sábado, 25 de abril de 2020

La crisis de la "munición torpedo" de 1886: El fin de los fuertes de ladrillo y cemento

1886: La crisis de la munición de torpedo

Por Renaud Mayers ||  The Defensiomen





1886: La crisis de la munición de torpedos. 1886 vio el amanecer de la artillería moderna y el anochecer de las fortificaciones de la era de ladrillo y mortero.


Desde principios de la década de 1870 hasta mediados de la década de 1880, muchas innovaciones transformaron los sistemas de artillería: los proyectiles de hierro fundido dieron paso a los de acero. Los proyectiles pasaron de ser esféricos a cilíndricos. Las piezas de avancarga dieron paso a las de carga trasera.

Finalmente, la pólvora negra fue reemplazado por explosivos químicos más estables pero mucho más potentes. Los resultados finales significaron que en una década más o menos, las plataformas de artillería ganaron en alcance, potencia y letalidad.


Fuerte Malmaison

En 1886, el ejército francés realizó pruebas con proyectiles modernos en el fuerte de Malmaison, una fortaleza de piedra, ladrillo y mortero del tipo Séré de Rivières, cubierta de terraplenes inclinados y rodeada por un foso seco. Esos proyectiles modernos se llamaban en ese momento "Torpedo Shell" debido a su forma esbelta.

El fuerte fue preparado para la "guerra" con ventanas obstruidas por vigas de acero y colchones, según las regulaciones del Ejército en ese momento. Malmaison fue posteriormente bombardeada. Las municiones modernas también fueron detonadas remotamente en el foso. Los resultados aterrorizaron no solo al alto mando francés sino a varios arquitectos militares de la época: los proyectiles que se detonaron en el foso produjeron metralla que podría dañar y, a veces, penetrar las vigas de acero utilizadas para condenar las ventanas.

Los proyectiles de 155 mm que impactaron en el fuerte causaron daños al techo de ladrillo que tenía 80 cm de espesor y estaba cubierto por 1,5 m de tierra compacta. Los proyectiles de 220 mm a menudo penetraban por completo en el fuerte, detonando en el interior con resultados catastróficos. De agosto a octubre, se dispararon 170 proyectiles contra el fuerte de Malmaison. Los proyectiles de 155 mm pesaban 40 kg. Los proyectiles de 220 mm llegaron a 90 kg. El fuerte quedó en ruinas ...



Fuerte Malmaison: daño de proyectil de 220 mm.

La conclusión fue simple: ¡todas las fortificaciones "modernas" construidas en Europa desde 1870 en adelante ya estaban obsoletas en 1886! La próxima generación de fuertes tendría que construirse más profundo y en concreto para tener una oportunidad de sobrevivir.

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