domingo, 2 de junio de 2013

Historia argentina: Apold, el constructor del relato peronista

El nazi Raúl Apold:
El secreto mejor guardado del Peronismo 





Por Carlos A. Méndez-Thort 

La relación entre el pre-peronismo y el periodismo pro-nazi desde 1930 hasta 1955 ha sido siempre de extrema tensión por el carácter propio del primero de no compartir el poder con otros actores institucionales. La Justicia,la oposición política que se expresa en el Congreso,y la prensa han sido blanco de esa tensión que se manifiesta,sobre todo,en una necesidad de control configurada de distintas maneras.Esta tensión y un nombre que para Eva Duarte constituía un misterio,era el de Raúl Alejandro Apold,a quien el mismísimo Joseph Goebbels radicado en Villa Gesell luego de su falso suicidio en Berlín,declaró como su sucesor y heredero ideológico como el publicista nazi del entonces presidente Juan Domingo Perón ya a principios del año de 1940.Cuando hablamos de Apold se trata del mismísimo inventor del peronismo por transfiguración del nazismo y del prusianismo católicos. 
Raúl Apold fue el cerebro oculto que cambió la política argentina para traer por pedido de Evita a decenas de centenares de miles de genocidas nazis de toda Europa para corromper la mentalidad capitalista liberal de nuestra tradicional población argentina. Apold, secretario de Prensa de Perón y estratega de las políticas comunicacionales, fue el fomento del cine estatizado en los tres primeros gobiernos peronistas desde el sanguinario Golpe de Estado de 1943 hasta la fusiladora Revolución Libertadura post-nazi de 1955, fue un hombre monstruosamente exitoso a quien, por su falta absoluta de escrúpulos morales, Perón consultaba en forma constante.Si bien Apold venía del balbinismo radical nazi de F.O.R.J.A.de 1930, durante los acontecimientos fundacionales del peronismo, como el 17 de Octubre ó el canceroso renunciamiento de nuestra Santa Evita Duarte, fueron planificados y escenificados por Apold, poniendo a disposición de esas mitificaciones todo el aparato del Estado. 

 

Las actuales investigaciones visibiliza a un personaje obscuro proveniente de aquellos FreiKorps de 1918 a 1930, que “Es el secreto mejor guardado del peronismo y del balbinismo”. Si Apold hubiera crecido demasiado dentro del esquema de los prusianos nazis refugiados en Argentina, Paraguay y Chile, quizá Perón y Lucero lo hubieran aislado, dada la desconfianza propia de un líder que se considera dotado para la conducción individual sin el más mínimo remordimiento ni responsabilidad moral por las consecuencias de sus actos, tal como también era el golpista Balbín. Debido a la sistemática destrucción de archivos históricos desarrollada por el posterior gobierno cursillista de Onganía, cuesta bastante esfuerzo conseguir datos básicos del personaje en cuestión: Su fecha y lugar de nacimiento, cómo se componía su familia filoprusiana, cómo llegó a convertirse en un hombre de absoluta confianza de Perón. Al ocultarse por via castrense la figura de Apold también se ocultaba la génesis del relato peronista. 
El vínculo de Apold con el tres veces presidente argentino se remonta a un tiempo muy pero muy anterior al sangriento Golpe de Estado genocida de 1943, dado que había ocupado la función pública en el Ministerio de Trabajo varias veces desde 1930 hasta esa fecha. Según las actuales investigaciones el multifacético funcionario fue una suerte de lobbista, publicista, relacionista público, periodista y comunicador brillante, condueño de Argentina Sono Films, que tuvo enorme injerencia en todas las leyes sobre cine, en las decisiones comunicacionales, en el contrabando nazi de película virgen cuando Estados Unidos mantuvo un entredicho con la Argentina pro-musoliniana, y aquel material fílmico no se conseguía. Apold ató asociaciones sólidas no solo con directores y artistas sino también con el propio Göebbels, y se ocupó de menesteres trascendentes como ejecutar la expropiación y confiscación del diario La Prensa que, en su hora, era el diario de mayor tirada y penetración en la opinión pública, para reducirlo a ser, a partir de 1955, un simple "Diarucho de Morondanga" como tanto le gustaba decir al fusilador Gral. post-nazi Pedro Eugenio Aramburu. 

La sucesión metamórfica de los monstruosos Uriburu, Hitler, Franco, Perón, Balbín, Apold, Aramburu, Onganía, Videla,y así hasta llegar mucho más tarde al infame serbio de Néstor Kirçner-Ostoiç... todos ellos han sido etapas de un mismo resultado de destrucción nacional para nuestra amada Patria Argentina... Así se supo por un viejo dirigente justicialista, quien se entrevistó con Néstor Kirçner en la quinta presidencial de Olivos, del interés que el prusiano Apold despertaba en el fallecido ex-presidente Kirçner, quien citó al dirigente en cuestión para saber cuáles eran los aportes concretos de Apold a la construcción del relato peronista. El visitante fue testigo del hitleriano brillo en la mirada del ahora difunto Kirçner cuando le contó que, siguiendo las precisas sugerencias de Apold y del refugiado compañero Göebbels, Perón había volcado recursos hacia el cine y los artistas que lo siguieron, siendo el brazo ejecutor que compró, por orden de Juan Perón, medios económicamente en bancarrota, complicándoles la existencia a los que no se dejaban comprar. 
Al igual que el sifilítico amanerado de Lénin en Moscú, Apold fue un macabro instrumento brillante en la historia argentina. No existiría peronismo sin Apold, ni ningún nazi, ni rexista, ni ustacha se hubiese podido refugiar via "Linea de Ratas" en nuestra Argentina, Paraguay, ni Chile,y llama poderosamente la atención de que se supiera tan poco de su vida pública y privada oculta por décadas y décadas gracias a los eternos militares golpistas. A través de Apold, se puede llegar a saber cómo fue el aparato comunicacional construido desde el Estado durante el peronismo y durante todos los sangrientos Golpes de Estado desde 1930 hasta 1983, desde cuando el joven Balbín traicionó a Yrigoyen en 1930 hasta la caída de la última tiranía militar en 1983. 
La decisión política de construir un falso relato cenagoso fue fundamental en el crecimiento del peronismo como movimiento antisionista, ultra-nacionalista y populachero, Apold no estuvo solamente interesado en disfrazar la ideología nazi de los prusianos aunque había traído a Goebbels, que fue el ministro de propaganda nazi, asi como el publicista de la General Electric de Argentina,y un personaje fundamental en la construcción del relato nazi, a quien los argentinos le ayudamos a fraguar su falso suicidio y el de toda su familia para refugiarle en Villa Gesell y en Claromecó. Y al igual que él, Apold también fue un gran productor general y se encargó de la escenificación de mitos fundamentales copiados del nazi-franquismo católico, disfrazando de antisionista su antisemitismo tan hipócritamente oculto y heredado del ultra-nacionalista Ricardo Balbín, a quienes los alemanes denominaban como el célebre"Chino Bisagra". 

¿Quién es hoy el Apold del actual kirçnerismo?. 
Hoy la Anglo General Electric Ltd. no nos ha legado un reemplazo de aquel refugiado Göebbels escondido en Villa Gesell,y por lo tanto ya no hay un Apold en el kirçnerismo chavista, porque él tuvo un papel integral en los dos primeros gobiernos peronistas desde 1943 hasta 1955. Hoy su rol está repartido entre varios funcionarios del Gobierno pero al estilo de Stalin no de Hitler. Las grandes puestas escénicas corren por cuenta de Javier Grossman, ex-titular de la camuflada "Unidad Ejecutora" del Bicentenario y creador de la también camuflatoria "Tecnópolis", del control de los medios se ocupa el payaso Martín Sabbatella, a cargo de la censura del AFSCA, el control del papel para los medios gráficos está en manos del grotesco Guillermo Moreno, deforme Secretario de Comercio, el relato es resorte del jefe de Gabinete, el cocainómano Juan Manuel Abal Medina,y hasta el secretario Legal y Técnico, el fantoche de Carlos Zannini, interviene en esa monstruosa deformación que es el relato kirçnerista, ese sería el paralelo en procura de trazar un puente entre el antiguo peronismo post-nazi y el actual kirchnerismo chavista. 
Todo esto está muy claro: Sin la ley de medios y la aterradora avanzada del actual gobierno nacional argentino contra todos los medios independientes, con el foco puesto en destruirlo todo, incluso al mitificado Grupo Clarín, Cristina no hubiera tenido la necesidad de darle visibilidad a un ya finado personaje deliberadamente ocultado por el peronismo. En su tiempo, Apold manejaba una dantesca estructura de comunicación de 1.500 personas a su servicio.Tratándose de las décadas de 1930 y de 1940, todo esto significaba en Alemania y en nuestra Argentina un sin número exorbitante de empleados al servicio de la comunicación totalitaria de los sangrientos Golpes de Estado de 1930 y de 1943. Y eso sin contar los Servicios de Inteligencia de la Abwehr Nazi y de la O.D.E.S.S.A., los cuales siguieron existiendo permanentemente en nuestra Argentina por lo menos hasta 1976. 
Göebbels no hubiese sido posible sin Apold, ni Apold no hubiera sido posible sin Perón. Ya entonces Perón había viajado como oficial de Inteligencia Nazi a Europa, por lo menos tres veces,durante los años que fueron desde la rendición de Alemania en 1918 hasta la Segunda Guerra Mundial, a punto tal que el propio Balbín hizo su post-grado de abogado en Alemania durante el surgimiento del entonces naciente Partido Nazi. Así el llamado"Chino Bisagra" vio el despliegue del aparato fascista italiano,y todo esto le fascinó hasta el delirio absoluto. Pero todo ello fue también un fenómeno sociológico de aquella época. Porque en los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt y Neville Chamberlain en Inglaterra también le dieron un lugar central a la comunicación laborista de masas, tomada de los delirios satanizantes de la maldita Sociedad Laborista Fabiana, suprema creadora de todas las atrocidades de Clement Attlee. 
Un militar argentino miembro del Partido Nazi local, el teniente coronel Ángel Zuluaga, quien fuere un horrendo impulsor de la aviación civil en la Argentina, presentó a Apold a Perón en nombre de Joseph Göebbels. En aquel momento el desarrollo de la aviación civil era una metáfora del avance y desarrollo de los conservadores liberales franceses en nuestra Argentina, por lo que allí estuvo Apold infiltrado por Göebbels para darle andamiaje en la difusión. Así fue como libros, películas y actos vinculados con esta nueva industria argentina lo tuvieron como encantado constructor de un relato en los medios, pues los dueños franceses de la aviación civil argentina ni suponían que tenebroso criminal se ocultaba bajo la aparente inocencia del obscuro personaje de Apold, pues su poder de daño era ilimitado pero sutil. No se pasaba nunca de punto, al extremo de mostrarse siempre discreto “Después de soltar la bomba con extremo disimulo silencioso”. 
Todas las decisiones las tomaba Perón en nombre del embajador hitlerista Von Thermann, y estas vendrían o no, por añadidura. El sólo hacía su ruinoso trabajo de zapa de destruirlo todo lo que encontraba a su paso.Y lo hacía tan bien que en 1950,después de cargarse a varios funcionarios peronistas a quienes perjudicó sin la más mínima piedad, sin que ninguno de ellos hubiera tenido ni la más mínima posibilidad de defenderse, Perón creyó llegado el momento de otorgarle la más infame Medalla de la Lealtad. Lo que se dice un silencioso hombre obsecuente al servicio de una causa,y de un líder,quien era tan nazi como el propio Ricardo Balbín con éxito ocultaba ser. Si algo desvelaba a Perón era la relación de Eva Duarte con su díscolo hermano Juan. A pesar de los consejos cariñosos de Eva a su hermano“Juancito”, este empezó a inflar desmesuradamente su patrimonio: Una casa, una estancia con muelle privado, studs de caballos de carrera, autos importados, y aviones. 
Pero luego le llovieron a su favor infames manejos discrecionales de cuentas bancarias en Suiza,y una vida completamente dislocada, la cual enfurecía a Perón, todas estas atrocidades marcaron el final nazi de Juan Duarte...Y no pudo ser otro que el propio Apold quien acabó con la vida de Duarte para liberar a su líder de los desmanes que lo dejaban expuesto. Con la impresentable discrecionalidad que tenía también se le atribuye fehacientemente a Apold el armado de listas negras con los artistas prohibidos y los que si podían trabajar. Y, al igual que haría años más tarde Juan Carlos Onganía, Apold se jactaba a gritos de no dejar nada escrito, porque gracias a su memoria, sólo tenía “Listas memorizadas”, las cuales si algo salía mal no podrían ser utilizadas como prueba para incriminarle. Entre los que no gozaron nunca de su infernal bendición figuraba un testigo clave de los hechos,quien no era otro que el honestísimo y admiradísimo Hugo del Carril, la voz de la marcha peronista. 

Así lo recogen los fragmentos de una entrevista dada en su momento por el cantante adonde demuestra que:...“Durante dos años Apold me hizo la vida imposible en nombre de un refugiado alemán cuyo nombre nunca llegué a saber. Dos años en que siendo amigo del General, no podía llegar a él porque me bloqueaban los cosacos de la guardia. Ocurrió que el hermano de Perón se enteró de mis sinsabores y me mandó llamar”... En resumen: Del Carril vio a Perón y recuperó el trabajo, y aún cuando a la O.D.E.S.S.A. no le caía simpático, los ex-ustachas croatas si eran sus admiradores y le apoyarían. Pero lo que cuenta en esta anécdota son las razones de la prohibición impuesta por Apold: Del Carril era controlado por la Dirección de Asuntos Especiales por sus simpatías comunistas no-peronistas, y por no haber querido acostarse como amante del amanerado izquierdista John William Cooke, pues este último era un comunista interno del peronismo, quien servía de forro a Perón para que la macabra influencia de la Unión Soviética no le fuera tan adversa... 
Poder sí la ideología nazi también: A Apold le interesaba el más infame poder absoluto para cumplir objetivos y usar a las personas hasta abusarse de ellas, pero no tanto la ideología nazi propiamente dicha, pues esta última era a veces peligrosamente difícil de ocultar. Así se descubre a medida que se desbroza la documentación clasificada de la que hoy que se dispone,y esto concluye que Apold fue el creador de los grandes eslóganes del peronismo, tales como, por ejemplo: “Perón cumple y Evita dignifica", que puso nuestra santificada Evita Duarte en el centro de la política de su tiempo, hasta que, luego de su muerte, los ex-nazis y ustachas se pelean contra Perón por culpa de las privatizaciones del Segundo Plan Quinquenal, y se pasan del lado de los otros dos post-nazis: Balbín y Aramburu, dando inicio a aquella máquina infernal de lo que años más tarde fue la bochornosamente fusiladora "Revolución Libertadura". 
Hasta entonces,a Apold se le reservaba una gran carrera cinematográfica como productor, estando en control del cine y los medios, pero Perón no quería sucesores, porque tampoco confiaba en ellos. Y la única manera de evitarlo era introduciendo de pleno a su flamante novia Evita Duarte en la escena política.Para que todo saliera según lo previsto por el expedientes de la O.D.E.S.S.A. argentina:... “Había que construir dos mitos fundacionales falazmente épicos, el 17 de Octubre y el renunciamiento que no fue tal. Fue una gran puesta en escena para que Perón no fuera obligado a poner otro candidato a vice-presidente, como se le exigía entre bambalinas. Él quería a Quijano, que ya estaba muy enfermo y terminó muriéndose muy poco tiempo después. Así se distrajo a la opinión pública”... Que el peronismo fuera el único partido político que en el mundo llevó el nombre de su líder vivo también fue obra de Apold. Originalmente se llamaba"Partido Laborista Anglo-Argentino", y luego recién se denominó como"Partido Peronista" a partir de 1947, precisamente cuando Perón decidió que se llamara "Justicialista". 
Todos los ministerios, todas las gobernaciones, el Congreso y todas las fuerzas de seguridad fueron puestos al servicio del relato peronista así como de la O.D.E.S.S.A... Es decir,el aparato del Estado, sin fisuras, se convirtió en el gran equipo de producción de un relato que cautivó fervorosamente a una buena parte de la opinión pública, con una marcada división en la sociedad respecto del otro sector que no se dejaba persuadir pero, eso si, lo que la O.D.E.S.S.A. si quería dejar bien oculto era su antisemitismo, por ello se cuidaron muy bien de reconocer prolijamente al Estado de Israel en 1948, de intervenir muy veladamente a nuestra bienamada A.M.I.A. y a nuestra Kehila de Buenos Aires, utilizando para ello a ex-comunistas de Mercante, tales como eran los Raijer y los Blum, asegurándose que fuesen infames traidores a nuestra suprema Causa Judeo-Argentina,y que fuesen amanuenses del peronismo y de los militares,estas personas traidoras contra su propio origen judío,y contra sus propias familias argentinas, fueron luego de 1955 hasta 1983 los eternos miembros de la "Comparsa de Panquequistas" de todos los gobiernos militares golpistas. 
Así obraba Apold a finales de los años de la década de 1940 cuando,luego de una permanente purga bochornosa en el gabinete del gobierno, sobrevivió a la misma con las más altas calificaciones y el beneplácito de Perón, quien redactó:...“Vivimos un momento excepcional de nuestra historia argentina. Nuestra Patria,conducida por el más preciado de sus hijos, ha roto la inercia y la modorra que encadenaba las ansias populares, y se ha puesto en marcha por un amplio sendero reivindicatorio y solidario…Un sendero reivindicatorio que presupone la independencia económica, la dignificación del hombre, y la multiplicación de los índices de solidaridad y cooperación”... Palabras con ecos en la actualidad kirçnerista. 

Mitos fundacionales falsamente épicos. 
Al referirnos a uno de los hechos fundacionales del peronismo, como es aquel inflado 17 de Octubre, debemos destacar que fue el primer mito paranoico construido desde el aparato de comunicación del gobierno, a instancias del propio Perón, apasionado lector de la versión fascista italiana de las tragedias de Eurípides, y devoto de los ritos masivos que había visto en la Italia de Mussolini. Se trataba de tramoyar, deliberadamente, un punto de inicio a una nueva falsa etapa de la historia. No es que el 17 de Octubre no haya existido tal y como un verdadero fenómeno sociológico de masas argentinas inducido artificialmente por los ya derrotados nazis de la O.D.E.S.S.A. criolla, no, sino todo lo contrario, lo que distingue a esta de otras movilizaciones populares, a lo largo de la historia, es que los responsables nazis de la comunicación del gobierno tomaron la decisión preconsciente de colocar ese episodio como el momento del origen, a donde todo comenzó, el día exacto en que el pueblo reclamó por su líder adrede preso por los propios militares nazis, y quien gobernaba no tuvo más remedio que acatar lo que la asamblea popular exigía. 
Sin embargo, todas las imágenes infladas sobre el mitomaníaco 17 de Octubre que llegan a nuestros días, con la Plaza de Mayo colmada de gente sucia, pobre y casi-harapienta, así como muchos mojando sus pies en la fuente, son creaciones artísticas muy posteriores a 1945. Concretamente en 1948 se produjo, el gran salto cualitativo en materia de comunicación, incluyéndose, por decisión de Raúl Apold, a Evita Duarte como protagonista del mito fundacional de una manera que en la realidad nunca existió si léemos las palabras anti-montoneras y anti-comunistas de la propia Evita y nunca del monstruoso amanerado de John William Cooke, bochornoso fundador de "Montoneros". Los diarios peronistas estaban en manos del traidor contra el conservadurismo Dr. Manuel Fresco, y de otros tenebrosos personajes afines al gobierno, los cuales comenzaron a mostrar fotos trucadas de Eva Perón recorriendo barriadas humildes para organizar el respaldo de las masas a su líder preso... Pero todo esto, según declaró la propia Evita poco antes de morir, nunca fue cierto en la realidad, pero tampoco nadie se lo discutió porque a nuestra Evita también se la utilizaba como material descartable en beneficio de la O.D.E.S.S.A. de Argentina. 
Recordemos antes que el traidor Manuel Fresco ya a fines de Febrero de 1940 organizó las elecciones para elegir su sucesor partidario, llevando como candidato al caudillo nazi de Avellaneda, Alberto Barceló; quien realizó todo un aceitado mecanismo de fraude denominado "Voto Cadena" que llevó a ambos al triunfo. Pocos días después, a principios de Marzo de ese mismo año, el presidente Roberto M.Ortiz, decidido a dejar atrás las prácticas electorales viciadas, envió una intervención federal a la Provincia de Buenos Aires y anuló las elecciones. Sin embargo, no fue su mala relación con Ortíz la única causa de su declive político dentro del conservadurismo al cual traicionaba en favor de Hitler. La crisis económica de 1938 había comenzado a socavar los cimientos de una inestable situación financiera del Partido Conservador, sobre todo por la "descontrolada" emisión de títulos de deuda pública. Por otro lado, su propio partido, siempre dividido por conflictos internos, comenzó a darle la espalda. En reemplazo de Fresco asumió el interventor federal en Marzo de 1940, quien no era otro que Octavio R.Amadeo. 
Para propalar sus ideas hitleristas, Manuel Fresco fundó en 1942 la Revista"Cabildo", en cuyas páginas se presentaba como jefe del nacionalismo prusiano. De tal forma, en Junio de 1943 dio la bienvenida a los militares peronistas que habían tomado el poder; no obstante, ese cambio en la política nacional prácticamente acabó su vida pública y dio paso a su vida secreta como miembro de la O.D.E.S.S.A. de Argentina. En los años siguientes fundó un partido de tendencias fascistas llamado "Patria y Unión Nacional Argentina", cuyo lanzamiento oficial fue en el Luna Park en uno de los actos multitudinarios de la Embajada del Tercer Reich. Tras los hechos del 17 de Octubre de 1945 se reunió con el Coronel Juan Domingo Perón, poniendo a su disposición su pequeño partido para las elecciones del año siguiente;en definitiva, su agrupación quedó unida al naciente Partido Justicialista, mientras que el propio Fresco no tuvo actuación política alguna, pero si pasó a la clandestinidad para ayudar desde allí a Apold. Retirado a su casa de Haedo, Fresco se dedicó a la medicina hasta pocos meses antes de su fallecimiento, ocurrido el 17 de noviembre de 1971 en esa misma localidad bonaerense. Pero sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta, honor que como traidor al conservadurismo no merece, ni mereció jamás en una Argentina tan injusta como la nuestra. 
El slogan de"Perón cumple"creado por Apold recorrió el país de punta a punta, pero a Apold lo desvelaba la inclusión de su rival Evita Duarte en la primera línea de la comunicación oficial. Unidos Perón y Evita le daban a la acción política proyección hacia el futuro, pero le hacían sombra a Apold. Cuando se le ocurrió lo de “Evita dignifica”, Apold soportó con estoicismo varias críticas. Que el verbo no era el adecuado, que no era de uso cotidiano, y se propusieron sinónimos aun más delirantes y enfermizos como“Protege”, “Enaltece”, ó “Engrandece”, que no convencieron para nada al constructor del peronismo. Hasta entonces,la figura simbólica de Evita Duarte no tenía ninguna vinculación para con los pobres, ni había tenido injerencia en el ascenso de Perón a la presidencia del G.O.U. Nazi de la O.D.E.S.S.A. Todo cambió en Junio de 1948 cuando se creó la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón. Solo a partir de entonces, los amanuenses locutores de la cadena estatal de Radio Nacional tenían la directiva de repetir como robots el eslogan de “Perón cumple, Evita dignifica” seis veces en cada evento deportivo que se transmitía por radio. 
Todo ese entramado simbólico, que aun llega hasta nuestros días gracias al Chavismo antisemita de los Kirçner-Ostoiç, de Hezbollah, y de Al-Qaida, no se fue dando espontáneamente al amparo del clamor popular de 1945, ni mucho menos sino hasta 1948. Todo aquello fue una construcción cuidadosamente planificada y deliberada desde el aparato del Estado para proteger el escape de Hitler hacia la Argentina, Paraguay, y Chile. Como, por ejemplo, el escudo peronista nazi que se diseñó y fabricó desde la Dirección de Publicidad del Estado. A mediados del año 1949, el fabricante peronista Ángel Guzmán no daba abasto con las remesas de escudos peronistas demandados por los alemanes,y alentados como símbolo de identificación desde el aparato comunicacional de Apold. 



Un Poderoso Nazi de muy bajo Perfil. 
Cuando Eva Perón murió los ex-nazis refugiados en la Argentina se cambiaron al bando opuesto en favor de su otro durmiente secreto quien era Ricardo Balbín, lo cual dió origen al Golpe de Estado paraguayo del Gral. Ströessner, y al año siguiente a nuestra fusiladora Revolución Libertadura de bochornosa memoria, pero mucho antes, luego de que en sus últimos días Apold hiciera publicar en la prensa adicta noticias falsas en las que se informaba sobre la mejoría de salud de Evita, de la cabeza del personaje emergió el comunicado de prensa más recordado de la historia argentina:...“Cumple la Subsecretaría de Informaciones el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación”. Otro eslogan relativo a Eva Duarte de Perón inventado con eficacia por el funcionario que manejaba las políticas comunicacionales.Como su capacidad de control era demasiado extensa, apenas muerta Eva Perón, llamó a la fotógrafa nazi Annemarie Heinrich, amiga de Thilda Thammar, de Paula Kelly, y de Helena Hadrowa, quien tenía numerosos negativos de fotos de la difunta, para retirar todo el material fotográfico. 
La excusa de Apold era que iba a hacer un libro. Heinrich, le dio a entender que pretendía cobrar el fruto de su trabajo. A los pocos días, una delegación de la Policía Federal se apersonó en el estudio de la fotógrafa para exigirle las muestras fotográficas por las buenas o por las malas. Se trataba de imágenes de Evita junto a Pedrito Quartucci y al Embajador de Hitler Von Thermann antes de conocer a Perón, de modo que la intención de Apold fue borrar esa etapa en la vida de Evita, del mismo modo que él mismo ya había hecho con su propia vida antes de la caída del Tercer Reich,y del escape de Hitler a la Argentina en la "Operación Ultramar Sur", por la via de los mismos submarinos alemanes fantasmas que hoy podemos encontrar sembrados a 500 metros de las costas argentinas desde Villa Gesell hasta Rio Gallegos. A su cargo estuvo luego la gran puesta en escena de las exequias de la primera dama. Para todo ello contrató a un equipo de filmación norteamericano de los Estudios de la 20th Century Fox Inc.bajo el mando del dibujante Walter Lantz, para filmar en colores el servicio fúnebre. Con el aporte de otro equipo local, Apold los mandó a filmar a distintas locaciones para dar al velorio y al entierro una magnitud digna de superar el paso del tiempo. 
El resultado fue un documento procesado en color en los Estados Unidos. Apold lo vio en un cine de Villa Cañás, donde se encontraba visitando a sus amigos los cripto-fascistas Daniel Tinayre y Mirtha Legrand, quienes durante décadas han negado y aun niegan haber pertenecido de jóvenes al Partido Nazi de Argentina desde 1930 hasta 1945. Aquel documental de Apold se tituló:...“Y la Argentina detuvo su corazón”, que fue un producto digno de Hollywood, Pinewood y Cinecittà. Lo extraño de este documental es que se detiene largamente en las fuerzas de seguridad con uniforme del Tercer Reich que custodiaban las filas de gente del pueblo que aguardaba ver el ataúd de Evita, ofreciendo un espectáculo de resonancias nazis, reforzado por los uniformes policiales de la época. 
Pero el poder de Apold se agotó en 1955 con el exilio de Perón, no resistió la competencia de un amanerado proto-montonero como John William Cooke. Su encuentro con el viejo líder en Puerta de Hierro de Madrid, España,no fue el mejor sino todo lo contrario,pues enseguida José López Rega le hizo la zancadilla,y,luego de haberle servido durante dos gobiernos, Apold cayó en desgracia,porque Perón ya no estaba interesado en él,y porque Apold tenía demasiados enemigos luego de sus tejes y manejes en el mundo del periodismo y del espectáculo, así como también simplemente porque los tiempos habían cambiado,y Perón estaba ya casado con Isabelita,lo cierto es que no encontró ni un solo hueco para reinsertarse en la resistencia,a la espera del tan ansiado regreso que tan solo ocurriría recién en 1973. 
Apold murió en 1980 en el policlínico bancario de Buenos Aires,y su viuda sólo denunció como patrimonio una doceava parte de una "Bóveda", palabra muy leída en aquellos días y renovada hoy por los Kirçner, en el cementerio de la Chacarita. De todos los medios que trataron su muerte, sorprendió Crónica, adonde el propio Héctor Ricardo García Finkelstein tituló como“El Padrino”a su breve obituario. Después del golpe de 1955, la consigna de John William Cooke fue:...“Eliminar a Apold de la vida de todos y evitar su recuerdo nazi para agradar a Fidel Castro”...a lo cual el propio Perón contestó con sobrada furia anticomunista. Había sido sometido a un proceso por la así llamada Revolución Libertadura, y también por la Justicia Penal, dados los presuntos manejos irregulares de fondos públicos a su cargo. 
La conclusión al trazar un puente entre el pasado peronista y el presente montonero Kirçnerista deja buen material para el debate:... Desde la recuperación de la democracia en 1983, la tensión entre los gobiernos y las empresas de medios ha sido permanente. Pero nunca antes en estos años tuvo las aristas que hoy registra. Editores que dicen escribir con el casco de guerra puesto, funcionarios que agreden a periodistas para ganar la confianza presidencial, medios sin pauta oficial, periodistas que reciben sueldos del Estado por atacar a colegas, todo se ha vuelto una obsesión temeraria digna de una película de Misión Imposible...Debemos rescatar las palabras del terrorista montonero Rodolfo Walsh en relación con el entramado de medios que Apold creó para Perón:...“La Prensa del Estado popular, pagada con el dinero del pueblo, fue expropiada en bloque por el Estado reaccionario, para usarla para engañar y perseguir al pueblo, a veces sin cambiar de elenco”... Por ello Apold cayó en desgracia y muchos años más tarde los propios montoneros marxistas que le jabonaron el piso también fueron echados a patadas por Perón de una Plaza de Mayo que les era totalmente ajena y absolutamente inmerecida. 


Prof. Carlos A. Méndez-Thort 
ARGENTINA 

7 comentarios:

  1. Che, qué loco está el chabón que escribe, el tal Méndez-Thort, ¡jaja!

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  2. Excelente, profesor Carlos A. Méndez-Thort, le agradezco su informe, me ha ilustrado en forma extrema, máxime en la relación filionazi de Balbín y Aramburu. Algunos datos complementarios se pueden leer en el interesante libro "El escape de Hitler" de (Patrick Burnside)

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  3. Quizá otro dato que sería importante agregar, fue quizá el ejecutor de Juancito Duarte, Apold le obedecía mas a ciertos alemanes residentes que al propio Perón, quien se preocupó tanto en no verse inmiscuido en el tema, que cada vez que pudo hizo cambiar de carátula al expediente de homicidio a suicidio...

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