La soledad de San Martín ante la muerte
A 200 años del cruce de los Andes, un relato de los últimos días del Libertador en Boulogne-sur-Mer y su obsesión por el destino del país
Abel Posse - La Nación
El señor anciano, el señor argentino, vivía en el piso alto de la casa que le alquilaba el doctor Gerard, en Boulogne-sur-Mer.
Promediaba un agosto fuerte, de calores húmedos. Sólo refrescaba en la alta noche cuando la brisa del mar traía los olores salinos del puerto. La brisa entraba como una amiga y él la respiraba profundamente. Ya no dormía. Permanecía sentado contra las almohadas en la penumbra. Pensando. Recordando. Estaba a solas con su larga muerte. A veces se preguntaba desde cuándo empezó a morir. ¿Desde el fin de aquella tarde en Guayaquil? ¿Desde 1829, cuando decidió no desembarcar e irse para siempre de esa patria que empezaba a preferir la anarquía a la grandeza? Ningún ser sabe con certeza desde qué momento pertenece más bien a la muerte, aunque crea seguir por la vida.
Hacía mucho que no recibía visitantes. Esa ingratitud lo eximía de tener que fingir preocupación por las cosas reales. La fiesta, las angustias, las glorias... le parecía que no las había protagonizado él, sino otro. Eran como de la vida de otro.
Tenía 72 años y estaba casi ciego y ya doblegado por los dolores intestinales. Sabía que los achaques no venían de las cabalgatas terribles a 4000 metros de altura ni de las vigilias antes del ataque (cuando el jefe necesita eso que Napoleón llamaba "el coraje de las dos de la mañana"). La enfermedad venía del universo de chismes y calumnias, de la inesperada pequeñez de hombres de los que no se había dudado.
Se quedaba sentado todo el día esperando los embates del dolor. Cuando no los aguantaba llenaba el vaso con agua y volcaba el láudano ya sin contar las gotas. Juntaba fuerzas hasta el momento en que llegaría Mercedes, la hija, y entonces se pararía y fingiría tener energías como para ordenar los libros del estante o agregar agua para las flores.
Lo invaden imágenes perdidas: el resplandor verde y caliente de las selvas de Yapeyú con el portal de piedra de la iglesia jesuítica devorado por las lianas de la irreductible América. Ese aldeón de tejas, Buenos Aires; ve al niño que fue, escapándose en el solazo de la siesta de verano (las gallinas picoteando maíz en los bordes de la Catedral). Ve un teniente coronel, un piano en casa de los Escalada. Las risas de Remedios, Mercedes, Mariquita, quebrándose como cristales en el silencio del atardecer.
Ellas, las mujeres, son las que más retornan. Siguen pareciéndole un misterio. Son las dadoras de gracia y de vida. Extraños seres: su madre, la melancólica Remedios; Rosa Campusano, de las noches triunfales de Lima; María Gramajo, y hasta aquellas gitanas de sus primeras experiencias en sus tiempos de cadete en Murcia.
Hasta hace poco podía ir erguido, con su bastón y su chalina, por la calle de la iglesia hasta la plaza del municipio. Todavía podía comprarse algún cigarro bueno si había llegado desde Perú su devaluada pensión. El alcalde alguna vez les había hecho saber a los vecinos que se trataba de un gran general, que había vencido a regimientos de España que no había podido derrotar el mismo Napoleón. Todos le decían "le général".
Antes, cuando todavía podía hacerlo, él mismo iba a encargar carne de vaca que hacía cortar de una forma extraña. Una vez, el señor Brunet, dueño de la bucherie chevaline contó que el general había señalado con el bastón la cabeza de caballo dorada, insignia del negocio, y le había dicho: "No se deben comer los caballos, señor Brunet".
Sería porque en algunas noches sus entresueños se llenan de caballos. A veces son las mulas firmes y astutas en el terrible frío de los roquedales andinos, otras los caballos cargando por el llano, con los ojos enrojecidos, las crines al viento, echando espuma. Le parece oler el noble sudor cuando su asistente retiraba la silla y los acariciaba.
A veces tiene la suerte de ser visitado por lo que es para el la más noble de las músicas: el retumbar de los cascos cuando su regimiento azul iba tomando carrera y ya se ordenaba desenvainar sables y bajar lanzas. Si fuera poeta, si no fuera tan reservado, trataría de escribir para retener eso que siente. Trataría de decir que es algo grande, una exaltación suprema de la vida, como la culminación del amor.
Son amigos inolvidables. Los caballos del combate, los de las infinitas marchas por los despeñaderos, los del triunfo (cuando entró en Lima y encontró la sonrisa de Rosa) o los callados compañeros de la derrota que lo trajeron, con las cabezas bajas , como apunados, hasta su chacra en Mendoza.
¿Cómo puede haber gente que coma caballos?
Sabe que llamarán al doctor Jackson. Si fuera por él, mantendría escondida su muerte. Es cosa de mero pudor: dicen que el cóndor y el tigre se esconden para morir.
Por si viene Mercedes, se esfuerza en sentarse ante el escritorio. Cree adivinar en el muro el retrato de Bolívar, del que nunca se separó en sus viajes. Hace no mucho escribió a un amigo: "Es el genio más asombroso que tuvo América".
Desde 1830 está muerto. Sin embargo, lo siente vivo. Lo ve llegar con su fasto, su huracán de vida, sus impecables oficiales, rodeado de las mujeres más espléndidas. "César tuvo que haber sido así." Lo escucha citando poetas ingleses o filósofos clásicos. Lo ve junto a Manuela Sanz, la maravillosa amazona, con su casaca de húsar con alamares dorados y su cabellera negra cubriendo las charreteras del rango de oficial que ella misma se había otorgado.
Seguramente fue Alberdi, cuando vino a visitarlo, quien le contó que Bolívar dijo que "había arado en el mar". ¿Sí? ¿Hemos arado en el mar? ¿Nunca serán naciones civilizadas?
¿Será la Argentina para siempre una frustración, el eterno retorno del caos de la incapacidad?
Escucha voces desde abajo. Parece que monsieur Gerard dice que es el 17 (él ya no les encuentra significado a los números del calendario). Sabe que han llamado al doctor Jackson y hace un esfuerzo para llenar la caja de rapé, que le agrada al médico. Entonces siente el zarpazo que sabe final. El tigre que lo acecha desde las fiebres de Huaura esta vez lo venció. Se derrumba en el lecho.
Trató de calmar a Mercedes murmurando algo como "la tempestad que lleva al puerto". Se adormece. A veces surgen ráfagas de su filosofía íntima o atisbos del consuelo religioso. Pero nada agregan a su largo silencio ante la muerte. Nada puede rozar su misterio. Tiene la majestad de ese Aconcagua que le parece ver nítidamente recortado sobre el azul helado del espacio.
"¿Hemos arado en el mar? No, general Bolívar. Tal vez sea poco lo que hemos hecho, algunas cabalgatas heroicas... tal vez pudimos hacer más. Pero ellos harán el resto y mucho más, estoy seguro. Le digo que América será. La Argentina será." En su susurro final había seguramente ya más fe que convicción: la cruel América, con su politiquería, había destrozado a sus héroes.
Escritor. Miembro de la Academia Argentina de Letras
jueves, 17 de agosto de 2017
miércoles, 16 de agosto de 2017
Conflictos americanos: La invasión a Granada, 1983 (Parte 4)
GRANADA: LA HISTORIA QUE NO SE CONTÓ
Introducción
El 25 de noviembre de 1983 unos 2000 infantes de marina y elementos aerotransportados, a los que se sumaron 300 hombres de la Comunidad Caribeña, desembarcaron en la isla de Granada (ex colonia británica), integrante de la Comunidad Británica de Naciones. Se estaba con este hecho, a la mitad de una historia que se inició en 1979 y que solo fue contada a medias. Lo que se procurará hacer aquí es narrar lo que al parecer nadie quiso mencionar.
Tiempo atrás
Desde la época colonial y hasta 1983 la principal y única riqueza de la isla consistió en la nuez moscada, si bien también se producen bananas cacao, azúcar y café.
En 1763 la isla fue transferida del dominio francés al inglés y, a fines de 1973, después de 210 años de dominio colonial, alcanzó su independencia política; el gobierno quedó en manos de Si Eric Gairy. Durante casi cinco años la vida transcurrió con la quietud de los trópicos, al menos esto es lo que aparecía en la superficie. Un abogado de formación marxista, Maurice Bishop, conformó el Movimiento Nueva Joya que, tras una revolución incruenta lo llevó al poder en marzo de 1979. Unos treinta días después el nuevo gobernante anunció que le solicitaría a Cuba el suministro de armas. Posteriormente, aseveró que el país no necesitaba una Constitución escrita, con lo que toda la actividad política de la nación quedó sujeta a su arbitrio y a los del grupo que le rodeaba.
Desde 1973 el crecimiento económico de la isla fue negativo en casi un dos por ciento anual, tendencia que la gestión del gobierno revolucionario acentuó, al querer sujetarse alas reglas de la ortodoxia económica marxista. No hay duda de que la población de Granada, ahora encuadrada en las “organizaciones de masas”, no tenía la mas mínima idea del papel que su país estaba jugando en el contexto de la estrategia caribeña de la URSS.
Moscú sólidamente asentado en Cuba, con activos representantes en Nicaragua, contando con elementos fieles en El Salvador, Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamá, comenzó a principios de la década, a delinear el otro brazo de la pinza que – con pivote en La Habana – se ha ido cerrando lentamente sobre el Caribe.
Es en este marco referencial que el pequeño islote llamado Granada fue catapultado bruscamente a la primera plana de los diarios del mundo.
La relevancia que la URSS otorgó a la isla quedó patente con la designación de Gennady I. Sazhenev, general de cuatro estrellas, con rango similar al de ministro adjunto de defensa, en carácter de embajador del Kremlim ante el gobierno de Granada.
Sazhenev, a quien se consideraba un especialista en “operaciones negras” del KGB o GRU, había cubierto un cargo similar en la República Argentina entre 1975 y 1978.
Su aparición en la isla coincidió con la acelerada construcción de una torre de comunicaciones que permitía alcanzar, vía satélite, la isla con el Kremlin.
De Granada depende una pequeña isla de 12 millas cuadradas, denominada Carriacou, y hasta allí llegaron los afanes industriales del nuevo embajador quien logró que allí se estableciera una fábrica de cemento, material este muy poco apreciado para las construcciones tropicales, pero una invalorable importancia si se desea “endurecer” las instalaciones de una base aérea militar. Esta era la otra obsesión del “embajador constructor”; la preparación de dos pistas nuevas aptas para la operación de aviones a reacción altamente sofisticados.
Fidel Castro contribuyo también a la causa de Bishop con el envío de una emisora radial de alta potencia . Alemania Oriental aporto una impresora moderna , valuada en un millón de dólares y cinco técnicos para su operación , merced a ella se pudo editar el FREE WEST INDIAN .
De la lucha de facciones al asesinato de Bishop
Cuando se produjo el golpe en 1979 , junto con Bishop se encumbro quien mas tarde seria el “General” Hudson Austin , antiguo miembro del Movimiento Nueva Joya .
No bien en el poder , Bishop designo a Austin como secretario de Interior y Seguridad Interna . Su poder se vio muy aumentado , cuando en Julio de 1981 , recibió el despacho de general y la comandancia del nuevo Ejercito Revolucionario del Pueblo , cuyo efectivo se aproximaba a los 1500 hombres . Es en esta época que comienza a fraguarse una estrecha relación entre el general y los asesores cubanos .
Otro personaje nacido con la revolución fue Bernard Coard, quien ocupó el cargo de viceprimer ministro de Bishop y resultó al parecer el cerebro político del golpe de octubre y, justamente, una de las preguntas que permanece aún sin respuesta es: ¿ por que se decidió derrocar al gobierno?
Lo que sigue es solo un ensayo de respuesta. La evolución económica de la isla era mala, las movilizaciones de masas y los acuerdos secreto, no llenan los estómagos. Las perspectivas de apoyo económica por parte de los países de Europa Oriental, la URSS o Cuba, llegaron a verse como muy remotas, todo esto llevó al grupo que rodeaba al primer ministro, a repensar la relación con Occidente, de donde sí era dable esperar que vinieran las inversiones necesarias como para poner en marcha la economía isleña.
Sin embargo esta posibilidad solo podía darse solo si se presentaba a los países en cuestión un panorama político que les hiciera razonable dar su apoyo a Granada, lo que no solo implicaría cambios políticos sino la ruptura de acuerdos y tratados pre-existentes.
A esta perspectiva, respondió el grupo de los “ultras”: Profundizar la revolución, ahondar la actividad de masas, aumentar el armamentismo de la isla y acentuar la ortodoxia marxista.
Durante uno de los sucesos acaecidos en Granada se produjo un episodio tragicómico: Ya efectuado el golpe de Coard y Austin y posiblemente ya muerto Bishop, La Habana lanzó una furiosa proclama condenatoria del putsch en forma casi simultánea, Moscú saludó a los golpistas. Después de la sorpresa inicial, Fidel Castro se vio obligado a virar 180 grados y dar su apoyo a Coard, llegando incluso a ordenar a sus elementos que “resistieran hasta la muerte” ( cosa que estos se cuidaron muy bien de hacer). Final mente, para la suerte de los “proletarios del mundo”, La Habana y Moscú volvieron a concordar.
Hay evidencias de que Bishop no confiaba plenamente en Austin, como ser, la creación de una milicia que coexistiría con el Ejército Revolucionario del Pueblo, sin estarle subordinado y que oscilarían entre los 2000 y 5000 hombres. Esta milicia era adicta al gobierno, pero una vez desatado el golpe, su accionar fue casi nulo.
Durante la primer semana de octubre el primer ministro viajó a Hungría y Checoslovaquia, en esos días el “ERP” desarmó a la milicia, lo que deja en claro que Austin y Coard, ya actuaban de común acuerdo; si bien el primero era la cabeza visible. Fue Austin quien dirigió la ocupación militar de la isla el 19 de octubre y el día 20 estableció un “Consejo Militar Revolucionario” de 16 miembros, del cual él era la cabeza.
Los acontecimientos habían comenzado el día 13 de octubre, cuando Maurice Bishop y algunos de sus funcionarios fueron detenidos, algunos días mas tarde fue liberado de su domicilio por una manifestación, pero fue apresado nuevamente por el ERP y llevado “caminando” a un centro penitenciario desde donde luego se informó que había “muerto a causa de la violencia política”. El gobierno impuso un toque de queda de 24 Hs y ordenó que dispararan a todo aquel que saliera a la calle. Los EEUU comenzaron a mostrar preocupación por la suerte corrida por unos mil ciudadanos americanos al producirse el golpe.
El 22 de octubre, mientras Cuba se mantenía en actitud condenatoria, la URSS apoyó al nuevo gobierno, criticando duramente al difunto Bishop por .....haber ocultado las divergencias existentes en su partido a los dirigentes cubanos que entrevistó en La Habana hace 15 días.
La Comunidad Caribeña declaró que la junta militar granadina constituía “ una amenaza para la seguridad regional...”El 25 de octubre unidades de la infantería de marina de EEUU (unos 500 efectivos), 700 a 1000 Rangers del Ejército y 300 elementos de seis naciones de la comunidad caribeña desembarcaron en la isla; los Ranges fueron lanzados sobre el aeropuerto, mientras que la infantería de marina practicó un desembarco al norte del atolón. El grupo de combate naval lo componían el Portaaviones “INDEPENDENCIA” y once naves.
La resistencia estuvo a cargo de unos 1200 hombres del Ejército Revolucionario del Pueblo con armamento soviético y 600 cubanos del batallón de construcciones.
El combate continuó durante mas de 72 hs y su virulencia determinó que el secretario de Defensa de los EEUU reforzara el dispositivo de ataque con unidades de la 82º División Aerotransportada. Las tropas cubanas perdieron 59 hombres a los que se suman 60 heridos y el total restante fue tomado prisionero.
Paul Scoom, quien fuera liberado de prisión por las tropas invasoras, tomó a su cargo el gobierno de la isla, rompiendo relaciones con la URSS, Cuba, Libia, República Democrática Alemana, Bulgaria y Corea del Norte, países todos con representantes diplomáticos en Granada.
De la Historia que no se contó a los “Documentos de Granada”
Hasta aquí los hechos son mas o menos conocidos por todos y con interpretaciones diversas. La prensa internacional les otorgó por unos diez días, espacios en las primeras planas de los diarios. Quedan sin embargo dos o tres facetas que parecen haber sido cuidadosamente dejadas de lado y otras que fueron encaradas con un enfoque tal que sonara lo mas ridículo posible, como una forma mas o menos sutil de distraer la atención pública.Granada no es ni podría llegar a ser una amenaza para los EEUU
Esa frase se convirtió en un slogan reiterado cientos de veces, en formas y oportunidades diversas, procurando recalcar lo desproporcionado de la reacción norteamericana frente a un pequeño país que no le significaba ningún peligro. Nadie en EEUU aseveró que Granada constituyera un peligro o una amenaza estratégica para la nación. Lo que sí se afirmó es que el potencial militar que estaba desarrollando la isla era completamente desproporcionado para su población, superficie, recursos económicos y necesidades de defensa y que una fuerza militar de esa envergadura apuntalada por asesores y logística cubano-soviéticos, convertirse en una amenaza real para el resto de los países de la comunidad caribeña; el que podía ser víctima impotente de procesos desestabilizadores, sobre todo si se recuerda que la mayoría de ellos carece de FFAA o bien cuentan con pequeños dispositivos mas del tipo policial que estrictamente militar. ESTO FUE UNA DE LAS COSAS QUE NO SE DIJO. Antes bien se procuró dar la imagen de una pobre nación que enfrentaba la arbitraria prepotencia “yankee” desencadenada sin motivo aparente, sin propósito ni necesidad.
La peor porquería de la historia latinoamerican, Fidel Castro, junto a la lacra de su hermano
Las pistas para la aviación
En Granada se estaban construyendo dos aeroestaciones. El viejo aeropuerto situado al noreste de la isla, estaba siendo ampliado en sus calles de rodaje. En la punta sudoeste de la ínsula, se construía un aeropuerto nuevo con una pista de rodaje de 3000 metros. Desde este tipo de plataforma pueden operar aviones pesados de transporte, jets intercontinentales o bien aparatos de combate o bombardeo.
Si se recuerda que Granada nunca tuvo aerolíneas internacionales que operaran aviones tipo Jumbo 747, ni tráfico aéreo regional con aparatos a reacción NI FUERZA AEREA PROPIA, y que el viejo aeropuerto satisfacía solamente las necesidades del tráfico turístico, podría ser lógico suponer que a lo sumo se ampliara o tecnificara el ya existente; pero es lícito preguntarse si tiene sentido que una nación empobrecida invierta su dinero en construir dos grandes bases que, APARENTEMENTE NADIE PENSABA UTILIZAR.
ESTO FUE ALGO QUE NO SE DIJO. El Ejercito Revolucionario del Pueblo, los asesores y técnicos
Otro punto al parecer “olvidado” en algún rincón de la mente de la mayoría del periodismo, es que Bishop y sus adláteres preveían la conformación de una fuerza cercana a los 5000 hombres equipada con vehículos blindados para transporte de tropas, morteros de diversos calibres, lanzacohetes, cañones sin retroceso, equipo antiaéreo, modernos fusiles de asalto y distintos tipos de minas. Esto para reseñar solo algunos de los elementos mas salientes.
A nadie escapa que esta fuerza es muy pequeña, pero los conceptos pequeño o grande en estas cuestiones, son muy aleatorios; ciertamente es muy pequeña si se la piensa utilizar en una invasión tipo “ Normandía” en la costa de los EEUU, por ejemplo, sin embargo no es nada despreciable si la concepción estratégica es servirse de esta fuerza como vehículo exportador del proceso revolucionario granadino a las islas cercanas. ESTO FUE ALGO QUE NO SE DIJO Economía, sociedad y tratados existentes
Que la situación de la economía de la isla era mala no era un secreto para nadie, la asistencia médica era deficiente, los cultivos estaban abandonados y las industrias no existían. Resumiendo, la situación socio-económica de la isla, no era justamente floreciente. En tales circunstancias parecía lógico que las prioridades para la población serían vestido, alimentación, educación, vivienda, reactivación de los cultivos etc..
Hasta octubre prestaban cooperación a la isla los siguientes países: URSS, Cuba, Bulgaria, Alemania Democrática y Corea del Norte. En todos los casos los acuerdos existentes, no hablan mas que de tres temas: Armamentos, equipo militar y entrenamiento y las actividades estaban programadas hasta 1985 inclusive.
Sin duda este no es el tipo de cooperación que un país empobrecido necesita prioritariamente para mejorar el nivel de vida de su población.
ESTO FUE ALGO QUE NO SE DIJO.
Los Documentos de Granada
La historia se hace con documentos y para estudiar el “caso Granada” se debía por lo tanto, analizar los documentos disponibles. El 5 de noviembre de 1983 el Dto de Estado de los EEUU dio a conocer una serie de documentos, capturados en la isla, los cuales fueron decididamente ignorados por la prensa y buena parte de la comunidad internacional. El escepticismo y la ironía con que se trató un material de gran relevancia, para el análisis de la situación real de Granada, no deja de sorprender, sobre todo si se recuerda que “ninguno de esos documentos fue desmentido –en todo o en parte- por los países supuestamente signatarios. Dichos documentos pueden dividirse gruesamente en dos grandes grupos: Documentos referidos a la cooperación militar.
Documentos atinentes a la situación política interna.
En todos los casos el material estaba en versiones inglesa-rusa e inglesa-coreana mas algunos manuscritos correspondientes a las actas levantadas de las reuniones del comité central del PC de Granada.
Documentos de cooperación militar.1) República Democrática y Popular de Korea para la asistencia militar al gobierno Revolucionario del Pueblo de Granada por la República Democrática y Popular de Korea. Firmada en Pyong Yang el 14 de abril de 1983.
Acuerdo entre el “ Gobierno Revolucionario del Pueblo de Granada y la
Sus aspectos mas destacados prevén la entrega de 1000 fusiles automáticos cal. 7,62 mm, 50 pistolas ametralladoras cal. 7,62 mm, 360000 cargas de 7,62, 30 ametralladoras pesadas con 60000 cargas, 50 lanzacohetes RPG-7 con 500 rondas de munición.
2) El 27 de octubre de 1980 se firma un acuerdo entre el gobierno de Granada y el gobierno de la URSS para la entrega de equipos especiales y otros.
La URSS se compromete a entrenar al personal en el uso del material.
En el anexo correspondiente especifica bajo los títulos: Artillería y armamento personal; Armamento antiaéreo; Medios de comunicación; Vehículos; Municiones; Equipo logístico, las cantidades, las calidades y el año de entrega del material.
De dichas listas se puede destacar: Morteros de 82 mm; lanzacohetes PRG-7; ametralladoras PKM; pistolas ametralladoras y carabinas, mucho de ese material usado y reacondicionado.
Cañones antiaéreos Zu-23; radio estaciones de diversos tipos; Munición para morteros, para lanzacohetes, para ametralladoras y 7,62 para armas pequeñas.
En un tratado posterior, con fecha 9 de febrero de 1981, se preveía el envío de equipos por un total de 5 M de Rublos.< la firma se efectuó en La Habana, cosa curiosa teniendo en cuenta que el acuerdo era entre Granada y la URSS y la fecha de entrega especificaba que sería entre 1981-1982 o 1983.
Se preveía entre otras cosas la entrega de: Vehículos de transporte de personal BTR-GOPB, en número de ocho, blindados de reconocimiento y patrulla (2) BRDM-2.
Unas 45000 cargas de munición 7,62 mm de distintos tipos y 13000 cargas de 14,5 mm, 1000 pistolas ametralladoras 7,62 mm usadas y reacondicionadas con su correspondiente munición, 300 pistolas 9 mm y munición, pistolas de señales, cartuchos lanza-bengalas. También incluía material para construcciones, excavadoras Bulldozer y distintos tipos de motores diesel; 30 vehículos GAZ-66, 5 Jeeps UAZ-469 B , cocinas de campaña, ambulancias, equipo de desinfección, carpas redes de enmascaramiento y equipos de curación individual.
Llama la atención, que en el rubro uniformes, se solicitan a ser entregados en 1981,
de 12600 artículos de una clase y 6300 de otros, lo que hace suponer que se pensaba
equipar una cantidad de por lo menos 6000 efectivos.
Existe también un protocolo por el cual oficiales de Granada serían entrenados en Cuba y simultáneamente oficiales cubanos (27 permanentes y 12 o 13 por 3 o 4 meses) se establecerían en Granada para brindar asesoramiento.
Período de entrega de materiales entre 1983-1985:50 vehículos blindados BTR-152 IV; casi 200000 cargas 7,62 mm; cañones sin retroceso de 76 mm ZIS-3; y antitanques de 57 mm, haciendo un total de 60 piezas con su correspondiente munición. Morteros de 82 mm con munición, 360000 cartuchos de 14,5 mm, 50 lanzacohetes RPG-7, 30 ametralladoras 7,62 mm, 2000 pistolas ametralladoras usadas y reparadas del mismo calibre, 1000 carabinas 7,62 mm, 13000 granadas de mano de distintos tipos, 7000 minas, 150 equipos de comunicaciones y teléfonos de campaña, y en un anexo, se agregan, entre otras cosas, 20 lanzacohetes RPG-7u, 25 ametralladoras pesadas calibre 7,62 mm, municiones de diversos calibres y pistolas 9 mm.
Un epílogo
Muy lentamente Granada regresó a la vida normal, lo que allí sucede ya no es noticia para los diarios. Sin duda, la lectura de parte de los investigadores, de casi 1000 kg de documentación político-militar de diversos tipos, sirvió para conformar una idea aún mas completa de la situación que se vivió en la isla.
Pero al parecer, esto no sirvió de nada. De nada sirvió que residentes americanos (casi 1000) aseveraran frente a las cámaras de TV que eran virtuales rehenes del Consejo Revolucionario y que carecían de seguridad respecto de sus vidas; a nadie pareció interesarle que la isla otrora pacífica, se había convertido en una gigantesca tienda de armamentos y que no existía actividad política permitida fuera de la del partido oficial.
A nadie pareció importar que el mismo pueblo granadino declare públicamente la alegría por haber terminado con el sistema Marxista-Leninista, que por otra parte, nadie había solicitado ni votado. Los ingenuos, bien intencionados o no, prefieren llenarse la boca con grandilocuentes parrafadas sobre los principios sagrados de la no intervención; claro está que los cubanos, búlgaros, soviéticos y coreanos que estaban en la isla, conformaron un verdadero himno a este principio.( si bien solo cantan en idioma ruso).
Informe del Prof. Julio Cirino
martes, 15 de agosto de 2017
Biografía: Hitler y los autos
Hitler sobre ruedas: no sabía manejar y otras anécdotas automovilísticas del Führer
El Führer no tenía licencia para conducir. La personalidad más terrorífica del siglo XX debía recurrir a sus choferes para el más mínimo desplazamiento. Sus tres autos más distinguidos y la tarea asignada a su conductor predilecto: historias secundarias de Adolf Hitler
Infobae
Adolf Hitler era un apasionado de la industria automotriz: amaba los deportivos italianos y los muscle cars estadounidenses, pero prefería los modelos de Mercedes-Benz
Erich Kempka murió en 1975. Catorce años antes, en 1951, publicó sus memorias con un título sugerente: Ich habe Adolf Hitler verbrannt ("Yo quemé a Hitler"). "No he omitido nada ni nada he añadido, sino que he relatado los hechos históricos tal y como yo mismo los he vivido", pronunció en su declaración jurada. Había incinerado los restos del más temido dictador, luego de que éste se suicidara la tarde del 30 de abril de 1945. Kempka colaboró: transportó los barriles de gasolina hasta la salida de emergencia del Führerbunker, el búnker de Berlín donde Hitler prefirió morir, y ejecutó la cremación.
Adolf Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945, hace exactamente 72 años
Erich Kempka había sido su chofer. Desde 1932 hasta el día de su deceso lo acompañó por más de 120 mil kilómetros de viaje. El Führer seleccionaba metódicamente a su personal. "Muchas veces le oí decir que sus conductores y sus aviadores éramos sus mejores amigos y que en nuestras manos confiaba su vida", publicó. Integró su séquito más íntimo. Con Hitler al poder, fue designado jefe del parque automotor del Führer y ascendido a Sturmbannführer. Supervisaba una flota de cuarenta vehículos y un cuerpo de sesenta operarios, entre conductores y mecánicos. Bajo su dirección se fabricaron decenas de automóviles, en colaboración con la casa Daimler Benz. Pero nunca dejó de ser su chofer personal. Es la historia del hombre que personifica la admiración y pasión de Adolf Hitler por la industria automotriz.
Erich Kempka, a la izquierda del Führer, fue su chofer personal durante trece años y el encargado de incinerar su cadáver
Erich Kempka, a la izquierda del Führer, fue su chofer personal durante trece años y el encargado de incinerar su cadáver
La leyenda reza que contrató a Kempka porque respondió con sabiduría su rigurosa encuesta: "¿Qué marcas de coches ha conducido hasta ahora? ¿Conoce el Mercedes-Benz con motor de compresor de ocho litros? ¿Sabe cuántos caballos tiene? ¿Cómo procedería en una curva en 'ese', sin visibilidad, cuando el cuentakilómetros marca ochenta y aparece otro vehículo en dirección contraria?". Luego supervisó cada elección que agrandara su parque móvil. Amaba los deportivos italianos y los musculosos americanos. Sentía idolatría por Mercedes-Benz. Era un "buen" compañero de viaje y planificaba los traslados con precisión militar. Pero nunca manejó: no tenía licencia de conducir -¿la necesitaba?- y toda su vida se valió de sus conductores para cualquier tipo de desplazamiento.
Una fotografía de un joven Adolf Hitler junto a su primer automóvil, un Benz 11/40 de 1923
Tipo familiar de 4,6 metros de largo, motor V6 de 2860 cc y 40 CV de potencia, el Benz 11/40 de 1923 fue su primer automóvil. Era un modelo elegante, distinguido, pero lejos de los lujos automovilísticos de la era. No podía superar los 80 kilómetros por hora por una razón sorprendente. En una carta que le escribió a Jakob Ferlin -judío y dueño del concesionario- Hitler evidenció su predilección por el gris y que dudaba de la fiabilidad del motor por las altas revoluciones que alcanza. Explicó en el manifiesto que se conserva hasta la actualidad por qué necesitaba un propulsor modelos: "No podría pagar ninguna reparación grave en dos o tres años".
El modelo costó 18.000 marcos de la época, con el descuento que aprovechó a solicitar en la carta. En aquellos años, Hitler estaba penando una condena por encabezar un frustrado golpe de Estado en la prisión de Landsberg. Allí pasó 264 días, en condiciones ciertamente confortables. Aprovechó para escribir Mein Kampf ("Mi lucha"). "Siempre fue razonable, frugal, modesto y amable con todos, especialmente con los funcionarios. El prisionero no fuma ni bebe, respeta voluntariamente todas las restricciones", escribió el 18 de septiembre de 1924 Otto Leybold, director de la prisión: hablaba de un incipiente político en versión agitador. Hitler posó orgulloso con el modelo a la salida del establecimiento penitenciario.
El Mercedes-Benz Grosser 770K model 150 Offener Tourenwagen fue conocido como el “gran Mercedes”
Su máquina preferida. Un Mercedes-Benz Grosser 770K model 150 Offener Tourenwagen, el automóvil alemán más caro de la época, que sólo se fabricaba por encargo. Era una máquina de miedo y poder. Dueña de una belleza siniestra y una figura majestuosa. Fue caratulada como Die Grosser Mercedes ("El Gran Mercedes") por su imponencia y su trascendencia: en él viajaba la personalidad política más transversal del siglo. El modelo escondía compartimentos en los que guardaba decenas de armas y municiones. Era una fabricación artesanal de la compañía Mercedes Benz en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, y en sus principios había sido destinada como elemento propagandístico.
Su motorización estaba comprometida a su peso. Su carrocería, blindada, incrementó el peso total del vehículo. Su motor de ocho cilindros en línea de 7.700 cc con pistones de aluminio y doble compresor volumétrico, era capaz de erogar una potencia total de 400 CV y viajar a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora. Debieron montar un depósito de gasolina de 300 litros porque su consumo era extremo: demandaba 60 litros a los 100 kilómetros por hora. Por eso sus ingenieros debieron limitar la velocidad a 80 kilómetros por hora, la misma competencia y margen de capacidad de su primer Benz 11/40, aunque con razones de tope sensiblemente diferentes.
El vehículo oficial de Adolf Hitler, testigo mudo de la historia más macabra de la modernidad, se convirtió en una ambigua reliquia del nazismo. El auto fue confiscado, intervino en una subasta, lució como pieza de museo e inspiró The Devil's Mercedes: The Bizarre and Disturbing Adventures of Hitler's Limousine in America, un libro escrito por Robert Klara que narra lo que reza su título: las bizarras y morbosas aventuras de la limusina del Führer.
Herman Goering a bordo de un Mercedes 540K Roadster, uno de los modelos más bellos de la firma germana
Según los anales de la historia automotriz, el Mercedes 540K Roadster es uno de los modelos más distinguidos y bellos fabricados jamás por la firma de la estrella. Adolf Hitler, admirador del espíritu de la marca, coincidía: regalaba uno cuando quería galardonar al destinatario. Herman Goering, destacado político y militar alemán y próximo al Fürher, y Eva Braun, amante, novia y esposa de Hitler, recibieron unidades del exclusivo modelo.
Sólo se fabricaron 350 Mercedes 540K Roadster. Pocos pudieron sobrevivir a los saqueos posguerra. Presumía de un capó que cuidaba de un motor de 5.4 litros y ocho cilindros en línea que desarrollaba 180 CV de potencia y propulsaba el vehículo a circular a 180 kilómetros por hora de velocidad punta.
El Führer no tenía licencia para conducir. La personalidad más terrorífica del siglo XX debía recurrir a sus choferes para el más mínimo desplazamiento. Sus tres autos más distinguidos y la tarea asignada a su conductor predilecto: historias secundarias de Adolf Hitler
Infobae
Adolf Hitler era un apasionado de la industria automotriz: amaba los deportivos italianos y los muscle cars estadounidenses, pero prefería los modelos de Mercedes-Benz
Erich Kempka murió en 1975. Catorce años antes, en 1951, publicó sus memorias con un título sugerente: Ich habe Adolf Hitler verbrannt ("Yo quemé a Hitler"). "No he omitido nada ni nada he añadido, sino que he relatado los hechos históricos tal y como yo mismo los he vivido", pronunció en su declaración jurada. Había incinerado los restos del más temido dictador, luego de que éste se suicidara la tarde del 30 de abril de 1945. Kempka colaboró: transportó los barriles de gasolina hasta la salida de emergencia del Führerbunker, el búnker de Berlín donde Hitler prefirió morir, y ejecutó la cremación.
Adolf Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945, hace exactamente 72 años
Erich Kempka había sido su chofer. Desde 1932 hasta el día de su deceso lo acompañó por más de 120 mil kilómetros de viaje. El Führer seleccionaba metódicamente a su personal. "Muchas veces le oí decir que sus conductores y sus aviadores éramos sus mejores amigos y que en nuestras manos confiaba su vida", publicó. Integró su séquito más íntimo. Con Hitler al poder, fue designado jefe del parque automotor del Führer y ascendido a Sturmbannführer. Supervisaba una flota de cuarenta vehículos y un cuerpo de sesenta operarios, entre conductores y mecánicos. Bajo su dirección se fabricaron decenas de automóviles, en colaboración con la casa Daimler Benz. Pero nunca dejó de ser su chofer personal. Es la historia del hombre que personifica la admiración y pasión de Adolf Hitler por la industria automotriz.
Erich Kempka, a la izquierda del Führer, fue su chofer personal durante trece años y el encargado de incinerar su cadáver
Erich Kempka, a la izquierda del Führer, fue su chofer personal durante trece años y el encargado de incinerar su cadáver
La leyenda reza que contrató a Kempka porque respondió con sabiduría su rigurosa encuesta: "¿Qué marcas de coches ha conducido hasta ahora? ¿Conoce el Mercedes-Benz con motor de compresor de ocho litros? ¿Sabe cuántos caballos tiene? ¿Cómo procedería en una curva en 'ese', sin visibilidad, cuando el cuentakilómetros marca ochenta y aparece otro vehículo en dirección contraria?". Luego supervisó cada elección que agrandara su parque móvil. Amaba los deportivos italianos y los musculosos americanos. Sentía idolatría por Mercedes-Benz. Era un "buen" compañero de viaje y planificaba los traslados con precisión militar. Pero nunca manejó: no tenía licencia de conducir -¿la necesitaba?- y toda su vida se valió de sus conductores para cualquier tipo de desplazamiento.
El primero
Una fotografía de un joven Adolf Hitler junto a su primer automóvil, un Benz 11/40 de 1923
Tipo familiar de 4,6 metros de largo, motor V6 de 2860 cc y 40 CV de potencia, el Benz 11/40 de 1923 fue su primer automóvil. Era un modelo elegante, distinguido, pero lejos de los lujos automovilísticos de la era. No podía superar los 80 kilómetros por hora por una razón sorprendente. En una carta que le escribió a Jakob Ferlin -judío y dueño del concesionario- Hitler evidenció su predilección por el gris y que dudaba de la fiabilidad del motor por las altas revoluciones que alcanza. Explicó en el manifiesto que se conserva hasta la actualidad por qué necesitaba un propulsor modelos: "No podría pagar ninguna reparación grave en dos o tres años".
El modelo costó 18.000 marcos de la época, con el descuento que aprovechó a solicitar en la carta. En aquellos años, Hitler estaba penando una condena por encabezar un frustrado golpe de Estado en la prisión de Landsberg. Allí pasó 264 días, en condiciones ciertamente confortables. Aprovechó para escribir Mein Kampf ("Mi lucha"). "Siempre fue razonable, frugal, modesto y amable con todos, especialmente con los funcionarios. El prisionero no fuma ni bebe, respeta voluntariamente todas las restricciones", escribió el 18 de septiembre de 1924 Otto Leybold, director de la prisión: hablaba de un incipiente político en versión agitador. Hitler posó orgulloso con el modelo a la salida del establecimiento penitenciario.
El preferido
El Mercedes-Benz Grosser 770K model 150 Offener Tourenwagen fue conocido como el “gran Mercedes”
Su máquina preferida. Un Mercedes-Benz Grosser 770K model 150 Offener Tourenwagen, el automóvil alemán más caro de la época, que sólo se fabricaba por encargo. Era una máquina de miedo y poder. Dueña de una belleza siniestra y una figura majestuosa. Fue caratulada como Die Grosser Mercedes ("El Gran Mercedes") por su imponencia y su trascendencia: en él viajaba la personalidad política más transversal del siglo. El modelo escondía compartimentos en los que guardaba decenas de armas y municiones. Era una fabricación artesanal de la compañía Mercedes Benz en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, y en sus principios había sido destinada como elemento propagandístico.
Su motorización estaba comprometida a su peso. Su carrocería, blindada, incrementó el peso total del vehículo. Su motor de ocho cilindros en línea de 7.700 cc con pistones de aluminio y doble compresor volumétrico, era capaz de erogar una potencia total de 400 CV y viajar a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora. Debieron montar un depósito de gasolina de 300 litros porque su consumo era extremo: demandaba 60 litros a los 100 kilómetros por hora. Por eso sus ingenieros debieron limitar la velocidad a 80 kilómetros por hora, la misma competencia y margen de capacidad de su primer Benz 11/40, aunque con razones de tope sensiblemente diferentes.
El vehículo oficial de Adolf Hitler, testigo mudo de la historia más macabra de la modernidad, se convirtió en una ambigua reliquia del nazismo. El auto fue confiscado, intervino en una subasta, lució como pieza de museo e inspiró The Devil's Mercedes: The Bizarre and Disturbing Adventures of Hitler's Limousine in America, un libro escrito por Robert Klara que narra lo que reza su título: las bizarras y morbosas aventuras de la limusina del Führer.
El elegido
Herman Goering a bordo de un Mercedes 540K Roadster, uno de los modelos más bellos de la firma germana
Según los anales de la historia automotriz, el Mercedes 540K Roadster es uno de los modelos más distinguidos y bellos fabricados jamás por la firma de la estrella. Adolf Hitler, admirador del espíritu de la marca, coincidía: regalaba uno cuando quería galardonar al destinatario. Herman Goering, destacado político y militar alemán y próximo al Fürher, y Eva Braun, amante, novia y esposa de Hitler, recibieron unidades del exclusivo modelo.
Sólo se fabricaron 350 Mercedes 540K Roadster. Pocos pudieron sobrevivir a los saqueos posguerra. Presumía de un capó que cuidaba de un motor de 5.4 litros y ocho cilindros en línea que desarrollaba 180 CV de potencia y propulsaba el vehículo a circular a 180 kilómetros por hora de velocidad punta.
lunes, 14 de agosto de 2017
Historia militar: Un Mark V ruso vuelve a la vida
Tanques reacondicionados
El militarismo puede ser un hobby agradable para unir gente después del trabajo en un lugar como una fábrica de reparación del ferrocarril. Ahora, en vez de entregarse a algo después del trabajo ha hecho que puede ir en su lugar y trabajar en la renovación de unos pocos tanques Mark-V de cien años de viejos.
Los tanques del ejército de Rusia durante la Primera Guerra Mundial y después de que el ejército ruso se ha dividido en dos partes como resultado de la toma de posesión de los Comunistas en 1917 algunos de los tanques quedaron con las unidades que se oponían al régimen comunista, pero no por mucho tiempo - el Ejército Rojo capturó de nuevo a estos monstruos en movimiento y los utilizó durante un tiempo.
Luego, después de la Segunda Guerra Mundial se quedaron oxidándose en algunos pueblos, mientras que algunos entusiastas le prestaron atención en aquellas piezas maravillosas del genio de la de ingeniería del principios del siglo 20 y se decidieron a reparar e instalar como una atracción en la calle de la ciudad para la vista del público en general.
Fuente
El militarismo puede ser un hobby agradable para unir gente después del trabajo en un lugar como una fábrica de reparación del ferrocarril. Ahora, en vez de entregarse a algo después del trabajo ha hecho que puede ir en su lugar y trabajar en la renovación de unos pocos tanques Mark-V de cien años de viejos.
Los tanques del ejército de Rusia durante la Primera Guerra Mundial y después de que el ejército ruso se ha dividido en dos partes como resultado de la toma de posesión de los Comunistas en 1917 algunos de los tanques quedaron con las unidades que se oponían al régimen comunista, pero no por mucho tiempo - el Ejército Rojo capturó de nuevo a estos monstruos en movimiento y los utilizó durante un tiempo.
Luego, después de la Segunda Guerra Mundial se quedaron oxidándose en algunos pueblos, mientras que algunos entusiastas le prestaron atención en aquellas piezas maravillosas del genio de la de ingeniería del principios del siglo 20 y se decidieron a reparar e instalar como una atracción en la calle de la ciudad para la vista del público en general.
Fuente
domingo, 13 de agosto de 2017
Uniforme: Evolución del kit de combate británico desde 1066 hasta 2014
Inventarios de la guerra: Equipos de soldados británicos desde 1066 al 2014
The Telegraph
En un día de invierno en 1915, la familia del Capitán Charles Sorley - atleta, soldado y poeta - recibió un paquete. Era su bolsa de kit, enviado por su regimiento desde el frente occidental, donde Sorley había sido asesinado, de 20 años, en la Batalla de Loos. Fuera de este bolso fue una vida abreviada: efectos personales, artículos de uniforme y un fajo de papeles de las que emergieron su ya famoso soneto Cuando usted ve millones de muertos silenciosos. Una nueva encuesta fotográfica de kits militares ahora ilustra esa curiosa combinación. El fotógrafo Thom Atkinson ha grabado 13 kits militares por su serie 'Soldados inventarios.
Soldado raso, batalla del Somme en 1916
Mientras que la Primera Guerra Mundial fue la primera guerra moderna, como el kit de Somme ilustra, también era primitiva. Junto con su máscara de gas un privado se emitiría con una de pinchos 'club de trinchera' - casi idénticas a las armas medievales.
Huscarl 1066, Batalla de Hastings
'El guerrero anglosajón en Hastings no es tal vez tan diferente de la "Tommy" británico en las trincheras ", dice el fotógrafo Thom Atkinson. En la batalla de Hastings, la elección del armamento soldados era extensa.
Caballero montado, cerco de Jerusalén en 1244
Grupos que representan eventos históricos, coleccionistas, historiadores y soldados en servicio ayudaron al fotógrafo Thom Atkinson a armar los componentes de cada foto. "Fue difícil de rastrear personas con conocimientos con el equipo correcto," dice. "Las imágenes son realmente el producto de su conocimiento y experiencia."
Arquero combatiente, batalla de Agincourt en 1415
Después de haber trabajado en proyectos con el Wellcome Trust y el Museo de Historia Natural, el fotógrafo Thom Atkinson ha dirigido su atención a lo que él describe como "la mitología que rodea la relación de Gran Bretaña con la guerra".
Hombre de armas Yorkista, batalla de Bosworth en 1485
'Hay una cuchara en cada imagen," dice Atkinson. "Creo que es maravilloso. El requisito de la comida, y la experiencia de comer, no ha cambiado en 1.000 años. Es lo mismo con el calor, el agua, la protección, el entretenimiento '.
Mosquetero, Tilbury 1588
Las similitudes entre los kits son tan sorprendente como las diferencias. Los bloc de notas se convierten en iPads, cuencos del siglo 18 reflejan platos de campaña modernos; juegos como el ajedrez o las cartas aparecen regularmente.
Nuevo modelo de mosquetero del Ejército británico, Batalla de Naseby en 1645
Cada juego representa el equipo personal realizado por un soldado británico común nocional en una batalla histórica en el último milenio. Es una secuencia marcada por Bosworth, Naseby, Waterloo, el Somme, Arnhem y las Malvinas - y asentada por la batalla de Hastings y la provincia de Helmand.
Soldado centinela, Batalla de Malplaquet de 1709
Atkinson dijo que el proyecto, lo que le llevó nueve meses era una educación. 'Nunca he sido un soldado. Es difícil mirar a un objeto como éste y entender por completo. Yo quería que fuera por la gente. Observando todo lo desplegado, empiezo a sentir que somos realmente las mismas criaturas con las mismas necesidades fundamentales.'
Soldado, Batalla de Waterloo en 1815
Kit provisto a los soldados combatientes en la Batalla de Waterloo una jarra de peltre y un conjunto de borradores.
Soldado raso, Brigada de Rifles, Batalla de Alma en 1854
Cada imagen representa las vendas, bayonetas y balas de la supervivencia, y los ganchos en los que cuelga la humanidad: Papel, libros de oraciones y Biblias.
Cabo lancero, Brigada de Paracaidistas, Batalla de Arnhem en 1944
Cada fotografía muestra el mundo de un soldado condensa en un manifiesto reducida de defensas, las disposiciones y las distracciones. No lo formal (tal como se emitió por la intendencia y armero) y el personal (relojes, crucifijos, peines y cepillos de afeitar).
Comando de los Royal Marines, el conflicto de las Malvinas en 1982
Desde la armadura pesada usada por un hombre de armas Yorkista en 1485 hasta los paquetes llevados en mochilas en Puerto Argentino en las espaldas de los Royal Marines cinco siglos más tarde, la carga literal del esfuerzo de un soldado está a la vista.
Zapador de apoyo cercano, Ingenieros Reales, Provincia Helmland, 2014
La evolución de la tecnología que se desprende de la serie es un proceso que se ha acelerado en el último siglo. El reloj de bolsillo de 1916 es hoy un reloj de pulsera digital resistente al agua; el rifle a cerrojo Lee-Enfield ha sido sustituido por la carabina de asalto ligero con mira láser de futuro; y chalecos de camuflaje Kevlar ligero ocupan el lugar de las túnicas de servicios caqui patrón de lana.
The Telegraph
En un día de invierno en 1915, la familia del Capitán Charles Sorley - atleta, soldado y poeta - recibió un paquete. Era su bolsa de kit, enviado por su regimiento desde el frente occidental, donde Sorley había sido asesinado, de 20 años, en la Batalla de Loos. Fuera de este bolso fue una vida abreviada: efectos personales, artículos de uniforme y un fajo de papeles de las que emergieron su ya famoso soneto Cuando usted ve millones de muertos silenciosos. Una nueva encuesta fotográfica de kits militares ahora ilustra esa curiosa combinación. El fotógrafo Thom Atkinson ha grabado 13 kits militares por su serie 'Soldados inventarios.
Soldado raso, batalla del Somme en 1916
Mientras que la Primera Guerra Mundial fue la primera guerra moderna, como el kit de Somme ilustra, también era primitiva. Junto con su máscara de gas un privado se emitiría con una de pinchos 'club de trinchera' - casi idénticas a las armas medievales.
Huscarl 1066, Batalla de Hastings
'El guerrero anglosajón en Hastings no es tal vez tan diferente de la "Tommy" británico en las trincheras ", dice el fotógrafo Thom Atkinson. En la batalla de Hastings, la elección del armamento soldados era extensa.
Caballero montado, cerco de Jerusalén en 1244
Grupos que representan eventos históricos, coleccionistas, historiadores y soldados en servicio ayudaron al fotógrafo Thom Atkinson a armar los componentes de cada foto. "Fue difícil de rastrear personas con conocimientos con el equipo correcto," dice. "Las imágenes son realmente el producto de su conocimiento y experiencia."
Arquero combatiente, batalla de Agincourt en 1415
Después de haber trabajado en proyectos con el Wellcome Trust y el Museo de Historia Natural, el fotógrafo Thom Atkinson ha dirigido su atención a lo que él describe como "la mitología que rodea la relación de Gran Bretaña con la guerra".
Hombre de armas Yorkista, batalla de Bosworth en 1485
'Hay una cuchara en cada imagen," dice Atkinson. "Creo que es maravilloso. El requisito de la comida, y la experiencia de comer, no ha cambiado en 1.000 años. Es lo mismo con el calor, el agua, la protección, el entretenimiento '.
Mosquetero, Tilbury 1588
Las similitudes entre los kits son tan sorprendente como las diferencias. Los bloc de notas se convierten en iPads, cuencos del siglo 18 reflejan platos de campaña modernos; juegos como el ajedrez o las cartas aparecen regularmente.
Nuevo modelo de mosquetero del Ejército británico, Batalla de Naseby en 1645
Cada juego representa el equipo personal realizado por un soldado británico común nocional en una batalla histórica en el último milenio. Es una secuencia marcada por Bosworth, Naseby, Waterloo, el Somme, Arnhem y las Malvinas - y asentada por la batalla de Hastings y la provincia de Helmand.
Soldado centinela, Batalla de Malplaquet de 1709
Atkinson dijo que el proyecto, lo que le llevó nueve meses era una educación. 'Nunca he sido un soldado. Es difícil mirar a un objeto como éste y entender por completo. Yo quería que fuera por la gente. Observando todo lo desplegado, empiezo a sentir que somos realmente las mismas criaturas con las mismas necesidades fundamentales.'
Soldado, Batalla de Waterloo en 1815
Kit provisto a los soldados combatientes en la Batalla de Waterloo una jarra de peltre y un conjunto de borradores.
Soldado raso, Brigada de Rifles, Batalla de Alma en 1854
Cada imagen representa las vendas, bayonetas y balas de la supervivencia, y los ganchos en los que cuelga la humanidad: Papel, libros de oraciones y Biblias.
Cabo lancero, Brigada de Paracaidistas, Batalla de Arnhem en 1944
Cada fotografía muestra el mundo de un soldado condensa en un manifiesto reducida de defensas, las disposiciones y las distracciones. No lo formal (tal como se emitió por la intendencia y armero) y el personal (relojes, crucifijos, peines y cepillos de afeitar).
Comando de los Royal Marines, el conflicto de las Malvinas en 1982
Desde la armadura pesada usada por un hombre de armas Yorkista en 1485 hasta los paquetes llevados en mochilas en Puerto Argentino en las espaldas de los Royal Marines cinco siglos más tarde, la carga literal del esfuerzo de un soldado está a la vista.
Zapador de apoyo cercano, Ingenieros Reales, Provincia Helmland, 2014
La evolución de la tecnología que se desprende de la serie es un proceso que se ha acelerado en el último siglo. El reloj de bolsillo de 1916 es hoy un reloj de pulsera digital resistente al agua; el rifle a cerrojo Lee-Enfield ha sido sustituido por la carabina de asalto ligero con mira láser de futuro; y chalecos de camuflaje Kevlar ligero ocupan el lugar de las túnicas de servicios caqui patrón de lana.
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