martes, 10 de junio de 2014

Arqueología militar: Buscando restos en Normandía


Viaje a un cementerio submarino: lo que quedó del desembarco de Normandía
Un equipo francés estudia con la más alta tecnología los naufragios del Día D junto a las playas de la invasión.

CEMENTERIO. Un equipo estudia la zona de naufragios.
Setenta años después del desembarco de Normandía, un equipo multidisciplinar de investigadores, arqueólogos, técnicos, historiadores, veteranos y cineastas, investigó como nunca antes los fondos marinos de las playas de la invasión aliada. Se tratan de los restos sumergidos de la mayor armada jamás reunida en una batalla.

Gracias a equipos con la más alta tecnología encontraron elementos y obejtos como tanques, lanchas, pertrechos; e identificaron otros, en un trabajo que lleva realizándose hace más de un año y que aportará, cuando concluya, un conocimiento completo del inmenso yacimiento arqueológico de más de 500 kilómetros cuadrados.

El cementerio marino del Día D, donde los científicos tratan de extraer toda la información histórica que aún guardan los viejos restos de aquellas armas olvidadas como cicatrices cubiertas de arena y algas. Un lugar fundamental de la historia del siglo XX que ahora espera la protección cultural de la Unesco.

El proyecto comenzó en 2011, cuando Sylvain Pascaud propuso un nuevo inventario del yacimiento. El trabajo de campo comenzó en julio de 2013, bajo un estricto secreto protegido por la Marina, con un equipo de 40 personas, entre arqueólogos, historiadores, técnicos de submarino y vehículos remotos, así como los tripulantes del buque del Drassm, el André Malraux y del catamarán Etoile Magique.



Con equipos de sonar y sondas multihaz se trazaron la más completa batimetría (mapa de profundidad) de la zona y una exploración sistemática de los restos. Encontraron más de 400 vestigios de naves y carros. El resultado de esta exploración con tecnología de la era espacial, unida a una intensiva investigación en archivos, dio como primer fruto una base de datos impresionante. Toda esa información sirvió a Dassault Systems para crear un modelo 3D del desembarco y los equipos que puede verse en el documental.

PLANOS SECRETOS DE LA BATALLA

Aún se tardarán años en poner a disposición del público la totalidad de las conclusiones que pueden extraerse de este enorme trabajo colectivo, tanto a nivel científico como divulgativo, en la serie de documentales que el equipo tiene previsto ir produciendo.

El documental narra la exploración del fondo y acompaña a los científicos en los momentos en los que van descubriendo los restos de la batalla, y nos presenta a unos invitados muy especiales: veteranos y miembros de la resistencia que, en tres casos señalados, se atrevieron a sumergirse en el mini submarino canadiense Aquarius y visitar los restos de la batalla de la que fueron parte.



Además, historiadores e ingenieros navales visitaron los archivos militares históricos para estudiar los mapas y planos secretos de la batalla, que aún conservan el sello de 'top secret', hoy ya desclasificados.

También se reconstruyeron las lanchas de desembarco LCVP, o 'barca de Higgins' en honor de su creador. Se fabricaron 20.000 unidades de esta práctica lancha capaz de llevar 36 hombres hasta la playa y retroceder de inmediato. Hoy solamente se conservan algunas reconstrucciones, debido a que fueron hechas de madera contrachapada, con excepción del portón metálico.

¿QUÉ OCURRIÓ TRAS LA BATALLA?

Después de la batalla, los aliados realizaron una completa limpieza de las playas y de toda la bahía del Sena. También pusieron en marcha una gran operación de desguace, que sacó durante décadas el último provecho de gran parte de los viejos navíos naufragados.

Además muchos miles de artefactos explosivos fueron neutralizados. En 1994, coincidiendo con el cincuentenario del Día D, la agencia arqueológica francesa exigió que terminara la explotación de chatarra y que se protegieran los yacimientos que aún quedaban.



El arqueólogo Michel L’Hour advierte que la mayoría de restos son metálicos y se conservan peor que los de los viejos navíos de madera: "La madera tiende a encontrar una estabilidad en el fondo del mar.

El metal sufre corrosión y tiende a desaparecer. A esa profundidad media de 25 metros, sacudidos por las mareas, no durarán más que 50 o 100 años. Esto es inevitable. Incluso hemos estudiado métodos para tratar de protegerlos", agregó.

Muy pronto en el mar de Normandía no quedará nada del Día D, salvo la historia, porque el proyecto científico salvó toda la información que los restos aún guardaban y la comenzó a poner a disposición de la sociedad.

TN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, haga su comentario || Please, make a comment...