sábado, 25 de junio de 2016

La Tablada: Zurdos llorones se quejan de desapariciones



"En la recuperación de La Tablada se cometieron los mismos delitos que en la dictadura"
Felipe Celesia y Pablo Waisberg son los autores del libro que investigó el copamiento del cuartel en 1989, por parte de miembros del Movimiento Todos por la Patria (MTP). 

Por César Calvo (*) | Perfil


Entrevista con los autores del libro "La Tablada"/Felipe Celesia y Pablo Waisberg


El 23 de enero de 1989 se vivió un hecho inédito para la joven democracia argentina. Luego de casi seis años de bajo el gobierno radical de Raúl Alfonsín, un grupo armado ingresó al regimiento 3 de infantería de La Tablada.



Las asonadas militares fueron una constante en el período alfonsinista (1983-1989). La recordada Semana Santa de 1987 y el acuartelamiento de Monte Casero, al año siguiente, desafiaban a la flamante democracia. Con esos antecedentes, y sin conflictos manifiestos con organizaciones armadas de izquierda pasada la dictadura militar (1976 - 1983), el Movimiento Todos por la Patria asaltó un cuartel del ejercito. El misterio informativo desveló a los argentinos; pronto la sangre, el fuego y las balas fueron la crónica de “la última batalla de la guerrilla Argentina”.



En el operativo de recuperación del regimiento participaron elementos inorgánicos de las fuerzas armadas de entonces, y “carapitandas”. Según uno de los autores del autor del libro La Tablada, Pablo Waisberg, “se producen dos desapariciones durante el primer día en un momento de la rendición".



"Se llevan detenidos y heridos después de muchas horas de combate a Iván Ruiz y a José Díaz y al otro día tras la rendición se llevan a Francisco Provenzano y a Carlos Samojedny esas cuatro personas continúan desaparecidas al día de hoy”, afirmó el periodista, entrevistado por Perfil.com.



Waisberg afirmó que "en la recuperación del cuartel se cometieron los mismos delitos que en la dictadura: torturas, desapariciones y ejecuciones sumarias”.



El encargado de investigar las dos primeras desapariciones fue un joven Alberto Nisman secretario del entonces Juez Federal de Morón, Gerardo Larrambebere. “Le cuentan una historia de que los desaparecidos pasaron de mano en mano hasta llegar a un militar que estaba muerto, por lo que no se puede investigar", relató Felipe Celesia, también autor del libro. "Nisman compra esa versión y hasta 1999 Díaz y Ruiz tuvieron pedido de captura internacional estando desaparecidos”, agregó, en diálogo con este portal.



“Un militar que estaba adentro del cuartel relató en 'off the record' que le ordenaron modificar los registros de batalla, en los cuales constaba que los detenidos estuvieron dentro del cuartel al día siguiente, cuando todo estaba terminado. Estaban encapuchados y maniatados. Lo cual demuestra que hubo una política deliberada del ejército en ocultar algo que era irregular. Esto te lleva más cerca de la violación de los derechos humanos que más lejos”, opinó Waisberg.



Para Celesia, los guerrilleros intentaron hacer una revolución “al modelo sandinista, una vanguardia que encendía la pradera y después venía la revolución”. Lo que no parece antojadizo, ya que algunos de los integrantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP) liderado por Enrique Gorriarán Merlo (1941-2006), habían sido combatientes de la guerrilla nicaragüense.



(*) De la redacción de Perfil.com.

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