lunes, 17 de julio de 2023

Invasiones inglesas: El grupo que recrea las batallas en Buenos Aires

Armó un grupo que recrea combates y batallas históricos: “Es increíble lo que se siente”

Pablo Candahosa tiene una emprendimiento de servicios, pero su pasión por el pasado lo llevó a organizar réplicas de enfrentamientos para conquistar la Independencia. La investigación de cada hecho, la artillería y la vestimenta son algunos de los condimentos fuertes de los extraordinarios encuentros. “No somos personas disfrazadas, somos recreacionistas”, explica


Pablo Candahosa durante la recreación de la conquista de la Isla Martín García, en Casa Amarilla (Gustavo Gavotti)

Pablo Candahosa se pone en la piel de un almirante español a cargo del Real Cuerpo de Artillería, enviado por el Rey de España, para controlar la línea marítima del Río de la Plata, durante las batallas por la independencia. Desde hace unos quince años, cada vez que un evento patrio lo amerita se calza el uniforme, toma su artillería y allí va, dejando de ser el empresario de servicios para empresas y dar paso a Rudesindo Tilli, el almirante que arribó al puerto de Buenos Aires con 148 hombres. Pero, asegura, que puede ser cualquier otro almirante.

El pasado sábado 24 de junio, junto al Real Cuerpo de Artillería N° 1 del Río de la Plata fue parte de la recreación de la histórica conquista de la Isla Martín García, ocurrida en 1814. El evento se realizó en Casa Amarilla, réplica de la casa donde vivió el Almirante Guillermo Brown.

“Es hermoso lo que se siente durante estos eventos, que no son una obra de teatro porque no somos personas disfrazadas sino recreacionistas”, diferencia y cuenta sobre todo el trabajo previo que realizan antes de una representación de este tipo, que no cuenta con sponsors ni subvenciones.

Cuando está de “civil”, Pablo trabaja en la empresa que presta servicios de diferentes rubros a empresas privadas, desde maestranza hasta logística. “Trabajo en esto desde los 14 años porque comenzó como una empresa familiar, con mi viejo, y lo seguí”, cuenta el hombre de 45 años.

La recreación del 24 de junio se realizó en Casa Amarilla, réplica de la casa donde vivió el Almirante Guillermo Brown (Gustavo Gavotti)

 

Hacer la historia

“Hace 20 años, un grupo de personas que recorrió Europa trajeron a Buenos Aires la idea de recrear las batallas y combates que se realizaron en el Río de la Plata, donde sucedieron los principales hechos en la época del Virreinato. Estas personas no se disfrazaban para hacer un papel protagónico de una persona en especial, la palabra disfraz no va con esto, sino que se vestían y uniformaban en función a la época y empezar a desempeñar papeles protagónicos y, con el transcurso de los años, se fueron sumando muchas personas”, resume.

Pablo se sumó hace 15 años como invitado a un evento realizado en el Tiro Federal de Quilmes. Quedó impactado y su expresión ante lo que veía hizo que un hombre se le acercara y preguntara: “¿Vos querés participar?”, le dije que si y ahí arranqué en un grupo que se llama Corsario del Plata, que sigue activo y estuvo también en el evento realizado en Casa Amarilla”, cuenta.

El combate, al mando del Teniente Coronel de Marina Guillermo Brown, fue recreado ante un centenar de personas (Gustavo Gavotti)

“Comencé como una especie de soldado raso y con el tiempo formé el Círculo Argentino Recreacionista, que trata de comprender los batallones o aquellos recreadores independientes, porque no todos están relacionados con algún batallón específico o con alguna sección de la historia específica”, detalla sobre los que hoy suman quince grupos sólo en la ciudad de Buenos Aires y todos recrean a uno que en verdad haya existido, no hay nombres de fantasía, por eso la investigación histórica es sumamente importante.

Cada grupo puede estar formado por unas diez o pocas más personas. “Es muy lindo cada vez que se realiza un evento porque somos los mismos de siempre y nos conocemos. Estamos hermanados un poco con la cultura militar porque, esto tiene que ver sólo con los hechos acontecidos en la época del Virreinato, entonces lo que sucedía era de esa índole y nosotros tratamos de recrear exactamente lo mismo y lo que pasaba es que hay como una cabeza de mando, que baja órdenes, y así armamos los batallones. Y nos ayudamos entre todos, tenemos una especie de organización en cada sección y de ahí nos vamos acomodando para lo que surja en cada evento”, especifica.

A medida que les llegan las invitaciones para ser parte de un evento, generalmente organizados por escuelas o instituciones, se comunican entre esos grupos para saber quienes puede ser parte y armar la recreación de la que, además, participarán “civiles”.

"Es hermoso lo que se siente durante una recreación", asegura (Gustavo Gavotti)

“Ninguno de todos los grupos, al menos los que conozco, estamos subvencionados. Ponemos dinero de nuestros bolsillos, en algunos eventos nos dan refrigerio, y eso lo destacamos, pero la mayor carga la tiene el recreacionista que se uniforma, que tiene su armamento y eso es algo personal que lleva una inversión. Detrás de todo eso, la mejor paga es el aplauso del público”, asegura.

La recreación puede llevar hasta unas cuatro horas porque no se trata solamente de las batallas sino que se invita a los espectadores a ser parte del convite. “Hay damas antiguas, caballeros, gente que se pasea por el espacio y que es parte de la tertulia, que son quienes se ocupan de entusiasmar al público y mientras les cuenta lo que pasará se escucha de fondo el sonido de las tropas que avanzan. Es todo una puesta en escena que realmente hace que la gente reviva el hecho histórico que se recrea”, asevera.

La batalla puede durar unos 20 minutos. “Llevamos los cañones, que son réplicas de los que en verdad se usaron en esos combates y que no hacen ningún daño sino que sólo tienen un cartucho de pólvora para hacer estruendo y fogueo, y también vamos con nuestra artillería”, señala.

Las batallas pueden llevar unos 20 minutos, pero el evento hasta cuatro horas (Gustavo Gavotti)

Los uniformes también son réplicas exactas a los usados por los diferentes batallones o cuerpos en esos años de conquista de la Independencia. “Con las telas de hoy, son confeccionados por una sastre, Dora Pérez, que además es una estudiosa que investiga al detalle cada uno de ellos y los confecciona. No hay un lugar específico donde comprarlos”, explica.

Pablo destaca que muchas veces, para que el despliegue y la recreación sea perfecta, algunas personas se mimetizan con el prócer que recrean. “Somos cuasi actores uniformados que nos convertimos en el papel que nos toca en ese momento, hay personas con un nivel de pasión tan alto que trata por copiar al prócer que quiere recrear de la mejor manera que, a veces, pasa meses dejándose el bigote, la patilla, se deja crecer el pelo para poder hacerse un peinado y hasta tratando de cambiar su contextura física y paga para mandarse a hacer un uniforme que si lo ves hasta crees que vivió hace 200 años. Su vida contemporánea la acomoda para cuando llega la recreación”, describe.

Entusiasmado y si dejar de resaltar las bondades de lo que lo apasiona, sigue: “Todos los que hacemos esto, lo hacemos por amor a la recreación, con mucha voluntad y poniendo dinero. Es toda una inversión, pero te puedo garantizar que reemplaza, al menos para mi, a una terapia, porque es muy lindo hacerla”.

“Cuando estamos haciendo la recreación de una batalla, así fuese que hay ganadores y perdedores, heridos y victoriosos, para nosotros es increíble porque detrás de todo eso estamos nosotros mismos y eso, acompañado por el aplauso de quienes lo ven, no tiene precio ”, finaliza.


domingo, 16 de julio de 2023

Guerra Antisubversiva: Las tristes fotos del Cnel. Ibarzábal asesinado por el ERP

La foto del coronel Ibarzábal, asesinado por el ERP tras diez meses de tortura, que Twitter censuró

“Así nos entregó el ERP a mi papá. Dentro de un armario metálico”, decía el tuit que Silvia posteó en el aniversario número 47 del crimen de su padre, Jorge Roberto Igarzábal. Cuatro días después, Twitter le envió una comunicado en el que le decían que habían bloqueado su cuenta. Pudo recuperarla luego de eliminar la publicación


La publicación de Silvia con las fotos de su papá que están en la causa de su muerte

El 19 de noviembre de 2021 se cumplieron 47 años del asesinato de Jorge Roberto Igarzábal, coronel post mortem. Su hija, Silvia, quiso honrar su memoria con una publicación en su cuenta de Twitter. Escribió “Así nos entregó el ERP a mi papá. Dentro de un armario metálico” y lo acompañó con dos fotos de su padre. Las imágenes son brutales: muestran el cuerpo doblado de un hombre acribillado, con su cara cruzada por un cachetazo de sangre. Tenía 46 años, llevaba diez meses de torturas y pesaba 35 kilos.

El tuit tuvo más de un millón de visualizaciones y más de 228 mil interacciones. Su viralización alcanzó a los medios gráficos. Infobae reprodujo al día siguiente una nota con el tuit, las fotos y la historia de su trágica muerte. “La nota tuvo mucha repercusión. Hasta llegó a llamarme un funcionario, reciente candidato electo, una cosa que nunca me había pasado”, relata Silvia.

Cuatro días después, Twitter le envió una comunicado. Le decían que habían bloqueado su cuenta por “incumplir las reglas que prohíben publicar contenido multimedia que muestre escenas sangrientas gratuitas”. El anuncio explicaba: “No puedes compartir imágenes y videos excesivamente gráficos (por ejemplo, heridas graves, torturas). La exposición a escenas sangrientas gratuitas puede ser perjudicial, especialmente si el contenido se publica con la intención de provocar deleite en la crueldad o por placer sádico”. Silvia debió eliminar la publicación para recuperar su cuenta.

“Por supuesto que las fotos que subí están muy lejos de lo que dice este comunicado. No tengo un placer sádico como supone Twitter. Son dos fotos que están en la causa del ataque a la unidad militar de Azul. Esto también pasó en la Argentina y yo quiero que la gente lo vea, quiero que la gente sepa la verdad, esta es mi verdad. A nosotros nos pasó. Yo no era chica, yo ya era grande y lo recuerdo perfectamente. Quiero que la gente lo vea, que sepa, que evalúe, que ponga en la balanza y que tenga la verdad de todo lo ocurrido, no una verdad parcial”, afirma.

Jorge Ibarzábal, ascendido post mortem a coronel, tenía 46 años cuando fue asesinado por el ERP

Hay todo de tipo de imágenes en Twitter: desagradables, fuertes, pornográficas. Hay todo tipo de diálogos, de insultos en Twitter. Nunca vi que bajen nada de eso. Me resulta llamativo que tomen tanta premura con este tema. Creo que es un tema ideológico. Ellos hacen referencia a las imágenes, pero el tema son todos los comentarios que vinieron a raíz de eso. Todos los comentarios, todas las verdades, eso es lo que molesta mucho”, reflexiona Silvia, quien en su bío se define como “VicePresidente Asoc. Familiares y Amigos de Víctimas del terrorismo en Argentina”.

Silvia contó que hace seis meses desde Twitter le vienen avisando que reciben denuncias sobre los tuits que publica. “Pero me decían que no encontraban motivos para suspenderme la cuenta. Yo entendí en ese momento que había gente que me quería molestar. Llegaron a hacerlo dos veces por semana por tuis inofensivos”. Expresa que el posteo que le dedicó a la memoria de su padre “es serio, es la verdad”.

Aunque sabe que es una imagen fuerte, lo hace porque también es su obligación moral. “Difundo la verdad -sostiene-, difundo lo que pasó y difundo los archivos para documentar. Así como siento la obligación de decir que el asesino de mi papá se llamaba Sergio Dicovsky y hoy está homenajeado en el Parque de la Memoria. Eso sí es grave, que quien mate a una persona totalmente indefensa, amordazada, con los pies atados y con las manos esposadas esté homenajeada en el Parque de la Memoria, y no mostrar una foto de una causa. Eso es grave”.

Jorge Roberto Igarzábal murió el 19 de noviembre de 1974, pero empezó a morir diez meses antes, la noche del 19 de enero. Desde camiones pintados como si fueran del ejército, bajaron personas también vestidas como si fueran del ejército enfrente de la Guarnición Militar de Azul, en la provincia de Buenos Aires. Hace tres meses que gobierna Juan Domingo Perón: su tercera presidencia. Son más de doscientos hombres los que rodean el lugar.



La cúpula de asesinos terroristas del PRT-ERP en junio de 1973 durante un contacto clandestino con la prensa: en primer plano Santucho, Urteaga y Gorriarán Merlo

Se sabrá después que los asaltantes son de la compañía Héroes de Trelew del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Mario Roberto Santucho –su creador–, Enrique Gorriarán Merlo, y Hugo Irurzun, encabezan el operativo que consiste en robar armas, atrapar a un oficial de alto grado y tenerlo de rehén para usarlo como una mercadería de canje. El jefe del Grupo de Artillería Blindado 1 era Jorge Roberto Ibarzábal y estaba enfrente, en su casa. Al oír los primeros disparos, hace arrojar al piso a sus tres hijos (Silvia, María José y Roberto), baja las persianas, toma un revólver, y vestido de civil se une a la defensa de la guarnición.

El soldado Daniel González, quien se encontraba de guardia, es el primero de los muertos. El segundo es el coronel Camilo Arturo Gay, jefe de la unidad. La defensa de la guarnición militar es exitosa. Ibarzábal es secuestrado y se convierte en un recurso para extorsionar al gobierno e intercambiarlo por guerrilleros detenidos. Pasará diez meses de cárcel en cárcel, maniatado y amordazado la mayor parte del tiempo, y obligado a escribir cartas a su familia diciendo que “me tratan bien”.

Hasta que el 19 de noviembre de 1974 a las siete de la tarde y en San Francisco Solano, Quilmes, una patrulla policial de control de ruta advierte el avance de tres vehículos sospechosos: dos autos y una camioneta Rastrojero que lleva en su techo un armario de metal: la última cárcel del cautivo. La caravana rompe el cerco a toda velocidad. Empieza la persecución. Estalla un tiroteo. La camioneta frena. El custodio del armario empuña un arma corta, “y le pegó tres balazos a mi padre, que estaba esposado y con los ojos vendados”, recordó Silvia Ibarzábal, adolescente en aquella noche de espanto. Su papá muere en el acto y el asesino tira el arma, alza los brazos y se entrega sin resistencia.


viernes, 14 de julio de 2023

SGM: El misterio del U-3523 y Hitler en Argentina

El misterio del submarino U-3523: la huida de Hitler a la Argentina, los archivos secretos de la CIA y una extraña foto

Una de las versiones más difundidas sobre el supuesto escape del criminal nazi sostenía que llegó a bordo de la nave más sofisticada de la marina alemana, capaz de atravesar el Atlántico sin necesidad de emerger. Aunque nunca la aceptó oficialmente, la inteligencia norteamericana no descartó esa posibilidad y hay documentos que prueban la búsqueda del Führer en el país sudamericano. Qué fue del submarino y dónde se la halló 73 años después

Por Daniel Cecchini || Infobae



La versión aseguraba que el Führer no se suicidó en el búnker el 30 de abril de 1945 sino que, acompañado por Eva Braun y unos pocos colaboradores, abordó un avión pequeño que lo llevó a un puerto donde lo esperaba desde hacía días un submarino que navegó hasta una costa del sur de la Argentina

Debieron pasar 73 años para que se derrumbara –o, para decirlo mejor, se hundiera definitivamente– una de las teorías más difundidas sobre la supuesta huida de Adolf Hitler a Sudamérica luego de la derrota del Tercer Reich.

La versión aseguraba que el Führer no se suicidó en el búnker el 30 de abril de 1945 sino que, acompañado por Eva Braun y unos pocos colaboradores, abordó un avión pequeño que lo llevó a un puerto donde lo esperaba desde hacía días un submarino que navegó hasta una costa del sur de la Argentina. Allí, siempre según ese relato, ya había un operativo montado que esperó su desembarco y lo escondió en un sitio seguro.

La historia se sostuvo durante todos esos años porque el submarino en cuestión, el U-3523, desapareció sin dejar rastros. Se decía que, para borrar toda huella de ese escape, fue hundido por su propia tripulación en alta mar, después de dejar a Hitler en tierra firme.

Tampoco sonaba descabellada porque otros dos submarinos alemanes, el U-530 y el U-977, se rindieron en Mar del Plata bastante después de la caída del Tercer Reich, en julio y agosto de 1945. Si dos habían llegado hasta las costas argentinas, bien podría haberlo hecho un tercero.

Un modelo de submarino similar al que siempre se dijo que había llevado a Hitler a la Argentina y que fue hallado en Dinamarca

Hubo que esperar hasta el 13 de abril de 2018 para descubrir la verdad sobre el final del U-3527 y, con ella, de esa supuesta huida de Hitler cruzando el Atlántico. Ese día el Museo de Guerra de Dinamarca, ubicado en Copenhague, anunció que había hallado el famoso submarino nazi en las aguas territoriales de ese país, hundido a 123 metros de profundidad.

“El museo localizó los restos del submarino alemán U-3523, que fue hundido en el estrecho de Skagerrak por la aeronave B24 Liberator el 6 de mayo de 1945″, informó el Museo en un comunicado.

Y se refirió específicamente a la versión: “Debido a su capacidad de permanecer sumergido durante un tiempo prolongado, el U-3523 alimentó los rumores de que había sido el medio de transporte de la élite nazi para escapar hacia Sudamérica”.

Buscando a Hitler

La versión oficial sobre la suerte corrida por Hitler al final de la Segunda Guerra es que, el 30 de abril de 1945, Hitler ordenó a sus ayudantes traer varios bidones de gasolina en la salida exterior del búnker para deshacerse de su cuerpo y del de su esposa, Eva Braun. Luego de eso, el matrimonio se encerró en una habitación durante 15 minutos y para cuando entraron en la sala, Hitler tenía un disparo de bala en la cabeza y Braun yacía tumbada por el efecto del cianuro. Sus cadáveres fueron quemados, como había ordenado el Führer derrotado.

Hitler y Eva Braun en la intimidad (Getty)

Los aliados dieron públicamente por cierta esa historia –reconstruida a partir de los testimonios de colaboradores del bunker-, pero lo cierto es que dudaron en secreto de su veracidad. Podía ser una maniobra de distracción para facilitar la huida de Hitler y evitar que se lo siguiera buscando.

Hay pruebas concretas de que la inteligencia norteamericana intentó rastrearlo en la Argentina.

En julio de 1945, un cable secreto de la Embajada norteamericana en Buenos Aires informó a Washington: “Llegada de submarinos alemanes a las costas de Argentina. Circulan varios rumores en Buenos Aires referidos a la llegada del submarino U-530 antes de su rendición. Una fuente de credibilidad desconocida asegura que el 28 de junio un submarino emergió en Puerto San Julián, territorio de la provincia de Santa Cruz, del que descendieron dos personas sin identificar, uno sería un alto oficial y la otra una muy importante persona”.

Hermann Fegelein, cuñado de Hitler, y su esposa Margarete "Gretl" Braun, hermana de la amante del Führer (Interfoto)

Los norteamericanos no descartaron que el submarino visto en Puerto San Julián fuera en realidad el U-3523 y no el U-530. En cuanto a las dos personas mencionadas, se pensó que podían ser Hitler –el civil– y su cuñado Hermann Fegelein, quien supuestamente había sido ejecutado por orden del propio Führer el 29 de abril anterior en el bunker.

Informes y especulaciones

Un informe, en este caso del FBI, fechado el 21 de septiembre de 1954 detallaba las declaraciones de testigos que aseguraban que Hitler había llegado a la Argentina dos semanas y media después de la caída de Berlín a bordo de un submarino. También indica un supuesto destino en tierra: “Según un plan preestablecido con seis altos funcionarios argentinos, al amanecer se cargaron todas las provisiones y partieron hacia las estribaciones de los Andes meridionales”, dice el archivo desclasificado.

Uno de los archivos secretos de la CIA

No son pocos los documentos de la inteligencia estadounidense desclasificados que demuestran que en Washington sospechaban que Hitler había logrado escapar. Uno de ellos, del 3 de octubre de 1955, contiene denuncias de un ex soldado de las SS llamado Philip Citroën de que el Führer había estado escondido en la Argentina y que de allí había seguido a Colombia. Incluso, incluye una foto del presunto Hitler tomada en 1954 en la ciudad colombiana de Tunja. El documento agrega: “Según Citroën, los alemanes que residían en Tunja, Colombia, siguieron a ese supuesto Hitler ofreciendo el saludo nazi”.

Uno de los archivos de inteligencia, del 3 de octubre de 1955, contiene denuncias de un ex soldado de las SS llamado Philip Citroën de que el Führer había estado escondido en la Argentina y que de allí había seguido a Colombia. Incluso, incluye una foto del presunto Hitler tomada en 1954 en la ciudad colombiana de Tunja

Incluso en 2014, el argentino Abel Basti, autor de El exilio de Hitler, sostenía que, una vez llegado a las costas argentinas, Hitler “no vivió enclaustrado” sino que se movía con libertad por Argentina y otros países como Brasil, Colombia y Paraguay. Según Basti, las principales agencias de inteligencia del mundo, como la CIA y el MI6 británico, contaban con informes y fotografías que confirmaban su presencia en Sudamérica después de 1945.

Un submarino sofisticado

La rendición en el puerto de Mar del Plata de los submarinos U-530, el 10 de julio de 1945, y U-977, el 17 de agosto de ese año, despertó las alertas de la inteligencia aliada sobre una posible huida de Hitler.

Cuando se entregó, el comandante del U-530, Otto Wermouth, había destruido la bitácora de a bordo y sus testimonios sobre la deriva de la nave fueron contradictorios. Tampoco pudo explicar de manera creíble porqué faltaba un bote de goma, similar a otro que luego fue encontrado en las playas de Mar del Sur.

El U-977 apareció en Mar del Plata el 17 de agosto de 1945

Tampoco fue del todo claro Heinz Schäffer, comandante del U-977, cuando le pidieron que explicara por qué, al comparar el número de marinos que se entregaron con la propia bitácora de la nave, faltaban 16 tripulantes y tres botes. Dijo que “la noche del 10 de mayo de 1945, entre las 02.30 h. y las 03.30 h., 3 marineros y 13 suboficiales tomaron tres de las balsas más grandes, una de las cuales fue dañada y abandonada (...) siendo dejados sobre la Isla de Holsenoy, cerca de Bergen (Noruega)”. Sus palabras nunca pudieron ser comprobadas.

Hitler y algunos de sus acólitos podía haber bajado de cualquiera de esos dos submarinos en las costas del sur argentino, pero la mira seguía puesta en el U-3523, que no aparecía por ningún lado.

El U-530 se rindió en Mar del Plata el 10 de julio de 1945

No se trataba solamente de que no se conocía su destino sino –y sobre todo– de sus características especiales: era el modelo más sofisticado de los U-boat alemanes, de la flota Tipo XXI, el único capaz de atravesar el Atlántico hasta Sudamérica sin necesidad de emerger.

Si Hitler y otros altos jerarcas habían huido de Alemania en un submarino, tenía que ser ese, el misterioso U-3523. Además, era casi único: los alemanes habían alcanzado a fabricar solamente dos de ese modelo.

Doble hundimiento

El descubrimiento del U-3523 puso fin al misterio de su desaparición y también acabó con la teoría que sostenía que Hitler había llegado en él a las costas argentinas.

Las señales que permitieron el hallazgo en las profundidades aparecieron en una pantalla durante una exploración del fondo marino que un grupo de investigadores del Museo Jutland realizaba a 18,5 kilómetros al norte de la ciudad danesa de Skagen.

El U-3523 fue hundido por bombas de profundidad en el estrecho de Skagerrak por un avión "B24 Liberator" de la Royal Air Force británica, el 6 de mayo de 1945

El Museo Jutland hasta ahora ha barrido y encontrado alrededor de 450 naufragios en el Mar del Norte y en el Estrecho de Skagerrak. De ese total, 12 son submarinos, 3 de los cuales son británicos y 9 alemanes.

Por su localización en el estrecho de Skagerrak se pudo establecer también que el U-3523 fue hundido el 6 de mayo de 1945, con 58 tripulantes a bordo, por el bombardero aliado B24 Liberator. Lo detectaron a unos 16 kilómetros al oeste de la posición en que fue reportado por el bombardero que lo atacó.

El U-3523 fue hallado a unas 9 millas náuticas (16,6 km) al oeste de la posición en que fue reportado por el bombardero que lo atacó

Una vez encontrado, su identificación no resultó difícil. Además de los datos históricos que señalaban que el U-3523 había sido hundido en esa zona, existe un modelo idéntico en el Museo Marítimo Alemán con el cual se compararon los restos recuperados.

“Lo curioso es que, a diferencia de otros hallazgos, los restos estaban como clavados en el lecho marino. Lo que hizo más fácil su identificación”, explicaron los expertos de Jutland al anunciar el descubrimiento.

Desde el Museo Jutland informaron informaron que la nave se encuentra a 123 metros de profundidad, por lo que adelantaron que será muy difícil acceder a ella

Cuatro años después de que lo encontraran, el misterioso U-3523 sigue en el fondo del mar. Se calcula se demorará años en recuperar sus restos, por la profundidad a la que se encuentran y lo costoso de la operación de rescate.

Hasta entonces, seguramente, habrá quienes sostengan que Adolf Hitler no se suicidó en el bunker y que sus huesos quedaron dentro del submarino, en el fondo del mar.


jueves, 13 de julio de 2023

Guerra contra el peronismo: El asalto a la guarnición de Azul

El ataque del ERP al cuartel de Azul y el salvaje secuestro y asesinato del teniente coronel Ibarzábal

Los secretos y misterios de las negociaciones entre la guerrilla y el gobierno de Lanusse tras el ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo a la guarnición de Azul para conseguir armas para operar en Tucumán cuando ya era presidente Perón

Foto tomada al cadáver de Ibarzábal cuando era trasladado por el ERP dentro de un armario. Al ser rodeados por la policía, le dispararon

En el invierno del 73 el Buró Político (BP) del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) abandonó el Gran Buenos Aires y se estableció en Córdoba y ahí permaneció hasta entrado el verano del 74. La razón para tal decisión, según Luis Mattini (sucesor de Mario Roberto Santucho), fue que Córdoba “era la región más proletaria del país (y) la dirección del Partido debía estar allí donde estuviera el centro de la vida política nacional y experimentar la sana ‘presión proletaria’”. Era una verdad a medias. Córdoba como centro geográfico de la Argentina ahorraba tiempo para los desplazamientos clandestinos de los miembros del BP y, además, allí en Córdoba los jefes del PRT-ERP se sentían más protegidos por una infraestructura de complicidades que en Buenos Aires no tenían. Desde estamentos de la administración provincial hasta sectores del sindicalismo clasista que hacían la vista gorda. También existía otra razón que justificaba el traslado hacia Córdoba: Santucho desde 1973 quería pasar a otro nivel de la escalada del conflicto y eso significaba crear un foco guerrillero rural que permitiera en el futuro declarar una “zona liberada”. Ese foco iba a estar en Tucumán. Para hacer posible la formación de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez era necesario contar con un gran arsenal y esas armas las podían obtener de la Guarnición de Azul.

Los jefes militares Ibarzábal y Gay

El 12 de octubre de 1973 asumió Perón tras dieciocho años de exilio, llegaba plebiscitado por el apoyo del 62 por ciento del electorado…pero al PRT-ERP poco le importó. Desde octubre hasta enero cometieron todos los desmanes más inimaginables: secuestros extorsivos, asesinatos, atentados, desmanes… y el 19 de enero de 1974 –con la connivencia de un soldado conscripto-- intentaron copar y saquear la guarnición militar más grande en Azul, provincia de Buenos Aires, que albergaba en sus cuarenta hectáreas al Grupo de Artillería Blindada Nº 1 y al Regimiento 10 de Caballería Blindada “Húsares de Pueyrredón”.

Dos semanas antes del ataque Luis Mattini (realmente se llama Arnold Kremer) se encontraba en La Habana para dialogar con Fidel Castro. Lo pasearon por distintos lugares y “en especial la unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que comandaba el general Arnaldo Ochoa Sánchez” (fusilado el 13 de julio de 1989 con cargos falsos, cuando su figura había alcanzado niveles de competencia con el propio Fidel Castro). Mattini se quedó sorprendido, deslumbrado, por la sobriedad y humildad de Arnaldo Ochoa, el general de división más condecorado de Cuba. Mattini lo dice: “la aspiración de máxima de Santucho y el Buró Político era que el propio general Ochoa fuese instructor de la compañía de monte, tarea para lo cual lo habían apalabrado durante la dictadura de Lanusse y sólo esperaba la aprobación de Fidel”. Para esa época Ochoa había combatido en Venezuela, cuando Castro “exportó” su revolución a ese país; peleó en el Congo y habría de comandar las tropas cubanas que intervinieron en la guerra de Angola. La esperada entrevista con el comandante Fidel Castro se realizó el 4 de enero de 1974 y duró casi ocho horas. Mattini pidió armas e instrucción militar para armar la Compañía de Monte en Tucumán y Fidel, con sutileza, le dijo que no porque Cuba había establecido relaciones diplomáticas con la Argentina y ello “impedía cualquier forma de apoyo militar a una guerrilla opositora al gobierno. En un momento, cuenta Mattini que Castro le dijo: “Admiro la tenacidad de ustedes, componente indispensable de la pasta de los revolucionarios. Pero muchachos, más flexibilidad y astucia”.

Encabezado de una de las cartas de Ibarzábal desde la prisión

Fidel también le observó que una guerrilla sólo tiene posibilidades de éxito en determinadas condiciones políticas. En general no es viable la lucha armada contra un gobierno que guarde las formas democráticas. En particular contra un gobierno que, como el peronista, gozaba de indiscutida popularidad. El “Caballo”, nombre con el que el pueblo cubano lo reconocía coloquialmente a Castro, volvió a mentir. Porque él consintió y entrenó la primera incursión guerrillera en la Argentina –que integraron oficiales cubanos—durante las presidencias de Guido e Íllia. A simple vista los dos interlocutores escondieron algo. Mattini no contó que ya para esa época el PRT-ERP planificaba el asalto de la Guarnición de Azul y Castro, como era su costumbre, mintió: a pesar de mantener relaciones diplomáticas y de que gozaba de un crédito blando argentino –crédito que nunca devolvió-- que le posibilitó renovar el parque automotor y asirse de otras mercaderías y alimentos, Cuba continuó siendo un lugar de entrenamiento y refugio de cuanto terrorista argentino llegara a la isla. “La decisión (de atacar) fue de la máxima dirección, de Santucho y el Buró Político que componíamos nosotros”, relató Luís Mattini. El objetivo era “el de dar un golpe fuerte a las FFAA, y el objetivo práctico era obtener, al menos, entre seis y ocho toneladas de armamentos” que iba a ser destinado “a la preparación de las guerrillas rurales.” “Nosotros teníamos la facilidad de tener un conscripto que permitió el operativo. De no haber estado ese chico, probablemente no lo hubiéramos hecho. Los conscriptos eran nuestra fuente de información fundamental. El conscripto de Azul hizo toda la descripción, los puntos débiles de la guardia”. Era un tal “Néstor” no identificado (para algunos muerto el lunes 29 de marzo de 1976). El operativo estuvo conformado por tres grupos. Un grupo central, al mando del jefe del operativo, Enrique Gorriarán Merlo, atacaba la zona de tanques. Otro grupo, al mando de Hugo Irurzun, “Capitán Santiago”, que se desplaza en profundidad en el cuartel. Irurzun sería el jefe de la “Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez” y años más tarde intervino en el asesinato del ex presidente de Nicaragua Anastasio Somoza (h) el 17 de septiembre de 1980. Un tercer grupo, al mando de Jorge Molina (a) “Pinturita”, cuya misión era atacar las casas de los jefes militares y secuestrarlos. La noche del sábado 19 de enero de 1974, conociendo la escasez de efectivos con que contaba la guarnición la “Compañía Héroes de Trelew” (reforzada) ERP inició el ataque a las 23.40 hs y los combates se prolongaron toda la noche y hasta las primeras luces del día 20.


Otra de las cartas con papel entregrado por el PRT-ERP con la imagen de Guevara

Mientras se libraba una fuerte lucha en el interior del cuartel, el jefe del Grupo de Artillería Blindado 1, teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal, ingresó al cuartel dirigiéndose a la casa del Jefe de la Guarnición y Jefe del Regimiento “Húsares de Pueyrredón”, coronel Camilo Arturo Gay. Juntos dejan a sus familias en esa casa y se dirigen a defender la unidad, sin darse cuenta que a sus espaldas la vivienda ya había sido rodeada por un grupo terrorista. Aproximadamente a 50 metros, antes de cruzar el arroyo Azul, son interceptados e intentan resistirse. El coronel Gay cae herido de muerte y es tomado prisionero el teniente coronel Ibarzábal, ante la amenaza de los atacantes de asesinar a la familia del primero. Ibarzábal es introducido en un vehículo y sacado del lugar y la familia de Gay es llevada de rehén a la Herrería del cuartel, donde sería asesinada su esposa Hilda Irma Cazaux. Desde el momento del secuestro de Ibarzábal, su familia transitó un largo calvario. El PRT reclamaba un canje de prisioneros como lo había ensayado en los tiempos del gobierno militar de Alejandro Lanusse pero el Estado decía no negociar con terroristas.

Foto de una conferencia clandestina del ERP

El sábado 16 de febrero de 1974 el PRT-ERP difundió una “Resolución del Estado Mayor del ERP” en la que se otorga un plazo de 48 horas “para responder sobre el estado en que se encuentran los compañeros Antelo y Roldán” (supuestos desaparecidos) y concluido el plazo “si no se registrara respuesta alguna, será ejecutado el teniente coronel Ibarzábal por recaer en su persona la responsabilidad de ser el Jefe de la Institución Militar que viola los más elementales derechos humanos, negando los convenios internacionales firmados en Ginebra”. Horas más tarde, la organización armada, ante una respuesta del Comandante General del Ejército, respecto a “que el Ejército solamente daba cuenta de la detención de Santiago Luis Carrara, herido (más tarde apareció “refugiado” en Alemania) y Guillermo P. Altera, muerto”, resolvió suspender la ejecución de Ibarzábal. Desde el 19 de enero hasta el 19 de noviembre de 1974 Ibarzábal permaneció en una “cárcel del pueblo”. Pudo comunicarse con la familia solamente con la condición de que hiciera mención al pedido de canje. Su familia le respondía a través de avisos publicados en los diarios y unas cartas del secuestrado llegaron a una inmobiliaria cuyo dueño era amigo de Ibarzábal. Durante un tiempo compartió la celda con el gerente de la industria Insud, Enrique Mendelsohn un alemán, que era padre de dos varones. Un hijo era en ese momento gerente en el Hotel Sheraton de Río de Janeiro y el otro hijo es el que entregó al padre a la guerrilla. Finalmente, tras el pago de un rescate, el empresario fue liberado.

Párrafo de la carta del Ministro Adolfo Savino

En su primera carta manuscrita –que se publicó en El Mundo, de propiedad del PRT-ERP—decía que estaba en una “cárcel del pueblo en calidad de prisionero de guerra de un ejército enemigo y sujeto a las misma normas establecidas en Ginebra para estos casos. En la ‘cárcel del pueblo’ me tratan con corrección y mi estado de salud actual es bueno”. En otra, le decía a su esposa: “te pido le hables a ‘Manolo’ Rodríguez para que por intermedio de sus amistades políticas y de otro orden, procure que se haga un canje entre quienes estamos prisioneros del ERP y los miembros de ésta organización que están a disposición de la Justicia. Lo mismo puedes pedirle al Petiso Cerdá , a Alfredo Ávalos y Tisi” (coronel José María Tisi Baña). En otra, firmada en abril, le dice a su esposa e hijos: “sé que los he dejado en una situación harto difícil y mi amargura es no saber cómo se las arreglan, ni poder hacer nada para ayudarlos (…) Hace unos días he leído una revista deportiva (El Gráfico del día 2 de abril) en la que ví a (Leandro) Anaya presenciando el partido Boca-River. Te podrás imaginar mi Querida Nelly, el dolor inmenso que ello me causó, pues yo tenía la ilusión de que este señor, destinara sus momentos, o parte de ellos, a tratar de recuperar a los jefes que estamos en ésta situación. Me parece que su conciencia no le reprocha nada, pues seguramente debe desconocer –a pesar de su jerarquía—las más elementales normas del ejercicio del mando.” El 5 de septiembre, Adolfo Mario Savino, Ministro de Defensa, le escribe a la señora de Ibarzábal: “Necesito señalarle, para atemperar con la seguridad que le proporciono, la dimensión de su angustia, que en la agenda de trabajo de este ministro, así como en las metas de trabajo de cada hombre de seguridad, figura como un compromiso de honor restituir a su hogar a su esposo y dar condigna sanción a los responsables del execrable delito”.

Una de las "Cárceles del Pueblo" en la que estuvo Ibarzábal

El 19 de noviembre, aproximadamente a las 19 horas, en un control de ruta que se realizaba en las calles Donato Álvarez y San Martín, en la localidad de San Francisco Solano, partido de Quilmes, se observó una caravana integrada por una camioneta Rastrojero, acompañada por un Ford Falcon celeste y un Chevrolet blanco, que trató de evitar la inspección policial. Los tres móviles fueron interceptados y se produjo un fuerte tiroteo del que huyeron entre 10 o 12 terroristas que conformaban el grupo en vehículos sustraídos a conductores que se encontraban en la zona. Los tres ocupantes de la camioneta lograron huir pero el último en abandonarla efectuó tres disparos en el interior de la caja. Como relató el empresario Mendelshon a Silvia Ibarzábal: “cuando los cambiaban de una “cárcel del ´pueblo” a otra, los drogaban para poder trasladarlos, ellos no tenían estado de conciencia.”

-- Bueno, el día que lo están trasladando y lo asesinan ¿estaba drogado?

-- Silvia Ibarzábal: Estaba drogado, sí.

Cuando se revisó el Rastrojero abandonado se encontró un armario metálico de 1.65 metros de alto por 65 centímetros de ancho volcado en el piso, con su puerta abierta, en cuyo interior yacía un hombre con sus ojos tapados con cinta adhesiva, con tres impactos de bala realizados a corta distancia. Era el teniente coronel Ibarzábal que había sido asesinado a quemarropa por un revólver calibre 357 Magnum de Smith & Wesson. El informe policial aseguró que dentro de la camioneta también encontraron una carpa de campaña; elementos de comunicaciones y sanidad; documentación de la organización; una ametralladora Browning calibre 50 y “una cédula a nombre de Gustavo Sergio Licowsky (”El Polaco”), presumiblemente el autor de los disparos contra el jefe militar”. Horas más tarde la policía encontró el lugar hacía donde se dirigía la caravana, cerca de la avenida Calchaquí.


Carta de Lanusse a la esposa de Ibarzábal

Los restos de Ibarzábal fueron velados en el Regimiento Patricios y enterrado en el Panteón Militar de la Chacarita. Era noviembre de 1974, Juan Domingo Perón había muerto y fue reemplazado por su esposa María Estela Martínez. En nombre del Ejército habló el director de la Escuela Superior de Guerra, general Osvaldo Azpitarte. Entre otros párrafos destacados por la prensa, Azpitarte dijo: “Pienso que no está lejos el día que la Patria nos reclame para acudir en su defensa…”.

El PRT-ERP en Estrella Roja del 2 de diciembre de 1974 publicó el “Parte de Guerra” en la que intentó explicar la muerte del alto oficial como fruto del enfrentamiento con las fuerzas policiales “que obligó a ajusticiar al detenido”. Seguidamente, expresa: “Debemos señalar que en todo momento, nuestra organización procuró preservar la vida del detenido, teniendo en cuenta los principios humanitarios y las leyes internacionales; esa actitud ha sido demostrada permanentemente a través del trato que se le dio al Teniente Coronel Ibarzábal, al igual que a otros detenidos”. Los exámenes forenses del cadáver demostraron que su estado físico era deplorable. Había perdido 35 kilos.

Carta de Juan Carlos Onganía

El 14 de diciembre de 1974, una carta manuscrita por el teniente general Juan Carlos Onganía, le hizo saber a la familia del coronel Ibarzábal (ascendido post mortem) “su dolor, señora, es el de la Patria misma, esté segura de ello. No dude jamás que el padecimiento de su marido como el suyo actual es el acto de abnegación que, como holocausto, reúnen a la Argentina sufriente en pos de su salvación”. Ya para ese entonces el PRT-ERP había intentado copar el Regimiento 17 de Infantería Aerotransportado en Catamarca y asaltado la Fábrica de Explosivos de Villa María, Córdoba, robando numeroso armamento y secuestrando al mayor Argentino del Valle Larrabure que pasaría un poco más de un año en una “cárcel del pueblo” hasta que su cuerpo apareció en un baldío de Rosario el 23 de agosto de 1975, y Montoneros había pasado a la clandestinidad el 6 de septiembre de 1974 año en abierta oposición al gobierno constitucional.

 

miércoles, 12 de julio de 2023

Argentina: Inicia el descenso al infierno peronista

El peronismo y la corrupción en la gestión




El tirano delincuente sexual

Al asumir Perón la presidencia, existía una reserva de oro y de divisas sin precedentes, que llegaban a los 1.600 millones de dólares. Además de la permanente perspectiva de altas ganancias provenientes de una Europa ávida de las exportaciones agrícolas argentinas.



Alentado por la favorable situación económica internacional, Perón comprometió a su administración a un elevado presupuesto destinado a trasformar la economía, ampliar los programas de salud pública y bienestar social, y fortalecer la defensa nacional.




En octubre de 1946, el presidente anunció al pueblo el lanzamiento del Plan Quinquenal. Aunque el Plan incluía medidas en cuanto a la reorganización administrativa, judicial, y educacional, y en cuento a promover la inmigración, su objetivo principal era promover la veces que al tomar tal decisión Perón demostraba el influjo de los militares sobre su gobierno, y el peso de su propia condición de miembro del ejército. Un diplomático extranjero escribió en 1948:



Aunque los intereses militares tuvieran peso en la promulgación del Plan Quinquenal, y si bien estos participaron en los estudios preliminares del mismo, el Plan correspondía a la política económica de Perón de dejar atrás la llamada “dependencia económica” en el extranjero.



El Plan, sin embargo era impreciso en dos cuestiones vitales: ¿Cual sería el costo total? y ¿como se lo financiaría? El Plan mencionaba una serie de cifras, consideradas estimativas para los costos de organización e inversión para el periodo 1947-1951, y que llegaban a la suma total de 6,66 billones de pesos, o 1,270 millones de dólares. Pero este total excluía la adquisición de equipos, y fábricas militares destinadas a servicios del Ejército; también omitía toda suma destinada a la salud pública y a los programas de construcción de viviendas.



Tampoco informaba sobre las recientes compras de servicios públicos a empresas extranjeras, como la Unión Telefonica, de capitales norteamericanos, que significó un costo de 419 millones de pesos; la adquisición de los ferrocarriles de propiedad francesa por 183 millones de pesos y la operación mayor, la compra del sistema ferroviario británico, por más de 2.000 millones de pesos. Las previsiones para la financiación, así como para el costo del Plan Quinquenal, fueron inciertas. No existía un programa que mostrara cómo y en qué sucesión se cubrirían los costos externos de los diversos proyectos. Lo único cierto es que no se acudiría a préstamos externos. El recurso a que apelo Perón en 1946 para financiarlo fue al IAPI, que era el único agente comprador y vendedor de granos y otros productos agrícolas.



Al fijar precios internos considerablemente inferiores a los precios que los agricultores debían pagar en el mercado internacional, el IAPI podía obtener grandes beneficios; y en su carácter de importador exclusivo de determinados artículos, para los cuales el Banco Central se negaba a otorgar divisas a los importadores privados, podía lograr amplias ganancias al revenderlos a los compradores internos, y de esta forma poder utilizar dichos fondos para financiar el plan económico. Sin embargo, los planes para que el IAPI financiera el Plan Quinquenal no se cumplieron y la causa de este fracaso fueron, en parte, productos de errores de cálculo de quienes dirigían sus activadas. Un error donde fueron a parar gran parte de los fondos fue el fracaso del gobierno al tratar de establecer un sistema eficaz de prioridades entre los proyectos para los cuales adquiría equipamiento en el exterior. La compra simultánea de elementos para numerosos proyectos, ninguno de los cuales podía pondérese en marcha mientras no se hicieran fuertes gastos adicionales, significaba que si en el futuro escaseaban los fondos las consecuencias serían muy graves. Mientras tanto, en el puerto de Buenos Aires se acumulaban equipos que no parecían tener destino resuelto, y muchos de ellos terminaban quedando obsoletos. Otro factor que obró en contra de la eficacia financiera del IAPI y contribuyó a desprestigiarlos ante muchas miradas fue el avance de la corrupción en su interior. Como exclusivos agentes de comprar en el extranjero, loa funcionarios del IAPI tenían asidua oportunidad para obtener coimas. Los funcionarios del Departamento de Estado y de la embajada de los Estados Unidos tenían la impresión de que para los contratos de compra en ese país se elegían con premeditación proveedores poco conocidos, en vez de las compañías más importantes, a fin de facilitar ese tipo de operaciones.




Nunca se ha podido fijar cuánto dinero perdió el gobierno argentino por esas prácticas, pero un incidente que protagonizó oficiales del ejército que atrajo la consideración de la embajada estadounidense, sugiere que importantes fondos públicos iban a parar a manos de individuos.