaba llevar la revolución a este país.



Los periodistas no consiguen de Terán Salazar una confesión de que fue él quien dio muerte al Che, pero han conseguido de su entonces superior jerárquico, el hoy general Gary Prado, el reconocimiento de cómo habían transcurrido los hechos, que el propio Terán contó por escrito.

Según ese relato, tras la captura de Guevara los militares recibieron la orden gubernamental de ejecutarlo y varios soldados se ofrecieron voluntarios para hacerlo.

El coronel Joaquín Zenteno designó a Terán, quien se dirigió a la escuela de La Higuera en la que estaba retenido el Che.

Al entrar en la sala Guevara se percató de las intenciones del suboficial Terán y le dijo: "Usted viene a matarme (...) Póngase sereno, usted va a matar a un hombre".

Según la confesión por escrito que hizo a sus superiores, Terán se sintió cohibido por la presencia del guerrillero y tuvo un mareo.



Exhibición. Luego de matarlo, lo llevaron a Valle Grande y lo mostraron en una conferencia de prensa.

"Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el corazón...", dice. El diario pública una foto del suboficial Terán en 1967 y ahora, cuando tiene 72 años.

El general Gary Prado lo reconoce en las fotos y afirma que todavía se ven esporádicamente en Santa Cruz de la Sierra.

Prado asegura que siempre recomendó al suboficial que no confesara públicamente su papel protagonista en la muerte de Guevara, para evitar posibles venganzas de sus seguidores.

En la charla de poco más de veinte minutos con Terán, en su casa de Santa Cruz, el antiguo suboficial juega con la confusión y afirma que hubo tres militares con su mismo apellido en el Ejército boliviano.

Por eso apunta que "seguramente" ha sido confundido durante toda su vida con quien mató al Che.

Afirma que su compañía estaba alejada de La Higuera en los días de la captura y muerte del líder guerrillero, de quien no tiene buena opinión.

"Para mí ha sido un invasor. Tenía ideas que con su guerrilla quería inculcar en la gente boliviana... ¡Cómo lo idolatran ahora!... ¡Tanta gente ha caído", asegura el ex militar, hoy jubilado.

Clarín