jueves, 13 de mayo de 2021

Guerra mexicano-estadounidense: El día que México fue partido a la mitad

El día que México perdió la mitad de su territorio y la leyenda negra que se desató contra Santa Anna


El 2 de febrero de 1848 se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, por el que México “vendió” la mitad de su territorio a Estados Unidos

Han pasado más de 150 años, pero los efectos de lo ocurrido ese día cambiaron para siempre la historia de México. El 2 de febrero de 1848 se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, por el que México “vendió” la mitad de su territorio a Estados Unidos.

Con ese acuerdo los actuales estados de California, Arizona, Nevada, Utah, así como parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming pasaron a formar parte de EE.UU.

La firma de ese tratado también significó el fin de la Intervención de Estados Unidos en nuestro país y el término de uno de los capítulos más dolorosos en la historia de México.

México fue obligado a ceder a Estados Unidos 2 400 000 kilómetros cuadrados – poco más de la mitad de su territorio- a cambio de 15 millones de pesos. Pero las tropas de ocupación no abandonaron la ciudad en esa fecha: el canje de ratificación tardó en llegar y no fue sino hasta el 12 de junio cuando los norteamericanos salieron definitivamente de la Ciudad de México”, se lee en el libro Érase una vez México, de Alejandro Rosas.

La historia de esa pérdida fue solo el punto final de una serie de problemas relacionados con el abandono de los territorios del norte de México tras la Independencia del país y los constantes conflictos políticos que sumieron a la nación en un caos.

Tras la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, México perdió la mitad de su territorio (Fotos: Wiki Commons)

A diferencia de lo que se piensa, no fue Antonio López de Santa Anna quien firmó ese tratado, sino el entonces presidente de México, Manuel de la Peña y Peña.

El presidente de la Peña no hizo público el tratado hasta la nueva reunión del congreso mexicano el y 7 de mayo de 1848. La tragedia era ya inevitable.

Uno de los conflictos fue, por ejemplo, la unión de Coahuila a Texas en 1824. Aunque una década después se habían resuelto en su mayoría, quedaban pendientes los temas como la esclavitud y la instalación de aduanas.

A ciudadanos estadounidenses se les había permitido instalarse en los territorios de Texas con comodidades y se les dejaba mantener esclavos, algo que no podían hacer los mexicanos.

Desde entonces, miles de personas en Texas comenzaron un movimiento para que el estado se anexara a Estados Unidos.

“La fiebre texana se había apoderado de los ánimos de los norteamericanos y se habían formado clubes texanos para enganchar voluntarios, reunir dinero y comprar armas para la lucha por la libertad”, dice el libro “México frente a Estados Unidos: un ensayo histórico”.

En 1836 Texas declaró su independencia de México, pero los rebeldes fueron reprimidos por Santa Anna. En años siguientes los deseos expansionistas de EEUU se hicieron evidentes y en debido a la tensión en la frontera, el presidente James Folk declaró la guerra contra México en 1846.

El resultado final fue la invasión norteamericana en México, con la bandera de Estados Unidos ondeando en la capital y la pérdida de la mitad del territorio.

“La bandera de Estados Unidos fue izada sobre Palacio Nacional. Su ejército ocupó la Ciudad de México del 14 de septiembre de 1847 al 12 de junio de 1848... Con la presencia del ejército invasor, el paisaje urbano de la capital del país cambió radicalmente”, se lee en el libro de Rosas.

No fue Santa Anna quien firmó el tratado

El historiador británico Will Fowler realizó una investigación de más de 17 años sobre el papel de Santa Anna en aquella decisiva etapa en la historia de México.

Gracias a su trabajo, que quedó plasmado en el libro Santa Anna ¿héroe o villano?, se pudieron echar abajo varios mitos y oscuras leyendas que han perseguido al general desde hace más de un siglo.

Según Fowler, en una entrevista publicada por el periódico El Financiero en mayo de 2018, la acusación de “traidor” contra Santa Anna es totalmente injusta.

De hecho es falso que Santa Anna haya perdido la guerra contra Estados Unidos a cambio de dinero.

“Era un hombre sumamente nacionalista y patriota que defendió al país de los españoles y los franceses. Lo que pasa es que las cosas le salieron mal: perdió la guerra y, para variar, fue un corrupto. De traidor, no tiene nada”.

De acuerdo con el autor, el mito de que Santa Anna vendió la mitad de México se comenzó a gestar cuando el diputador Ramón Gamboa dio inicio a la difusión de tales acusaciones. Fue ya durante el gobierno de Benito Juárez que se estableció más la imagen de “traidor” de Santa Anna.


1 comentario:

  1. Pobre México, los yanquis le rapiñaron la mitad de su territorio. Hay algunos que tienen la desgracia de tener vecinos con un apetito territorial voraz.

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