El papel de los kurdos en la Segunda Guerra Mundial que Donald Trump niega
- Los soldados kurdos participaron activamente en la Batalla de Habbaniya (Irak) y en los frentes de Italia, Albania y Grecia como parte del ejército británico
- Un militar de origen kurdo fue héroe de la Unión Soviética por su lucha contra los nazis
David Ruiz Marull || La Vanguardia
Un instructor del ejército británico da las primeras órdenes a los soldados recién reclutados en Irak, entre los cuales había miembros del pueblo kurdo (Wikipedia)
Donald Trump tiene una especial devoción por las fake news. Él, que durante su campaña para convertirse en el 45.º presidente de los Estados Unidos utilizó sistemáticamente este término para acusar a los medios de inventarse noticias para perjudicarle, usa el término de las noticias falsas a su conveniencia.
El último ejemplo ha sido esta misma semana, cuando ha justificado la retirada de ayuda estadounidense a las tropas que luchaban contra ISIS en Siria diciendo que los kurdos no ayudaron a los aliados en el desembarco de Normandía durante la Segunda Guerra mundial. Utilizar este argumento demuestra, al menos, un desconocimiento de la historia.
Nueva polémica
Trump argumentó que EE.UU retiraba su ayuda a los kurdos de Siria porque este pueblo no les ayudó en Normandía
Por qué el pueblo kurdo -un grupo étnico que ahora cuenta con aproximadamente 40 millones de personas centradas en la intersección de Turquía, Siria, Irán e Irak- no sólo participó en el conflicto bélico que azotó el mundo entre 1939 y 1945, sino que incluso recibió condecoraciones y dejó un héroe de guerra en las filas del ejército rojo soviético.
Para conocer los entresijos de esta empresa hay que remontarse hasta los primeros años del siglo XX, cuando Gran Bretaña controlaban Irak. En 1915, el mayor J. I. Eadie, comandante del ejército indio británico, organizó un grupo llamado los Scouts Árabes, la primera fuerza militar iraquí establecida por los británicos, cuyo gobierno había apoyado el Tratado de Sèvres (1920), por el que se establecía crear el Kurdistán, algo que nunca llegó a ocurrir.
El Tratado de Sèvres (1920) acordaba crear el Kurdistán (Wikipedia)
Eadie reclutó a cuarenta árabes de las tribus situadas alrededor de Nasiriya, en las orillas del río Éufrates, para que trabajaran al servicio bajo el departamento de Inteligencia como guardaespaldas de políticos en el sur y centro de Irak. Apenas tres años después, este cuerpo contaba ya con 5.467 milicianos árabes, kurdos, turcomanos y asirios.
Tal fue el impacto del pueblo kurdo en esta fuerza armada que, el 12 de agosto de 1919, su nombre oficial pasó a ser Levas Árabes y Kurdas. El mundo de entreguerras convirtió esta fuerza armada en un cuerpo de vigilancia y seguridad dirigido por kurdos, turcomanos iraquíes y asirios que vivían en el norte del país, mientras que el naciente ejército iraquí estaba tripulado por árabes, pero todo cambió con el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Cuerpo armado
La fuerza creada por los británicos pasó a llamarse Levas Árabes y Kurdas en 1919
Entre 1940 y 1941, el primer ministro Rashid Ali, que había regresado al poder con la ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista, decidió que Irak iba a sumarse a las fuerzas del Eje. Pero los ingleses no estaban dispuestos a permitir este cambio de rumbo de su antiguo protectorado -que formaba parte del Mandato británico de Mesopotamia- sin luchar.
El enfrentamiento se concentró en la Batalla de Habbaniya, donde los pilotos de la RAF (fuerza aérea de Gran Bretaña) se enfrentaron a los cazas de la Luftwaffe alemana y la Regia Aeronáutica italiana (convenientemente pintados con distintivos iraquíes, tal y como ocurrió con la Legión Cóndor en España).
Miembros del pueblo kurdo, vestidos con sus trajes tradicionales (Wikipedia)
En tierra, las tropas británicas -entre las que se integraban las Levas, habían reclutado a 11.000 hombres adicionales, en su mayoría asirios, pero también algunos kurdos y yezidíes- cruzaron el río Éufrates y otros obstáculos de agua construidos por el gobierno de Ali para llegar hasta Bagdad. Desmoralizadas, las defensas iraquíes no resistieron. El 29 de mayo de 1941, durante la noche, huyeron de la capital irakí los oficiales de la Luftwaffe junto a los diplomáticos alemanes. Rashid Ali y sus partidarios escaparon a Persia antes de esconderse en Alemania.
No fue esta la única vez que los kurdos, un pueblo sin estado que sólo podía mandar a sus hombres como soldados, participaron activamente en algunas de las campañas de las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1942, las Levas de Irak tenían incluso un equipo de paracaidistas formado en un 75% por asirios y en un 25% por kurdos.
Especialistas
Los paracaidistas kurdos, adscritos al Royal Marine Comando, estuvieron en los frentes de Italia, Albania y Grecia
Un año después, 166 oficiales británicos controlaban las 44 compañías; de estas, 22 eran de asirios, cinco eran mixtas integradas por asirios y yizidi, diez eran de kurdos, cuatro de árabes de los pantanos y tres baluchi. Fue entonces cuando se comenzó a mandar a la compañía de paracaidistas, adscrita al Royal Marine Comando, a los frentes de Albania, Italia y Grecia.
Como reconocimiento a su aportación, a los miembros de estas Levas se les otorgaron varias condecoraciones individuales y algunas otras colectivas, entre las que destaca la War Medal 1939–1945, otorgada después de 28 días de servicio durante la Segunda Guerra Mundial. También les concedieron la Estrella de 1939-1945 por seis meses de servicio y la Estrella de Italia, otorgado al personal de la compañía de paracaidistas que sirvió en Albania, Italia y Grecia.
Samand Siabandov fue un condecorado héroe del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial (Wikipedia)
Los kurdos no solo tuvieron un papel preponderante en el conflicto desde el bando aliado. También en el Ejército Rojo soviético destacó un miembro de este pueblo. Se trata de Samand Siabandov, nacido en 1909 en el Óblast de Karst, una provincia que por aquel entonces pertenecía a Armenia pero que hoy en día forma parte del territorio de Turquía.
Siabandov fue galardonado con el título de Héroe de la Unión Soviética, la Orden de Lenin, la Medalla al Valor y una Estrella de Oro, entre otras, en 1945 por su “desempeño ejemplar de las tareas de comando de combate al frente de la lucha contra los invasores nazis y por mostrar coraje y heroísmo”.
Este militar de origen kurdo fue elegido para el Soviet Supremo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1946 como diputado por Armenia y fue Viceministro de Agricultura de la RSS de Armenia. También se dedicó a escribir y fue autor de dos poemas publicados en lengua kurda y de un diccionario armenio-kurdo.
Parece que la poca memoria del pueblo kurdo lo lleva a confiar en países que, luego de usarlos, los abandonan a su suerte. Los kurdos han tenido una participación importante en la derrota militar del EI, y a cambio... así paga EEUU a quienes le sirven.
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